La acumulación de residuos se encuentra entre Hawaii y California, y tiene el doble del tamaño de Texas. Hasta la zona ha llegado un barco arrastrando más de 600 metros de tubo para intentar cercar la basura y que pueda ser recogida. El plan es quitar más de 50 toneladas de basura del océano para abril de 2019 y para el año 2040 haber retirado por lo menos el 90% del plástico que flota en el agua.