Israel ya habla de “arrasar” y ocupar Gaza y la promesa de Trump de pacificar Medio Oriente se hace más oscura
Parte crucial del mensaje de Donald Trump en su campaña presidencial ha sido que él, una vez en la presidencia, lograría pacificar las guerras en Ucrania y en el territorio palestino de Gaza rápidamente. Algo que claramente no pasó y que, especialmente con los movimientos que Israel ha estado haciendo en los últimos días, parece cada vez más lejos. Y el nuevo enfoque de Israel de arrasar y ocupar militarmente Gaza parece poco probable que traiga a Medio Oriente la paz prometida por Trump.
Este lunes, un plan del gobierno israelí para tomar la Franja de Gaza y expandir la operación militar ha alarmado a toda la región. Los palestinos están exhaustos y desesperados, azotados por 19 meses de intensos bombardeos y los bloqueos de la ayuda humanitaria que hace Israel.
Y las familias de los rehenes israelíes que aún permanecen retenidos en Gaza temen que la posibilidad de un alto el fuego se esté alejando cada vez más y creen que la vida de sus familiares ha quedado relegada a un objetivo menor: se suponía que la guerra buscaba llevar a los rehenes a casa y acabar con Hamas.
Pero, centrándose en el tema de Gaza, una guerra iniciada tras un ataque a Israel el 7 de octubre de 2023 por parte de la agrupación Hamas, Trump había asegurado en campaña que lograría negociar el fin del conflicto . Aunque nunca dijo cómo lo haría, y ha dado pistas ambiguas en campaña, logró el apoyo de comunidades árabes en estados clave como Michigan (hogar de populosas comunidades de Medio Oriente).
En los últimos días de Joe Biden en la Casa Blanca, se logró un alto al fuego. Luego siguieron algunos intercambios de rehenes por prisioneros palestinos. Pero Israel, para el 17 de marzo, dio por terminada la espera para negociar la segunda fase, rompió el alto al fuego y retomó sus bombardeos en el territorio palestino.
De "tomar Gaza" al insólito video de la "Gaza de Trump"
En una sorprendente conferencia de prensa en Washington en febrero, Trump propuso que Estados Unidos “tome el control” de la Franja de Gaza y desplace permanentemente a los casi dos millones de palestinos que viven allí hacia países vecinos.
Poco después, Trump publicó un video que muchos calificaron de mal gusto, mostrando una versión de Gaza hecha con inteligencia artificial, en la que se veían playas, resorts, una estatua gigante de él mismo en color dorado, bailarinas, y a Trump mismo junto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, en dos sillas reclinables, en traje de baño, tomando unos tragos en una piscina.
También el presidente hizo un comentario sobre la valiosa pieza inmobiliaria que es Gaza y que podría convertirse en la "Riviera de Medio Oriente", un territorio que ahora mismo está devastado por los bombardeos israelíes del último año y medio y que, según autoridades de Hamas, suma cerca de 50,000 muertos, la mayoría mujeres y niños.
El video y los comentarios, considerados insensibles e inexplicables para muchos, fue seguido de pedidos de Trump a Egipto y Jordania que recibieran a los palestinos de Gaza, fueron inmediatamente recibidos con críticas y preguntas sobre la legalidad de tal medida.
Cuando se le preguntó a Trump por precisiones (cómo EEUU tomaría el territorio palestino, qué autoridad permitiría a Estados Unidos hacer esto, Trump no tuvo una respuesta. Solo señaló que sería una “posición de propiedad a largo plazo”. Tampoco descartó el uso de tropas estadounidenses.
El nuevo plan israelí: ocupar indefinidamente el territorio palestino de Gaza
En los últimos días, la retórica, los reportes y los planes que llegan desde Israel en los últimos días no hablan de negociaciones con Hamas o de un plan de alto al fuego para seguir sacando rehenes con vida: hablan de ocupación del territorio palestino, de desplazarlos fuera de su tierra y hasta -según reportó Axios- arrasar toda Gaza, si no hay un acuerdo para la llegada de Trump a Medio Oriente para el 13 de mayo.
El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, dijo ya abiertamente que Israel no se retirará de Gaza ni siquiera si se llega a un nuevo acuerdo sobre rehenes, instando a los israelíes a 'abrazar' el término "ocupación".
También el Gabinete israelí aprobó una expansión a los ataques en Gaza y, según reportaron medios israelíes, incluiría la "conquista" de la franja palestina. Esto ha provocado la indignación de la oposición y las familias de los rehenes, quienes acusaron al gobierno de priorizar las conquistas territoriales sobre la vida de los cautivos que aún permanecen en Gaza.
A principios de abril, cuando el presidente Trump recibió al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en la Casa Blanca, reafirmó su deseo de poner fin a la guerra en Gaza. Sin embargo, un mes después, el conflicto se intensifica y las esperanzas de paz se desvanecen.
La paz se aleja en Medio Oriente
Desde la llegada de Trump no han habido mejoras en la situación de los palestinos. Tampoco en las negociaciones entre Hamas y los israelíes. Además, Israel y el propio Trump están escalando la retórica en contra de Irán, país que es el gran opositor y contrapeso en la región a la avanzada israelí. Y no solo eso, el republicano, que había dicho que quiere paz y no iniciaría nuevas guerras, está lanzando bombardeos en Yemen, contra el grupo Hutí, que esporádicamente ataca a Israel para presionar por el fin de la ofensiva contra los palestinos.
Trump, que al comienzo de su mandato mostró interés en mediar, parece ahora haberse alejado un poco del tema, dejando a Netanyahu libertad de acción, solo publicando algunos mensajes en redes sociales celebrando bombardeos estadounidenses en Yemen.
Según analistas, Trump se ha enfocado más en contener a Irán que en el conflicto palestino-israelí. Aunque Trump viajará a Medio Oriente en los próximos días, su implicación directa en la crisis de Gaza ha sido cada vez menor.
Mientras tanto, su enviado especial para la región, Steve Witkoff, ha asumido múltiples funciones, incluyendo la relación con Irán y reuniones con Putin por Ucrania. Tampoco se ha visto un rol activo del secretario de Estado Marco Rubio, quien aún no ha visitado Israel. Aunque Trump ha expresado cierto interés humanitario —como prometer alimentos para Gaza—, su postura general contrasta con la gestión más involucrada de la istración Biden.