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Lo que pueden hacer los maestros para ayudar a sus estudiantes a superar un tiroteo, y prevenir el siguiente

La clave para ayudar a los niños a lidiar a corto y largo plazo con las experiencias traumáticas como los tiroteos está en cinco pasos, explicados en una campaña del Departamento de Justicia: escuchar, reconfortar, inspirar, colaborar y celebrar. Te brindamos consejos para ayudar a los niños a sanar y reconstruir tras una tragedia.
19 Feb 2018 – 01:50 PM EST
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Es importante no solo que los niños sepan que las tragedias no duran para siempre sino también que pueden aspirar a un futuro brillante. Crédito: Joe Raedle/Getty Images

Los tiroteos en las escuelas no son nada nuevo en Estados Unidos. La masacre en un centro STEM de Highlands Ranch cerca a Denver, Colorado, este martes es la última, pero otras como la ocurrida en una secundaria en Parkland, Florida, en 2018 en la que murieron 17 personas, o la de la primaria Sandy Hook en 2012, han tocado un nervio sensible. Mientras que los políticos debaten qué hacer, muchos padres y maestros quieren tomar acción y se preguntan cómo.

Una nueva campaña, “Changing Minds,” o ‘Cambiando formas de pensar’, intenta crear conciencia sobre cómo los maestros y otros adultos pueden ayudar a los niños que han experimentado un trauma como un tiroteo, pero sobre todo a trabajar proactivamente para prevenir otra tragedia.

La campaña es un proyecto del grupo de justicia social nacional FUTURES Without Violence, en inglés, o ‘FUTUROS sin violencia’, en la que el Departamento de Justicia de EEUU formó parte. Esta resalta cinco cosas que pueden hacer los adultos que son modelos a seguir para sus estudiantes: Escucharlos, reconfortarlos, inspirarlos, colaborar con ellos y celebrarlos.

Escucharlos

Para todos los niños, pero particularmente para quienes han experimentado violencia traumática, “un adulto paciente y receptivo que los escuche puede ayudarlos a sentirse seguros y valorados”, según explica la página web de la campaña, y así disipar sentimientos de frustración y rabia antes de que sea demasiado tarde.


Seth A. Horowitz, un neurocientífico auditivo y autor de ‘La ciencia y el arte de escuchar’, dice que “la diferencia entre oír y escuchar está en la atención”. Escuchar atentamente, o enfocarse en lo que uno está oyendo, aunque a veces sea difícil, es la fundación de todos los otros pasos para apoyar a los estudiantes.

La campaña de Changing Minds se formó a partir de investigaciones sobre cómo la violencia y otros tipos de estrés pueden reestructurar los cerebros de los niños, desencadenando el miedo, la ansiedad y la impulsividad.

La campaña también enfatiza que las relaciones estables y de apoyo, las que los maestros y entrenadores muchas veces tienen con sus estudiantes, pueden detener y a veces revertir el daño.

Cómo escuchar mejor

  • No los interrumpas.
  • Si son niños pequeños, agáchate para hablarles a su altura.
  • Pon atención a su postura y expresiones faciales, no solo a sus palabras.
  • También pon atención a cómo juegan y qué tipo de arte crean.
  • Si es un adolescente, háblales mientras hacen una actividad, como un deporte o mientras están en el carro.
  • A veces ayuda no mirarse directamente a los ojos para que ellos puedan expresarse con menos presión.
  • Antes de dar consejos, escucha. Repite en tus propias palabras lo que te comunican ellos.
  • Expresa curiosidad en la niña o niño y haz preguntas. Pregúntale, “¿Qué parte de la tarea te pareció difícil? ¿Por qué?”, en vez de, “¿Por qué no hiciste la tarea?”.

Reconfortarlos

Reconfortar hace sentir a los otros seguros. Los estudios muestran que los adultos que proveen apoyo físico y emocional consistente pueden amortiguar la respuesta al estrés de “huir o pelear” en los niños.

Es importante demostrarles que estás ahí para ellos. A veces puede ser difícil mantenerse en calma cuando los niños están exhibiendo síntomas de estrés tóxico. Respirar profundo y contar hasta cinco te ayudará a ti mismo a lidiar con el estrés.

Cómo reconfortar mejor a los chicos

Escucha activamente, incluso durante momentos de estrés que parezcan pequeños. Esto es relativo y el niño o niña puede estar sufriendo mucho, aunque el incidente no parezca gran cosa a simple vista para un adulto.


  • Muéstrales compasión, no solo para hacerlos sentir bien, sino también para darles un ejemplo de cómo comportarse.
  • Muestra afecto, abrazalos. En niños pequeños usa sonidos reconfortantes y puedes darles una cobija o un peluche.
  • Dales maneras apropiadas de expresar su frustración, como romper papel.
  • Ayúdalos a identificar sus emociones. Puedes decir, “Veo que estás brava porque te tumbaron tu juguete”.
  • Practica y repite tácticas de relajación con ellos, como respirar profundo, contar hasta 10, meditación, hablarse a sí mismo de manera positiva.

Inspirarlos

Es importante no solo que los niños sepan que las tragedias no duran para siempre sino también que pueden aspirar a un futuro de verdad brillante. Esto ayuda a reemplazar las sensaciones de desesperanza y angustia que se sienten tras una catástrofe por la motivación, la inspiración, la amplitud y el bienestar.


  • Ofréceles actividades en las que puedan trabajar construyendo una habilidad de la que se sientan orgullosos.
  • Crea espacio y oportunidades para jugar sin estructuras, actuando, disfrazándose, jugando con música, con plastilina, etc.
  • Conéctalos con actividades extracurriculares como danza, teatro, música o deportes.
  • Habla con ellos sobre qué adultos iran y por qué. Nutre las cualidades positivas que veas en estos modelos.

Colaborar con ellos

Los estudios demuestran que los niños que han sido expuestos a estrés tóxico les puede costar trabajo ver y entender el punto de vista de otros. Lo que muchos atacantes masivos no tienen es justamente la empatía, o poder ver el mundo a través de los ojos de los demás. Estos jóvenes usualmente se sienten aislados, no tienen un sentido de pertenencia o la motivación para acercarse a otros o no saben cómo hacerlo.


  • Sugiéreles tomar un descanso cuando los niños se sientan atascados o frustrados.
  • Modela las palabras exactas que deben usar en momentos de frustración con sus compañeros.
  • Motívalos a unirse a actividades de trabajo en equipo, como música, deportes de equipo o teatro.
  • Conéctalos con servicios de apoyo de la escuela y la comunidad. Hazlos sentir que usar estos servicios es normal y que no tienen de qué avergonzarse.

Celebrarlos

Como maestro, puedes ayudar a los niños elevándolos, no menospreciándolos. ¿Cómo hacemos eso?

Una porra, un aplauso, una sonrisa, un saludo amable o una frase que los reconozca son expresiones simples que pueden ayudarlos a sanar mental y emocionalmente, a cambiar formas de pensar que no los ayuden y en cambio ayudarlos a prosperar.


  • Motívalos a celebrar su cultura y sus tradiciones, a interesarse en ella y ser curiosos.
  • Motívalos a ayudar a otros, a ofrecerse de voluntarios. Hazlo tú también con ellos para darles el ejemplo.
  • Elógialos públicamente cuando hagan las cosas bien. Cuando necesites redirigir su comportamiento, hazlo en privado y en calma.
  • Llámalos por su nombre, dales la mano, apláudalos o ‘choquen las cinco’.
  • Diles que te caen bien y diles qué es lo que los hace especiales.
  • En vez de criticar, identifica sus fortalezas y elógielas.

Un paso muy importante que no se menciona mucho es el cuidado personal. Según la campaña, "El cuidado personal es un mecanismo importante para cuidar a los demás. Para poder ayudar a los niños año tras año y tener el mayor impacto debemos cuidar nuestro recurso más esencial: nosotros mismos. Cuantos más adultos cuiden de ellos mismos y se auto regulen, se mantengan tranquilos, se apoyen a sí mismos, más podrán ayudar a los niños
a hacer lo mismo.


Para aprender más sobre la importante labor de los profesores latinos en nuestras comunidades, visita nuestro proyecto en conjunto con Pearson, Nuestros Maestros.

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