Cómo el Colegio Electoral que consolidó la unión de EEUU hoy complica la salud de su democracia
El Colegio Electoral, la instancia que cada cuatro años elige al presidente de EEUU, permitió a los fundadores del país dos siglos atrás conciliar los intereses de los estados del norte con los del sur a la hora de escoger al mandatario de la nación y consolidar la unión del país que surgió de las originales 13 colonias británicas.
Pero hoy varios estudiosos advierten que ese sistema de votación indirecta amenaza la esencia de la actividad democrática porque ha permitido llegar a la Donald Trump en 2016.
Cuando los estadounidenses acuden a las urnas cada cuatro años no escogen directamente al presidente sino a los 538 electores (o del Colegio Electoral), quienes se reunirán el próximo lunes 14 de diciembre en las capitales de sus respectivos estados para efectuar los votos que luego deberán ser aceptados por el Congreso durante una sesión bicameral prevista el 6 de enero del 2021.
El candidato presidencial que obtenga 270 votos electorales es el vencedor. Si hubiese un empate o si ningún candidato reúne los 270 requeridos, la selección recae entonces en la Cámara de Representantes, donde cada estado tiene un voto.
"Si bien los presidentes que ganan el Colegio Electoral y pierden el voto popular son presidentes formal y técnicamente legítimos, la percepción de un sistema disfuncional que es anti-democrático y anti-mayoritario puede tener graves repercusiones para la salud de la democracia", escribieron Elaine Kamarck y John Hudak, directora y subdirector del Centro para la Gerencia Pública Efectiva del Brookings Institute de Washington DC.
"Mantener el Colegio Electoral puede lucir como la posición más conveniente políticamente para el Partido Republicano en el corto plazo, pero puede causar daño sustancial a largo plazo", agregaron los expertos, cuya organización trata de resolver "desafíos políticos y de gobernabilidad en el EEUU del siglo XXI", según indica en su sitio web.
¿Qué es el Colegio Electoral?
Esa definición no aparece en la Constitución. Pero la Primera Sección del Artículo Dos de la carta magna estadounidense estipula que "cada estado nombrará, del modo que su legislatura disponga, un número de electores igual al total de los senadores y representantes a que el estado tenga derecho en el Congreso".
El número total de electores es de 538, conformado por los 435 de la Cámara Baja, 100 senadores y tres electores correspondientes al Distrito de Columbia, aunque la capital estadounidense no tiene representación en el Congreso.
Cada estado tiene asignado una cantidad específica de electores según el tamaño de población, la cual puede oscilar entre los tres electores de los estados más pequeños hasta los 55 del estado más populoso: California.
La cantidad de electores correspondiente a cada estado se ajusta cada década según los movimientos demográficos registrados por el censo.
Un efecto del Colegio Electoral es que los cuatro estados más populosos (California, Texas, Florida y Nueva York) actualmente están infrarrepresentados según un análisis del diario The Washington Post.
¿De dónde viene el Colegio Electoral?
Los 55 delegados representantes de los 13 estados originales tuvieron gran dificultad para acordar cómo elegir al presidente durante la Convención Constitucional de Filadelfia en 1787, una época cuando ningún otro país elegía de manera directa a su jefe de Estado.
La página web History explica que el Colegio Electoral surgió como un punto intermedio entre una facción opuesta a que el Congreso interviniera en la selección del presidente y otra facción que objetaba una elección directa por temor a que los votantes no estuviesen debidamente informados.
Otro punto central de esa negociación fue el acuerdo de contar a los negros esclavos como tres quintas partes de un hombre blanco a la hora de determinar la cantidad de electores..
Ese acuerdo equiparó a los estados del norte con los estados del sur, donde 40 por ciento de la población de entonces eran esclavos negros que no podían votar.
La mayoría no quiere al Colegio Electoral
El primer intento por abolir el Colegio Electoral ocurrió en 1800 y desde entonces han tenido lugar otros 700, todos infructuosos, convirtiéndolo en el tema que más proyectos de ley ha generado, según el Servicio Investigador del Congreso (CRS por sus siglas en inglés).
El más reciente se desarrolló en 1968, cuando fue aprobado por la Cámara de Representantes para naufragar seguidamente en el Senado.
Tres de cada cinco estadounidenses apoyan una enmienda constitucional para reemplazar el Colegio Electoral, según un sondeo publicado en septiembre por Gallup.
La encuestadora señala que la mayoría de los estadounidenses ha favorecido la abolición en seis de las siete veces que ha formulado esa pregunta desde el año 2000.
Pero la voluntad popular no basta para rescatar la voluntad popular. El Colegio Electoral está consagrado en la Constitución, y cualquier enmienda constitucional requiere una supermayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso y el 75 por ciento de los 50 estados.
Las discrepancias partidistas en cuanto al Colegio Electoral quedan reflejadas tal vez con más claridad que cualquier otro asunto de la agenda nacional: su derogación cuanta con el respaldo del 89% de los demócratas, 68% de los independientes y apenas 23% de los republicanos.
La actual polarización ideológica reinante en Estados Unidos niega la viabilidad de esa enmienda constitucional, por lo que en 2005 surgió como alternativa el National Popular Vote Interstate Compact (Acuerdo Interestatal para el Voto Popular Nacional).
Se trata de un convenio entre los estados para otorgar todos sus votos electorales al candidato presidencial que gane el voto popular a nivel nacional, lo que en la práctica significaría que el ganador de las elecciones será quien más sufragios haya obtenido y no quien logre pasar el umbral que establece Colegio Electoral.
El convenio entrará en vigencia cuando los estados participantes sumen al menos los 270 votos electorales requeridos para defi nir un ganador. Hasta la fecha solamente lo han suscrito 15 estados y el Distrito de Columbia por un total de 196 votos electorales.