Clarisa Figueroa y su hija Desiree enfrentan cargos de homicidio en primer grado, pues se les acusa de haber estrangulado a Marlen para extraer de su vientre al bebé que esperaba. “Él quiere vivir”, declara el padre del niño, Yovany López. El tercer acusado, Piotr Bobak, enfrenta cargos por haber ocultado el crimen.