Una dieta que incluya fibra soluble ayuda a la salud del sistema digestivo y disminuye significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de color, garganta, mama y esófago. Crédito: Getty Images
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Probióticos. Cuando se habla de alimentos saludables para el intestino siempre se mencionan los probióticos, ya que contienen microorganismos vivos que son beneficiosos para el intestino. Crédito: Getty Images
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De acuerdo con diversos estudios los probióticos ayudan a mejorar la sensación de hinchazón y la digestión de la lactosa. Se pueden encontrar en alimentos como el yogur. Getty Images
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Vegetales. Especialmente las alcachofas, lechuga, puerros, cebollas, ajo y espárragos, son particularmente beneficiosos para el intestino ya que alimentan a las bacterias de nuestro intestino de forma saludable. Crédito: Lana_Malamatidi
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Fibra. La mayoría de la gente incluye en su dieta menos fibra de la que debería. Frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales aportan nutrientes al intestino. Crédito: iStock
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Además, la fibra te hace sentir más llena rápidamente, ayudándote a controlar el peso. Crédito: Getty Images
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Sin olvidar que la fibra ayuda a la digestión y a prevenir el estreñimiento. Es aconsejable agregarla a la dieta poco a poco; ya que incrementar el consumo de fibra muy rápidamente puede provocar gases y cólicos. Getty Images
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Aceite de oliva virgen extra. El que es extraído en frío, tiene unos 30 polifenoles que actúan como antioxidantes, lo cual reduce la inflamación y ayuda a reducir los efectos del envejecimiento, especialmente en el corazón y en el cerebro. Crédito: Shutterstock
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Estos polifenoles actúan también a favor de las bacterias intestinales, alimentándolas y produciendo sustancias que amortiguan la inflamación y ayudan al sistema inmunológico. Crédito: Shutterstock
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Menos Antibióticos. Gran parte de la comunidad científica concuerda en que este tipo de medicamento mata todo tipo de bacterias, incluso las que resultan beneficiosas para el organismo. Crédito: Shutterstock
