No quería una fiesta de cumpleaños en la oficina y por eso será indemnizado con $450,000
Kevin Berling, un hombre de Kentucky, recibió $450,000 como compensación por parte de la compañía para la que trabaja por organizarle una fiesta de cumpleaños sorpresa a pesar de sus advertencias de que le provocaría estrés y ansiedad.
En 2019, Berling solicitó a su jefe en Gravity Diagnostics que no celebraran su cumpleaños, como normalmente acostumbraban, porque le podría provocar un ataque de pánico y traerle recuerdos incómodos de la infancia.
A pesar de la advertencia, sus superiores y colegas de la empresa dedicada a la realización de pruebas de covid-19 decidieron llevar a cabo la celebración en el mes de agosto de 2019, lo que le provocó un ataque de pánico.
El hombre salió de prisa de la oficina para irse a terminar su almuerzo a su auto. El gerente de la compañía decidió enviar al festejado dos días a casa para que se tranquilizara.
En la demanda presentada se señala que al volver al trabajo el hombre fue encarado y criticado por sus colegas por "robar la alegría de sus compañeros de trabajo" y "ser una niña".
Fue despedido injustificadamente
Gravity Diagnostics decidió despedir a Berling el 11 de agosto de ese año alegando “preocupaciones sobre la seguridad en el lugar de trabajo”.
En su demanda, el hombre alegó que la empresa lo había discriminado por una discapacidad y “tomó represalias injustas” en su contra.
Después de casi dos años de haber sido despedido y de un juicio que duró únicamente dos días a fines de marzo, el jurado le otorgó a Berling $450,000, incluidos $300,000 por haberle causado angustia emocional y $150,000 por salarios perdidos.
Tras conocerse la sentencia, Julie Brazil, directora de operaciones de Gravity Diagnostics, aseguró al diario local Link NKY que defiende su decisión de despedir a Berling, quien dijo que violó una "política de violencia en el lugar de trabajo".
"Mis empleados fueron las víctimas en este caso, no los demandantes", aseveró, y agregó que la empresa impugnará el veredicto y está evaluando una apelación.
Por su parte, Tony Bucher, abogado de Berling, dijo a la cadena BBC que no había absolutamente ninguna evidencia de que su cliente representara una amenaza para alguien en Gravity Diagnostics para justificar ser despedido.
"Tuvo un ataque de pánico. Eso es todo. Y, debido a que los representantes de Gravity Diagnostics no entendieron su respuesta de pánico y estaban desconcertados por su respuesta, asumieron que era una amenaza", afirmó el abogado.
"Asumir que las personas con problemas de salud mental son peligrosas sin ninguna evidencia de comportamiento violento es discriminatorio", concluyó.
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