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Gracias a un trasplante de útero, una mujer diagnosticada con infertilidad pudo tener a su bebé

Publicado 14 Ene 2020 – 05:41 PM EST | Actualizado 14 Ene 2020 – 05:41 PM EST
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La ciencia médica avanza a pasos agigantados. No son pocas las noticias acerca de un nuevo método, dispositivo o investigación que les brinden esperanza a quienes padecen una enfermedad cuya cura hoy en día es complicada o inexistente.

Nuevos procedimientos médicos también contribuyen a que las personas puedan tener una mejor calidad de vida, ya sea reemplazando un órgano o extremidad e incluso proporcionándoles uno del cual carezcan.

Ese es el caso de Jennifer Gobrecht, mujer de 33 años a quien le fue trasplantado un útero, debido a que nació sin ese órgano.

Lo más impresionante de todo es que en enero del 2020 Jennifer dio a luz al pequeño Benjamin Thomas Gobrecht.

El bebé se gestó dentro de un útero trasplantado a su madre, como parte de un ensayo de investigación de la Universidad de Pensilvania, el cual se inició en el 2017.

Benjamin es el segundo bebé que nace por medio de este método, pero es el primero que se gesta a través de un trasplante de útero para fertilidad de factor uterino (UNTIL, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Pensilvania.

«Uno de los días más difíciles de mi vida fue cuando tenía 17 años y aprendí que nunca podría llevar a mi propio hijo. Mi esposo y yo siempre hemos querido hacer crecer a nuestra familia, pero sabíamos que las opciones eran limitadas», confesó Jennifer Gobrecht.
«Y ahora aquí estamos, a pesar de todo, sosteniendo a nuestro hermoso bebé. Benjamin es un milagro perfecto. Todo gracias a un increíble equipo de médicos y enfermeras y la donante desinteresada que hizo realidad mi sueño de la maternidad», agradeció la feliz madre.

Jennifer Gobrecht nació con una enfermedad congénita llamada síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Ha (MRKH), la cual le provocó que tuviera ovarios perfectamente sanos pero un útero sin desarrollar.

La enfermedad MRKH afecta a 1 de cada 4 mil quinientas mujeres y hace imposible que puedan quedar embarazadas. Es (o era) una de las formas de infertilidad femenina irreversible más comunes, afectando al 5% de las mujeres en edad reproductiva en todo el mundo.

Una paciente con infertilidad por factor uterino no puede quedar embarazada porque nació sin útero, fue extirpado quirúrgicamente o no funciona adecuadamente.

Kathleen O'Neill, investigadora principal del proyecto, explica que para las mujeres con infertilidad por factor uterino el trasplante de útero es potencialmente un nuevo camino hacia la maternidad. Anteriormente sólo contaban con las opciones de la adopción y la ayuda de una portadora gestacional.

«Si bien todavía hay muchas incógnitas sobre el trasplante de útero, Jen y el bebé Benjamin evidencian que esta es una opción potencialmente viable para algunas mujeres», explicó O'Neill.

Gracias a la ayuda de Jennifer y otras madres voluntarias, los médicos podrán estudiar la manera de realizar el trasplante de útero de una forma más eficiente, disminuyendo aún más la tasa de riesgo.

Aunque existen otros programas de investigación, la mayoría se ha centrado en el trasplante exclusivamente de donantes vivos, por lo que hasta la fecha sólo ha habido setenta trasplantes de útero en todo el mundo.

El ensayo de la Universidad de Pensilvania es uno de los pocos que explora la donación de donantes vivos o fallecidos, un enfoque que tiene el potencial de expandir el conjunto de órganos disponibles para la donación.

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