Sebastian, un bebé que fue operado del corazón cuando aún estaba en el vientre de su mamá

Aun no había nacido y ya Sebastian Havill era un pionero de la medicina al ser sometido a una cirugía que evitó un parto traumático y complicaciones potencialmente mortales para el pequeño.
Cuando estaba aún en el útero de su madre, el corazón del bebé fue sometido a una septoplastia auricular con balón (BAS) en el Hospital para Niños Enfermos y el Hospital Mount Sinai, en Toronto, Canadá.
Sebastian fue diagnosticado prenatalmente con una forma severa del defecto congénito del corazón llamado TGA o transposición de las grandes arterias. Es un raro mal que afecta apenas a entre el 5% y el 7% de los bebés con defectos cardíacos.
Es el primer bebé con esa condición operado con esta técnica en el mundo, según detalló a Univision Noticias Sally Szuster, jefa de Comunicaciones del hospital (conocido también como el SickKids).
El bebé tenía las arterias cardíacas invertidas: la que debe llevar sangre oxigenada al cerebro y al cuerpo, la llevaba a los pulmones, y viceversa. Pero además todas las paredes que separan las cavidades de su corazón estaban cerradas, lo que habría impedido que su sangre se mezclara y recibiera oxígeno una vez nacido.
Luego del diagnóstico, el 18 de mayo pasado, el equipo médico realizó la intervención. Desde el hospital explicaron a Univision Noticias que aguardaron algunas semanas para dar la noticia públicamente para respetar el espacio y la privacidad de los padres.
Los médicos introdujeron a través de una aguja especial en el útero de su madre, un globo en el corazón de Sebastian para abrir el tabique auricular. Faltaban apenas cinco días para su nacimiento.
"El día del procedimiento había dos quirófanos listos: un equipo se centró en la cirugía de corazón fetal y otro equipo aguardaba en caso de un parto de emergencia (...) en total 30 clínicos, incluyendo cirujanos, anestesiólogos, neonatólogos, especialistas en medicina fetal, en by cardíaco y pulmonar y enfermeras. No hubo problemas y no se necesitó el equipo de emergencia", detalla el hospital en su reporte.
"(Sin esa cirugía) el parto habría tenido que ser por cesárea, con reanimación neonatal completa (...) Una vez fuera del útero, solo hubiéramos tenido tres minutos para abrir su corazón (ya que) más tiempo el niño habría estado en riesgo de daño cerebral, derrame o potencialmente la muerte", dice el cardiólogo cirujano Rajiv Chaturvedi de SickKids, miembro del equipo de tres médicos que realizó el procedimiento.
El 23 de mayo, Kristine Barry pudo parir a Sebastian por parto vaginal. Nació un bebé "sano y vigoroso" según los médicos.
El procedimiento
El hospital canadiense explica que la septoplastia auricular con balón se realiza a casi todos los bebés con transposición de las grandes arterias (TGA).
Cuando los niños tienen TGA, la arteria aorta y las arterias pulmonares están cambiadas por lo que hay dos flujos circulatorios de sangre desconectados. Por ello, la sangre rica en oxígeno fluye solo a los pulmones mientras que la sangre con oxígeno pobre va hacia el cuerpo.
Esta intervención agranda el orificio natural entre la aurícula izquierda y la aurícula derecha. Con esta cirugía la sangre de ambos lados del corazón se puede mezclar, por lo que el oxígeno comienza a fluir hacia el cuerpo del pequeño.
Según la institución, esta es una medida temporal que permite al niño aguardar hasta estar listo para la cirugía siguiente conocida como interruptor arterial, que permitirá la circulación normal y correcta de sangre en el cuerpo.
Se realiza llevando un catéter con un globo desinflado en la punta a través de un vaso sanguíneo en la pierna o en el cordón umbilical. El catéter ingresa en la aurícula izquierda a través de un orificio normal, y una vez allí dentro se infla y se lo vuelve a traer hacia el compartimiento derecho. En ese retroceso, el globo inflado a su paso ensancha el orificio.
Segunda cirugía
"Este procedimiento (de cirugía fetal) era un riesgo extremadamente alto ya que nunca se había hecho antes del nacimiento en un bebé con esta condición (...) fue el puente que necesitábamos para poder hacer la corrección quirúrgica a corazón abierto de la TGA de Sebastian", dice el doctor Greg Ryan, jefe del programa de Medicina Fetal del Hospital Mount Sinai, otro miembro del equipo que realizó el procedimiento.
El corazón de Sebastian aún tenía que pasar por una segunda prueba: la reparación del interruptor arterial para corregir completamente su condición, una semana luego de nacer. La cirugía fue exitosa y no hubo complicaciones.
"Al recibir el (primer) diagnóstico, parecía que nuestro mundo estallaba alrededor de nosotros", dijo la mamá y agregó "pero este equipo inmediatamente nos llenó de confianza y nunca dudamos que un día tendríamos a nuestro hermoso y sano hijo".
Gracias al procedimiento médico, los padres de Sebastian, Kristine Barry y Christopher Havill, están disfrutando los primeros días de paternidad en casa con su hijo.