¿Adiós a la delgadez imposible? Victoria's Secret intenta un cambio radical de imagen
Varias generaciones de mujeres crecieron con un estándar de belleza imposible. Desde 1995, la marca estadounidense de lencería Victoria's Secret impuso a sus modelos ultradelgadas como "los ángeles" de la sensualidad femenina.
Ahora, casi 20 años después y con el feminismo más fuerte que nunca, la empresa se ha visto obligada a intentar un cambio radical de imagen para frenar la erosión de su marca y la sangría en sus ventas.
“Cuando el mundo estaba cambiando, fuimos demasiado lentos para responder”, diagnosticó Martin Waters, exdirector de negocios internacionales de la firma en una entrevista con The New York Times.
Waters, que ahora es director ejecutivo de marca, reconoció que Victoria's Secret siempre ha trabajado pensando en el gusto y el deseo masculino.
“Necesitábamos dejar de ser lo que quieren los hombres y ser lo que quieren las mujeres”, dijo.
La empresa se esfuerza por mostrar que esto no es solo un lavado de imagen para adaptarse a las nuevas tendencias sociales y ha anunciado la renovación completa de su dirección, con una junta donde todos los asientos son de mujeres salvo uno.
Unos ángeles más terrenales
El pilar de la nueva estrategia de la marca es cambiar a sus embajadoras. Las modelos extraordinariamente delgadas y exactas que fueron sus "ángeles" dejan paso a mujeres más diversas y que destacan por algo más que su cuerpo.
Se trata de VS Collective, un grupo de siete mujeres que no solo aparecerán en promociones de la empresa sino que la asesorarán para sustituir sus tradicionales mensajes de belleza inalcanzable por otros de impacto positivo.
Son Megan Rapinoe, estrella del fútbol estadounidense y activista por la igualdad de género; Priyanka Chopra Jonas, actriz india e inversionista; Eileen Gu, esquiadora olímpica chino-estadounidense; Paloma Elsesser, modelo estadounidense de tallas grandes; Valentina Sampaio, modelo trans brasileña; Adut Akech, modelo y refugiada de Sudán del Sur y Amanda de Cadenet, fotógrafa británica.
Todas ellas han aceptado poner su nombre y su propia marca personal al servicio de una firma controvertida que pasa por su peor momento de imagen porque consideran que es una gran oportunidad para cambiar la narrativa que reciben las mujeres, sobre todo las más jóvenes, sobre mandatos de belleza y canónes peligrosos.
“No comencé a modelar solo para hacer todas las cosas interesantes; lo hice para cambiar el mundo. Con plataformas como VS, donde ingresas a las salas de estar de todas las personas, ahí es donde logras un cambio radical", explicó Elsesser al NYT.
Una de sus misiones personales es que Victoria's Secret ofrezca hasta la talla XXXXXL, porque ahora solo llega hasta 42G en sujetadores y XXL en ropa para dormir.
Sujetadores de lactancia y Día de la Madre
Victoria's Secret, en su empeño por hacer tangible este cambio de enfoque, ha anunciado ya que ampliará sus colecciones para incluir prendas de la vida cotidiana de las mujeres que en el pasado descartó al no considerarlas sensuales.
Por ejemplo, la firma, orientada siempre a satisfacer al hombre, no tenía sujetadores de lactancia, una prenda básica que usan durante meses o años todas las mujeres que amamantan a sus bebés.
La empresa de lencería femenina tampoco había celebrado nunca hasta ahora el Día de la Madre y este año ya lo hizo con una imagen de una mujer embarazada que ha presentado como algo casi revolucionario.
También seguirá ampliando su colección deportiva, un gesto que quiere enmarcar dentro de su nuevo relato de "empoderamiento" femenino.
Está por ver si con esta estrategia logra recuperar los públicos perdidos y captar otros entre las nuevas generaciones, como la Z, en las que hay una enorme conciencia y movilización femenista. Y una precisión de sismógrafo a la hora de detectar mensajes perversos sobre el cuerpo femenino y exponerlo en ese poderoso altavoz que son las redes sociales.