Un brote de sarampión cerca de Portland que afecta a 23 personas dispara emergencia sanitaria
Los responsables sanitarios del condado de Clark, en las inmediaciones de la ciudad de Portland declararon una emergencia de salud pública debido a un brote de sarampión en la zona. Las autoridades señalaron que personas infectadas con el virus del sarampión, muy contagioso, han visitado escuelas, iglesias, la oficina de un dentista y varios comercios, así como el aeropuerto internacional.
El martes se habían registrado 23 casos confirmados de sarampión y se estaban estudiando otros dos más. La gran mayoría de las personas enfermas no había sido vacunada. De los casos confirmados, 18 tienen entre 1 y 10 años. Los expertos advierten de que el brote podría estar solo en sus inicios ya que el periodo de incubación del virus es de dos semanas y es contagioso cuatro días antes de que aparezcan las erupciones en la piel. El sarampión es una enfermedad grave, muy contagiosa, que causa sarpullidos y fiebre.
"Es alarmente", dijo Douglas J. Opel, pediatra en el Seattle Children's Hospital, en declaraciones al diario The Washington Post. "Cada vez que tenemos un brote de una enfermedad para la que tenemos una vacuna efectiva y segura, deberían dispararse las alarmas".
El 7,9% de los niños que viven el condado de Clark estuvieron exentos, el curso escolar anterior, de las vacunas necesarias para entrar en la guardería, incluidas las dos dosis para el sarampión, efectivo en el 97% de los casos, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Solamente el 1,2% tenían una dispensa médica, lo que supone que cerca del 7% no se vacunaron por razones personales o religiosas. En todo el país, cerca del 2% de los niños no recibieron vacunas por razones no médicas. El alto porcentaje de niños no vacunados por razones diferentes a las médicas convierte esta zona en un "punto caliente" para los brotes, más susceptible al rápido contagio de las enfermedades prevenibles con vacunas.
Un estudio del verano pasado identificó un número de "puntos calientes" en Estados Unidos, como Portland y Seattle, que los expertos creen que son más vulnerables a la irrupción de enfermedades que se pueden prevenir con las vacunas. Estados como West Virginia o Mississippi, que no permiten las excepciones a la vacunación, registran porcentajes más altos de niños que reciben las vacunas.
El pasado noviembre se extendió un brote de varicela en Carolina del Norte, otra de las zonas que aparecen en este estudio como reticentes a las vacunaciones.
Esta posición antivacunas ha sido ampliamente desacreditada por la comunidad científica, a través de numerosos estudios, algunos de ellos realizados por el Institute of Medicine, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), National Institutes of Health, National Academy of Sciences y la Organización Mundial de la Salud.
"Hoy tenemos el privilegio de poder debatir la utilidad de las vacunas porque las muertes para la mayoría de las enfermedades prevenibles ya no son frecuentes en este país", sostiene Kathleen Winter, epidemióloga del departamento de Salud Pública de la Universidad de Kentucky.
"Este privilegio existe porque la gran mayoría de los individuos se han vacunado, y esto protege a los demás", subraya. Este escudo protector es crítico para individuos con sistemas inmunológicos debilitados, como recién nacidos, ancianos, personas que están sometidas a quimioterapia o mujeres embarazadas: los sectores más débiles de la sociedad. Los individuos saludables que eligen no vacunarse debilitan la fortaleza e integridad de este escudo.