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Actividad de pandillas

Condenan a 33 años de cárcel a un pandillero de la MS-13 que participó en la tortura y muerte de una joven de 15 años

Wilmer Sánchez Serrano fue culpable de homicidio en segundo grado, secuestro y participación en una pandilla. Su víctima tenía 15 años cuando fue brutalmente apuñalada 23 veces en un parque de Virginia en enero de 2017. Diez pandilleros han sido acusados por este crimen.
25 May 2018 – 06:27 PM EDT
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Wilmer Sánchez Serrano y Damaris Reyes Rivas Crédito: Fairfax County Police/ Familia Reyes

“Me recordarás hasta que te vea en el maldito infierno”, le dijo Venus Romero Iraheta, una pandillera de la Mara Salvatrucha (MS-13) en Virginia, a la adolescente de 15 años Damaris Reyes Rivas. Luego le propinó 13 puñaladas en el cuello, pecho y espalda. Este crimen ocurrió en enero de 2017. Cuando Damaris agonizaba tendida sobre la hojarasca, otro marero, Wilmer Sánchez Serrano, clavó un palo varias veces en el cuello de la víctima.

La autopsia arrojó que la menor fue apuñalada 23 veces y recibió un golpe contuso en la cabeza. Este asesinato quedó registrado en cuatro videos grabados con celulares, los cuales –según los fiscales– fueron enviados a líderes de la MS-13 en El Salvador.

Wilmer fue sentenciado este viernes a 33 años de prisión. Venus, quien en enero se declaró culpable por la tortura y el homicidio de Damaris, espera su condena. Diez personas han sido acusadas por la muerte de esta menor, cuyo cadáver fue hallado en febrero en un parque arbolado de Springfield.

Tanto Wilmer como Venus, aparecen en las grabaciones atacando a su víctima. Las horrendas imágenes fueron expuestas durante sus juicios, como pruebas irrefutables de su participación en el asesinato.

En el primer video se observa a Damaris siendo interrogada por los pandilleros, quienes entonces tenían entre 15 y 21 años. La acusaron de engañar al líder de su clica (subgrupo de la pandilla), Christian Sosa Rivas, para que este llegara a un parque solitario y mareros rivales lo asesinaran a machetazos, destrozando su cabeza con piedras. El cuerpo de Christian fue atado a una roca pesada para que terminara en el fondo de un río.


Sobre la nieve, durante un clima gélido de 21 grados, los pandilleros la forzaron a que se desnudara. Temblando de frío, la adolescente recibió varias amenazas: le dijeron que le cortaría un dedo y Venus le acercó un cuchillo de caza. "¡Clávaselo!", pidió un marero, se escucha en la grabación.

Finalmente, Venus se subió encima de Damaris, ya tendida en el suelo, y le preguntó si se había acostado con Christian, con quien ella había tenido relaciones. La menor lo itió y le pidió perdón. Después le arrancó de la piel el tatuaje de un diamante que tenía como recuerdo del joven.

Ante los detectives, Venus aseguró que no se sentía mal por lo que había hecho y relató lo que le dijo a su víctima antes de clavarle el puñal varias veces. “Le dije: 'no voy a perdonarte y me recordarás hasta que te vea en el maldito infierno'”, fue la frase de la pandillera, según documentos judiciales.

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Después del ataque de Venus se observa a Damaris tendida de espaldas entre hojas muertas, con sangre en una mano y en la frente. Cuando Wilmer aparece en el video, este le clava un palo una y otra vez en el cuello de la menor. Finalmente, el video termina abruptamente.

“Él la empaló"

Los fiscales creen que Damaris tardó unos 20 minutos más en morir luego que los pandilleros la dejaron en el parque. Por la noche, los mareros regresaron a la escena del crimen, filmaron el cadáver, lo arrastraron por debajo de un puente y lo dejaron boca abajo en un charco de agua.

Las grabaciones fueron enviadas por los atacantes a jefes de la MS-13 en El Salvador. Su intención era lograr un ascenso en la clica en Virginia. Solo con actos violentos se llega al mando de esta banda.

Damaris estuvo extraviada durante un mes. Su cuerpo fue encontrado en febrero en un parque industrial en el condado de Fairfax, Virginia. La última vez que la vio su madre, María Reyes, ella le dijo que algunos pandilleros la estaban amenazando en la escuela.

“Mi vida no es vida sin mi hija", testificó este viernes María Reyes, antes de que un juez dictara la sentencia contra Wilmer, reportó la cadena NBC. “Mi hija siempre está en mis pensamientos (…) Mi hija siempre está en mis sueños”, agregó entre sollozos.


La mujer recordó entre lágrimas lo ilusionada que estaba su hija por usar su vestido de quinceañera durante una fiesta que habían planeado. Sin embargo, Damaris fue sepultada con este.

Si bien Wilmer itió en el tribunal que apuñaló a la adolescente, aseguró que no quería hacerlo y que los pandilleros lo obligaron de cierta forma. “Es culpable de asesinato, pero en primer grado. Actuar por miedo y pánico no es un asesinato en primer grado”, argumentó su defensa.

Los fiscales, en cambio, indicaron al jurado que su participación en el crimen se podía ver claramente en los videos. “Él la empaló a propósito con ese palo una y otra y otra vez. No era alguien que se viera forzado a participar”, expuso un fiscal en los argumentos finales del juicio en enero.

El jurado declaró a Wilmer culpable de asesinato en segundo grado, secuestro y participación en una pandilla.

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