La mutilación y muerte de decenas de caballos genera indignación en Francia
En los últimos meses, sujetos desconocidos armados con cuchillos han seleccionado como sus presas a caballos y ponis en establos y praderas de Francia, haciéndoles crueles mutilaciones que parecen ser parte de rituales desconocidos por el momento.
Entre los ataques se incluyen heridas y también mutilaciones o cosas aún peores. La mayoría de las veces les cortan una oreja, generalmente la derecha, lo que recuerda la terrible tradición de la tauromaquia española. Pero en algunos casos también les han sacado los ojos, vaciado la sangre o arrancado algún órgano.
Se han reportado hasta 30 ataques en Francia, desde la región montañosa del Jura, en el este, hasta la costa atlántica, muchos este verano, dijo el viernes en una conferencia de prensa el ministro de Agricultura, Julien Denormandie.
Según la revista LePoint, en febrero se registró otro ataque y mientras aumentan las muertes también lo hace el misterior que rodea esta siniestra tendencia.
"No excluimos nada", dijo Denormandie antes de dirigirse a un club de equitación en la región de Saone-et-Loire, en el centro este de Francia, donde un caballo fue atacado el día antes.
"Todos los medios están en marcha para acabar con este terror", tuiteó el ministro.
Después del primer avistamiento sólido de un atacante, los gendarmes de Auxerre, en Borgoña, publicaron un boceto esta semana basado en la descripción de un hombre que se enfrentó con dos atacantes en su refugio de animales en un pueblo de la región de Borgoña-Franco Condado.
“Solía tener confianza a la hora de soltar a mis caballos a pastar. Hoy, siento el miedo en mis entrañas”, dijo el jueves Nicolas Demajean, que dirige el refugio Ranch of Hope, a una televisión local.
Alertado por los chillidos de sus cerdos, Demajean salió y se encontró con dos atacantes el pasado lunes. Él mismo resultó herido en el brazo tratando de enfrentar a uno de ellos, que empuñaba un cuchillo de podar, mientras el otro cortaba a dos ponies por los costados. Finalmente los hombres huyeron en un vehículo y los ponis están recuperándose, "pero traumatizados", dijo Demajean.
Al día siguiente, uno o varios atacantes desangraron a un poni joven en Saone-et-Loire. En otro caso, se extrajeron algunos órganos de un caballo. También un burro que supuestamente participó en los pasados mercados navideños de París murió en un espantoso ataque en junio.
¿Rito, 'challenge' o imitación?
La mutilación de caballos ni es algo nuevo, ni es un fenómeno exclusivamente francés. En las décadas de 1980 y 1990, cientos de caballos en Gran Bretaña y luego en Alemania, fueron mutilados, mientras que en la época medieval, las colas, los labios o las orejas de los caballos se cortaban como actos de venganza contra los propietarios.
En Francia, abundan las teorías sobre si las mutilaciones son un oscurso rito de un culto desconocido, un escalofriante 'challenge' de las redes sociales o actos de imitación. Existe una amplia especulación sobre cómo estos actos bárbaros, algunos quirúrgicos, podrían perpetrarse sin un conocimiento sólido de la anatomía equina o sobre un caballo en un pastizal presuntamente capaz de huir.
"Un caballo asustado en una pradera no será atrapado. El caballo que se siente seguro con la gente... vendrá, le resultará normal que le pongas un arnés o una cuerda alrededor del cuello", dijo la veterinaria Aude Giraudet, jefa de la división equina de la prestigiosa Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort, en las afueras de París, citada por la agencia AP.
"No estoy segura de que se necesite un gran conocimiento de los caballos", dijo Giraudet en una entrevista. Es importante saber cómo acercarse a ellos, desde el frente y no desde atrás. Se puede cortar una oreja mientras el caballo está de pie, pero para realizar mutilaciones más espantosas se necesaría que el caballo estuviera acostado, dijo. La veterinaria enfatizó que no quiso describir cómo poner un caballo en el suelo para no "dar la más mínima clase de herramientas y que les sea más fácil" a los que quieren matarlo.
"Si estuviera en Normandía, creo que estaría muy muy preocupada por esta epidemia", dijo, y agregó que se deben tomar medidas de seguridad, al menos instalar cámaras.
Se ha informado de dos mutilaciones en Normandía, la tierra de los caballos en Francia. Pauline Sarrazin, propietaria de Lady, uno de los dos animales atacados y que en este caso fue asesinado, montó un grupo privado de Facebook llamado "Justicia para nuestros caballos", con el objetivo de compartir historias y consejos. El grupo cuenta ya con casi 17,000 .
Miedo
El presidente de la Federación sa de Equitación se ofreció el viernes a ayudar a la policía a investigar los casos, dispersos por diferentes regiones.
"Todos tenemos miedo", dijo Veronique Dupin, funcionaria de un club de equitación en la región de Yvelines, al oeste de París, y pidió que no se identificara la ubicación exacta del establo por precaución. Su club instaló cámaras el año pasado debido a intrusos y alguien duerme allí todas las noches.
"A pesar de eso, no estamos a gusto", dijo, y enfatizó lo vulnerables que pueden ser los caballos. "Pueden ser grandes, pero son corderos", añadió.
También en Estados Unidos
Recientemente también se han producido matanzas de caballos en Estados Unidos, aunque en la mayoría de los casos no ha habido mutilaciones sino que los caballos han sido baleados.
En diciembre del pasado año, un residente del condado de Floyd, en Kentucky, encontró a 15 caballos muertos por heridas de bala, entre ellos dos potros y cuatro yeguas preñadas, según dijeron entonces las autoridades.
Algunos de esos caballos pertenecían a una manada salvaje, otros tenían dueño. Una semana después fueron encontrados otros seis ejemplares muertos en la misma zona.
Menos de un después de la matanza de Kentucky, en enero de este año, investigadores de los Bosques Nacionales de Apache-Sitgreaves, en Arizona, confirmaron el descubrimiento de ocho caballos muertos, también a tiros.