Tras la aparición de grafitis racistas, esvásticas, insultos y hasta el envío de un manifiesto supremacista a los teléfonos móviles, los estudiantes de la Universidad de Syracuse ocuparon un edificio a modo de protesta y llevaron una lista de demandas a la rectoría. La policía patrulla el campus y realizó un arresto: el de una joven que supuestamente pintó un grafiti a favor de las protestas estudiantiles.