Ayuda para cumplir el 'Sueño Navideño' de Doña Gladys, quien necesita unos lentes para leer su Biblia y hablar con su familia
Gladys Hernández migró de Venezuela a Estados Unidos hace tres años. Desde que llegó, comenzó a sentir la angustia intensa de la lejanía. Hoy tiene como sueño navideño unos espejuelos que le permitan leer la Biblia y ver a sus familiares en la pantalla de su móvil.
Doña Gladys, de 73 años, ve muy pero muy lejos su regreso a Venezuela, a los brazos de su familia, de sus hermanas. “Lo que uno quiere es tenerlos cerca y abrazarlos. Es difícil”, dijo con voz quebrada la mujer quien vive en Miami a Univision.
Atrás, en su país quedaron los recuerdos de una vida dedicada a la profesión que la sostenía económicamente. “Yo trabajaba en edicación, yo era profesora, daba clases”, mencionó.
Su visión comenzó a debilitarse
Todo iba relativamente bien hasta que su visión empezó a debilitarse. Ya no podía manejar y se le dificultaba corregir los exámentes de sus estudiantes.
Ante la necesidad, una vez se compró unos espejuelos baratos que agravaron la condición de sus ojos. Cuando finalmente pudo ir a un especialista, recibió la noticia de que se había arruinado los ojos con esos lentes.
El médico le dijo a Doña Gladys que padece presbicia, que es la pérdida gradual de la capacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos, e hipermetropía avanzada, por lo que puede pueden ver claramente solo los objetos que se encuentran a gran distancia.
La situación económica de la maestra Hernández decayó y, con mucho dolor, decidió emigrar a EEUU con su hija hace tres años.
Resignada, intento seguir haciendo lo que mas le gusta, leer la Biblia, cocer, cocinar y sobre todo, hablar virtualmente con sus seres queridos a través del teléfono celular.
Sin embargo, muchas veces no puede reconocer a sus hermanas. “A veces pues la pantalla da dificultad porque con el teléfono no las veo con nitidez, en algunos casos las veo como borrosas”, mencióno.
No puede ver a su hermana gemela
Hernández aseguró que lo que más quisiera apreciar de sus hermanas y sobrinos son sus sonrisas, sus gestos. Con lágrimas en los ojos dijo que tienen una hermana gemela a quien no puede ver.
Ante el dolor, Hernández fue llevada con la doctora optometrista María Casas de Miami. “Su visión es 20/400 sin anteojos, pero cuando ella logra ponerse anteojos logra ver 20/25, casi perfecto”, mencionó la doctora.
La prueba que le realizó Casas mostró que lo que la señora Hernández necesita son unos espejuelos con la graduación adecuada para sus ojos cansados.
El gran problema, es que los lentes son caros. Como venezolana con TPS, Hernández no tiene los medios para comprarlos por lo que confía que un alma generosa se apiade de su caso y pueda ayudarla a cumplir el sueño navideño de poder ver a su familia y leer su Biblia.
Quien desee ayudar a cumplir el Sueño Navideño de doña Gladys, pueden llamar al: (786) 366-7919.
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