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    Así se vivió en las calles de Washington el primer día de oposición al presidente Donald Trump

    Los canticos de protesta y hasta la violencia registrada el viernes, podrían ser un presagio para la Marcha de las Mujeres convocada para el sábado, la primera manifestación masiva contra el nuevo gobierno.
    20 Ene 2017 – 10:10 PM EST
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    WASHINGTON, DC. Pese a que dentro del verbo populista y revanchista de su discurso inaugural habló de unidad y reconciliación, en su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump encontró el país dividido que él promovió como candidato.

    Mientras sus partidarios lo celebraron al momento de jurar el cargo en la ceremonia oficial en las escalinatas del capitolio, las calles de Washington DC eran testigo de protestas que comenzaron pacíficas pero se tornaron violentas por momentos: al final del día dejaron un saldo de 217 personas arrestadas y seis oficiales heridos, según cifras de la policía.

    La efervescencia callejera del viernes puede ser preludio de lo que se vivirá en la ciudad el sábado, cuando se produzca la llamada Marcha de las Mujeres, una manifestación pacífíca convocada para resaltar derechos que algunos creen que pueden estar en peligro con el potencial avance de una agenda conservadora republicana en los próximos años.

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    Las protestas de agendas muy variadas iniciaron desde las 7:00 am. Una de las primeras fue convocada por el grupo DCMJ con sede en Washington, que encabezó el esfuerzo para legalizar el cultivo y la posesión de la hierba en el distrito, cuyo consumo medicinal y recreativo es legal desde 2014. Sus organizadores se apostaron en una jaula de hierro en Dupont Circle con la consigna #Trump420, desde donde repartieron un total de 8,500 cigarillos de marihuana, el doble de lo prometido inicialmente.

    “Las filas son interminables”, dijo Nataly de Leon, miembro de DCMJ, mientras observaba una fila de más de 5 cuadras en la que los consumidores estuvieron por casi 3 horas, algunos de ellos ataviados de trajes simbólicos a la yerba y otros con pancartas anti-trump. Una mascota verde no podia faltar.

    “Es un mensaje al nuevo presidente para que no nos cambie las reglas pero aquí hasta los trumpistas están invitados a venir a fumar”, agregó. Un grupo de Bikers por Trump interrumpió la manifestación por unos segundos con sus ruidosas motos y los activistas pro cannabis les gritaron a su paso pero no hubo choques.

    Kimberly Hernandez, de 21 años dijo que se consideraba anti-trump y anti-sessions (Jeff Sessions, nominado a fiscal) por su oposición a la legalización de la marihuana. “Creo que Estados Unidos tene más genrte en la cárcel que otro país en el mundo por poseer dosis pequeñas de marihuana, cuando es la misma cosa que tomar alcohol”

    Al final, los cigarillos repartidos que pretendían ser prendidos durante el discurso inaugural terminaron siendo consumidos en su mayoría en este espacio a 3 millas del capitolio, que se convirtió en sagrado pese a que en DC el consumo en la calle todavía es prohibido.

    "No a un Estados Unidos fascista"

    Mientras el día se pasaba a su propio ritmo en Dupont Circle, en otras calles de DC la coalición ANSWER que había prometido organizar la mayor protesta del día, salió de la Plaza de la Libertad junto a unas 10,000 personas. Con su canto más simbólico “no al KKK, no a un Estados Unidos fascista”, atravesaron varias calles aledañas a la Casa Blanca y a la Avenida Pennsylvania, donde se tenía preparado el desfile, para encontrarse de nuevo con otros 15,000 convocados que venían del Memorial de la Armada.

    “La marcha es contra la guerra, el militarismo, el racismo y el sentimiento anti-inmigrante", dijo Susan Derren, quien llevaba una pancarta que decía "ningún ser humano es ilegal". En la marcha fue difícil identificar hispanos, y los numerosos mensajes por los derechos de la mujer, contra Rusia, contra las mentiras de Trump y su renuencia a revelar sus impuestos, se confundieron con alguna defensa de la comunidad cuyo estatus migratorio peligra más aún en el caso de los indocumentados por la amenaza de que Trump cortará DACA en una de sus acciones ejecutivas de los próximos días.


    "Tal vez no salieron por miedo pues son una comunidad atacada como ninguna otra por este presidente. Pero tienen derecho a estar aquí y pelearemos por ellos", agregó Derren.

    En algún punto este marcha se encontró con las largas filas que ciudadanos con boleta hacían para ver a la caravana que escoltaba la limosina en la que iban la familia Trump y los Obama. Allí no todos eran partidarios del nuevo presidente. También iban otros que querían ocupar un lugar para llamarlo “fraude”, “ilegítimo”, “no es mi presidente” o decirle “deja tus pequeñas manos lejos de nuestros derechos”.

    "Es hora de aceptar al ganador. Lo lamento por tus sentimientos pero aquí hay un presidente legítimo", dijo Barry Simon mientras hacía la fila para entrar y portaba una camiseta "Trump 2016, fuck your feelings".

    Un grupo de activistas de Black Lives Matter en cambio, prefirio improvisar un escenario de baile mientras a solo una milla de distancia los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes comenzaban a presagiar una tarde violenta.

    Bates contra los símbolos estadounidenses

    Los primeros detenidos fueron unas 100 personas en la intersección de las calles 12 y K a unas pocas cuadras de la plaza Franklin. Pertenecientes al colectivo #DisruptJ20 que había convocado a anarquistas dispuestos a interrumpir la trancisión pacífica del poder, lanzaron piedras y botellas, rompieron canecas e incendiaron tablas, pedazos de cartón o latas de basura que encontraban en la calle. Un vendedor de mercadería de MAGA (Make America Great Again) bromeó con que vendía "madera para el fuego" y algunos aprovecharon para quemar las clásicas gorras rojas de Trump.

    Aunque no hubo un vocero oficial, el grupo Disrupt J20 aseguró en Twitter que su enojo no estaba dirigido sólo a Trump, pues se habría manifestado igual frente a una victoria de la demócrata Hillary Clinton.

    A todo ello la policía respondió con gas lacrimógeno y granadas mientras un helicóptero estuvo permanentemente acechando sobre las cabezas de los activistas, algunos de quienes llevaban máscaras para no ser identificados. Otros con bates de beisbol, rompieron las ventanas de una sucursal de Bank of America y un puesto de McDonald's, símbolos del capitalismo estadounidense.

    Los manifestantes más pacíficos pedían calma y no incitar a la violencia pero una seguidilla de explosiones y una provocación permanente entre la policía y los anarquistas fue la que terminó con el saldo de más de 200 detenidos. Según dijo Peter Newsham, jefe interino del Departamento de Policía Metropolitana en rueda de prensa, la gente hará una comparecencia ante las autoridades este sábado.

    "No esperaba tanta violencia pero creo que es producto de lo que nuestro nuevo presidente ha promovido", se lamentó Stephanie Mercado. "Esperemos que no sea esta clase de sociedad la que nos espera por los siguientes cuatro años".

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