La santa revancha de Sean Spicer en su encuentro con el papa Francisco
En mayo pasado, el entonces portavoz de la Casa Blanca Sean Spicer estuvo muy cerca lograr una aspiración de casi todos los católicos del mundo: conocer al papa Francisco. Pero no pudo, el presidente Donald Trump lo dejó fuera de la comitiva que visitaría al jefe de la Iglesia católica en El Vaticano.
Casi cuatro meses después, Spicer pudo hacerlo, ahora como parte de un grupo de legisladores y políticos de todo el mundo de la Red Internacional de Legisladores Católicos que fue recibido por el papa este domingo.
En la página Facebook de la Radio Vaticana se pueden ver fotos de Spicer como parte del grupo tomando una foto del papa argentino y luego sentado en primera fila escuchando las palabras del sumo pontífice.
Un portavoz de El Vaticano confirmó a la Radio Pública Nacional estadounidense que el ex portavoz estuvo presente en la reunión en la que Francisco habló sobre cómo la iglesia puede ayudar a enfrentar los desafíos morales de la sociedad.
Por cierto que el papa insistió en su mensaje de que los políticos tiene el deber de construir puentes y no muros, una frase que repite con frecuencia desde que al lanzar su campaña presidencial, Trump planteó la idea de construir una barrera en la frontera con México.
“Las leyes que ustedes promulgan y aplican deben edificar puentes entre las diferentes perspectivas políticas: aun cuando respondan a fines precisos para la promoción de una mayor atención a los indefensos y marginados, especialmente a los muchos que están obligados a abandonar sus países; Y cuando están en el fin de favorecer una correcta ecología humana y natural ", dijo el papa.
Junto con Spicer estaban en el encuentro en Roma cuatro congresistas republicanos
El desplante presidencial
El presidente Trump visitó Italia en su primera gira internacional que empezó en Arabia Saudita e incluyó además a Israel y Bélgica.
Para su encuentro con el papa Francisco, el mandatario llevó a su esposa Melania, su hija Ivannja y al esposo de esta, su asesor Jared Kushner, a la asesora de comunicaciones Hope Hicks (hoy directora interina de comunicaciones), el jefe de operaciones de la Casa Blanca, Keith Schiller y el director de redes sociales Dan Scavino.
Spicer, un católico fervoroso y prácticante que asiste a misa dominical con regularidad, de acuerdo a quienes le conocer, no estuvo en la lista por limitaciones de espacio, según explicó en ese momento la Casa Blanca.
El que dejara fuera a Spicer, su principal portavoz, fue considerado por muchos periodistas que viajaban con el presidente como un acto mezquino que reforzaba la idea de que el secretario de prensa estaba en malos términos con su jefe.
En julio Spicer renunció al cargo, la primera víctima de los vertiginosos diez días en los que Anthony Scaramucci estuvo como director de comunicaciones de la Casa Blanca, una decisión del presidente Trump que el portavoz no aceptó y que formalizó la separación entre ambos.
