Le clavó un cuchillo y le dijo "te veré en el infierno". Ahora esta pandillera de la M-13 se ha declarado culpable de asesinato
Venus Romero Iraheta, de 17 años, propinó 13 puñaladas en el cuello y el abdomen a Damaris A. Reyes Rivas, de 15, antes de dijo: "Te veré en el infierno". Los hechos ocurrieron a principios del año, en Virginia, cuando un grupo de jóvenes de la Mara Salvatrucha torturaron y asesinaron a Reyes, una joven salvadoreña que había llegado a Estados Unidos huyendo de la violencia de las pandillas. Este lunes, Romero Iraheta se declaró culpable de asesinato en una corte en el condado de Fairfax, según publicó The Washington Post. La acusada será sentenciada el próximo 25 de mayo.
La muerte de Reyes no solo dejó a la luz la violencia utilizada por las maras en Estados Unidos, sino que mostró que su presencia estaba a menos de 30 millas de la Casa Blanca. Romero, que ahora tiene 18 años, formó parte de 10 de la MS-13 que brutalmente acabó con la vida de Reyes como venganza el 8 de enero del año pasado.
Según creen los investigadores, Reyes fue llevada al Parque del Lago Accontik engañada por un conocido. Allí la esperaban los pandilleros para reprocharle la reciente muerte de uno de los suyos, Christian Sosas Rivas, con quien ella había tenido relaciones.
Una vez allí, uno de los pandilleros la amenazó con una cuchilla y le advirtió, en español, que podía perder un dedo y llegaron a decirle que tenían un rifle. Poco después, pese a las bajas temperaturas, la obligaron a desnudarse para que experimentara "el frío que sintió Sosa Rivas" cuando fue asesinado y arrojado a las gélidas aguas del río Potomac.
Poco después de esta humillación, Romero se aceró a la víctima, le propinó hasta 13 puñaladas en el cuello y el abdomen. "Te veré en el infierno", le dijo mientras la torturaba. Según el testimonio de una persona cercana al caso, Iraheta también le arrancó un tatuaje de un diamante que tenía como recuerdo de Sosa Rivas.
Gran parte de las vejaciones quedaron registradas en video de celular y las imágenes fueron puestas como prueba en una audiencia del juicio en noviembre.
Un agente del FBI declaró anteriormente que la acusada había confrontado directamente a Reyes preguntándole si había salido con Sosa Rivas, con quien ella había tenido una relación. Luego que la joven reconociera que sí, ella le dio su nombre completo para que supiera quien iba a ser su asesina. Entonces, según el agente, "le dijo a su víctima que nunca la iba a perdonar y que la vería en el infierno" justo antes de comenzar a acuchillarla.
Pese a que esta escena no quedó registrada, un video muestra a la salvadoreña en el suelo, entre la hojarasca, con sangre en su frente y una mano, antes de que otro pandillero, Wilmer A. Sánchez Serrano, comenzara a clavarle un palo en el cuello.
Otros tres de los presuntos homicidas se declararon culpables en octubre.
El pasado mes de noviembre Sánchez Serrano, de 22 años, fue declarado culpable de asesinato. Ocho de los acusados de la muerte de Damaris están a la espera de un juicio en una corte federal en Alexandría.
María Reyes, la madre de Damaris, sacó a su hija de El Salvador en el verano de 2014 para alejarla de las pandillas y poder protegerla, sin embargo, finalmente fue asesinada precisamente por la MS-13.
"Mi hija sufrió mucho. Yo aún estoy sufriendo mucho", testificó Reyes en español, citada por el Post en noviembre . "A veces veo otras niñas en la calle. Las veo por detrás como si fueran ella, pero se dan la vuelta y es otra. Me encantaría poder tocarla. Me encantaría poder abrazarla", añadió.