Una madre mató a su bebé recién nacido al arrojarlo desde un balcón "cuando todavía no se había recuperado de los efectos del parto"
Una mujer de 34 años se declaró culpable este martes de haber matado a su bebé recién nacido al “arrojarlo desde el balcón de su departamento”.
Sarah Jayne Barron aceptó haber matado el 4 de diciembre de 2020 a su hijo de 12 meses en Somerset, Reino Unido, durante una etapa en la que “todavía no se había recuperado de los efectos del parto”, dijo la fiscal Anna Vigars durante audiencia en el Tribunal de la Corona de Bristol.
El cuerpo del bebé fue descubierto una semana después en el jardín privado de la mujer, quien en un principio negó cualquier acusación en su contra, aunque terminó aceptando haber cometido el infanticidio en esta breve audiencia.
Tras asumir la culpa del suceso, Barron fue puesta en libertad condicional bajo fianza hasta el próximo 14 de julio, día en el que será sentenciada.
El juez Peter Blair indicó que el hecho de que la imputada se haya declarado culpable terminará dándole “un crédito considerable” a la hora de ser emitida la sentencia en su contra, por lo que se prevé que no sea condenada de por vida.
Cadena perpetua: una rareza
Aunque en Reino Unido la pena máxima por infanticidio es cadena perpetua, suele ser inusual que una mujer acusada de este cargo reciba este tipo de condena.
El British Journal of Midwifery precisó en un comunicado publicado en 2015 que en los 10 años anteriores ni uno solo de los 59 casos de infanticidio se había saldado con una pena privativa de libertad.
El cargo, promulgado por la Ley de Infanticidio de 1922, conlleva la defensa de que la mujer en cuestión sufre una alteración del equilibrio mental como consecuencia del parto cuando se comete el delito.
Este contexto suele establecerse como una importante defensa de la acusada, en los casos en los que el incidente se produjo dentro del primer año posterior al parto.
Una tasa constante de infanticidios
La tasa anual de homicidios infantiles -45 por millón- en el país se ha mantenido razonablemente constante desde la Ley de Homicidios de 1957, expresó el diario Express.
Además, en Inglaterra y Gales se produjeron 2,226 muertes de lactantes menores de un año, durante todo 2020, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Nacionales.
