Mateo Ramírez, de 12 años, fue encontrado muerto en un camino entre Guanajuato y Jalisco, México. El niño desapareció tras dirigirse al consultorio dental donde trabajaba, luego de salir de la escuela. Los investigadores identificaron como principal sospechoso a Christian Augusto, el dentista con el que trabajaba el pequeño. Cuando iba a ser interrogado, el sujeto se disparó, pero sobrevivió y ahora deberá enfrentar a la justicia.
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