La dura vida de una mujer que lleva 40 años cuidando a sus dos hijas con microcefalia

Los problemas de esta mujer comenzaron hace 43 años cuando la niña que llevaba en el vientre nació con microcefalia.
“Me dijeron que no era seguro que viviera tanto, que podía vivir unos siete meses o unos siete años y que iba a depender de mí toda la vida”, cuenta con angustia la hondureña Luz Fonseca sobre Bessy, quien nació en 1980.
Así pasaron 10 años, hasta que Fonseca volvió a quedar embarazada en 1990 y un doctor le anunció que Sury también iba a nacer con microcefalia.
Hoy, con ambas hijas congeladas en el tiempo y con sus gestos parecidos a los de unas niñas, Fonseca vive para y por ellas, quienes necesitan atención permanente porque simplemente no pueden valerse por ellas mismas.
“No puedo planear, no puedo ir a ningún lado porque no dependo de mí misma y siempre tengo que buscar quien cuide a mis hijas”, explicó Fonseca, quien a sus 66 años padece una insuficiencia cardiaca.
El padre de las mujeres es un hombre de 71 años, sin oficio que está lejos de Tegucigalpa buscando cualquier tipo de trabajo para conseguir dinero.
“He luchado como una leona”, apuntó la afligida mujer quien ve cómo sus hijas se mantienen entre las cuatro paredes de su humilde casa.
Mientras tanto, Fonseca siente miedo de la posibilidad de morirse primero que sus hijas. “Solo le pido a Diosito que me dé la fuerza necesaria y paciencia para soportar”, señala.
Fonseca espera que su historia conmueva y pueda llegar directo “al corazón de mucha gente” para recibir la ayuda necesaria para soportar la dura vida que le ha tocado. Los que quieran ayudar pueden llamar al: 011 (504) 9874-1191