Masaje para rejuvenecer la piel
El masaje del rostro requiere una técnica particular y adaptada. El especialista utiliza sus dedos y las palmas de las manos, efectuando gestos suaves y precisos sobre las zonas sensibles del rostro. A lo largo de una sesión, el especialista alterna las rotaciones, los alistamientos, y las presiones.
Cabe destacar que se puede perfectamente realizar un automasaje del rostro, preferentemente por la noche antes de acostarse, sobre una piel previamente limpia. Una relajación se sentirá de forma inmediata. Además, practicada todas las noches, este cuidado tiene efectos a largo plazo sobre la piel de forma general.
Beneficios
Los beneficios del masaje facial son enormes. Además de la relajación, permite rejuvenecer la piel, purificando los músculos y alisando los rasgos. Las arrugas y los pliegues faciales que aparecen sobre el rostro se atenúan progresivamente para dejar sitio a una piel rejuvenecida y distendida. El masaje del rostro posee, por lo tanto, una dimensión a la vez estética y de bienestar.
Si el masaje del rostro ofrece una relajación y un bienestar rápidos, también actúa sobre la piel en profundidad, y mejora así su textura y su apariencia, alisándola y eliminando las tensiones acumuladas a diario. Contrariamente al resto de masajes, cuyo efecto se resiente sobre la persona que recibe el masaje, pero no se ve necesariamente, el masaje del rostro tiene una acción visible y duradera, a condición de renovarse el máximo posible.
Desarrollo de una sesión
El masajista comienza aplicando un aceite de masaje facial sobre la piel del paciente, luego se unta las manos y se las calienta con este cuidado. Luego, parte de la zona superior del rostro, siguiendo una línea mediana imaginaria, y luego realiza movimientos que van del interior hacia el exterior del rostro.
Con la yema de los dedos se detiene sobre la frente de la persona masajeada. Luego, continúa con las mejillas y las mandíbulas, con la palma de las manos. El cuidado se termina con unos gestos destinados a alisar los lados del rostro hasta la base del cuello.
Duración
Hay que contar de media unos 45 minutos para un masaje del rostro eficaz, realizado por un profesional. En cualquier caso, un automasaje en sesión de 10 a 15 minutos repetido cotidianamente permite disfrutar de todos sus beneficios.
Recomendaciones
Para aumentar los beneficios del masaje del rostro se recomienda utilizar un aceite que actúe sobre la piel, ofreciendo un brillo diferente y nuevo y despertando una mirada cansada y con ojeras. A veces se aconseja elegir un aceite adaptado al tipo de piel y también a los gustos de cada paciente. Esto aumenta los beneficios de la terapia.
El masaje del rostro se parece mucho al masaje del cuero cabelludo, que constituye una continuidad y un complemento de este cuidado. También se parece al masaje shiatsu y al de la reflexología, por su acción sobre unos puntos precisos, concretamente sobre el rostro, con el fin de ofrecer una relajación máxima y restablecer la circulación de la energía vital de manera armoniosa. ¿Te animas a probarlo?
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