En este pueblo costero colombiano quedaron varados cientos de cubanos cuando se les cerraron las fronteras de Panamá, que cruzarían para llegar a Estados Unidos. Ahora, el gobierno de Juan Manuel Santos amenaza con deportarlos. Tras el ultimátum, muchos han abandonado el albergue y se arriesgan a continuar su camino al norte, ahora a través de la selva.