Se hicieron un 'facial vampiro' en un spa y contrajeron VIH: cómo evitar caer en las manos equivocadas
Luego de que se confirmara el diagnóstico de VIH en dos personas que se sometieron al 'facial vampiro' en un spa VIP de Albuquerque, el Departamento de Salud de Nuevo México está haciendo un llamado a todos los clientes que recibieron tratamientos en ese centro -que ya fue clausurado- a hacerse la prueba de forma gratuita.
Más allá de lo controversial de este tratamiento que ha ganado popularidad en los últimos años y cuyo nombre verdadero es facial de plasma rico en proteínas (PRP), la noticia se suma a otros casos de cirugías y otros procedimientos estéticos que han terminado mal por realizarse por proveedores o centros de dudosa procedencia que no se apegan a las regulaciones vigentes.
No siempre es fácil identificarlos y tampoco existe un único marco regulatorio que los rija. En el caso del Spa de Albuquerque, que daba la apariencia de ser confiable, fue sólo después de una inspección realizada por el Departamento de Salud del estado y el Comité de Barberos y Cosmetólogos de Nuevo México, que se determinó la presencia de prácticas no seguras que podrían propagar enfermedades o infecciones a los clientes.
A continuación, te ofrecemos consejos sobre cómo escoger un sitio legítimo y evitar riesgos.
La acreditación es la mejor garantía
La clave para tener garantías y protegerte de riesgos podría resumirse, en una palabra: acreditación, dice a Univision Noticias, Alexander Sobel, presidente de la American Board of Cosmetic Surgery (ABCS).
Para que un centro esté acreditado, debe cumplir con estrictos procesos de sanitización, personal, preparación ante emergencias y cuidado del paciente, que son supervisados por entes imparciales durante inspecciones hechas con cierta regularidad.
Algunos estados como Washington o Florida tienen sus propias acreditaciones y las exigen como requisito, pero no todos y los criterios o regulaciones de cada uno pueden variar, por eso, en el criterio de Sobel, lo mejor es que se tenga una nacional.
El profesional debe estar autorizado legalmente
No se debe confundir la acreditación con la licencia ( state license) –que equivale a permiso para ejercer y/o realizar determinados procedimientos y varía de estado a estado– o la certificación de un ente colegiado (board certification).
Las licencias para realizar determinados procedimientos estéticos también varían de estado a estado: en algunos una enfermera practicante (nurse practitioner) está autorizada para colocar inyecciones de bótox sin supervisión de un médico, mientras que en otros no. En todo caso, siempre debes asegurarte de que la persona que te vaya a atender esté autorizada legalmente para hacerlo.
La Asociación Estadounidense de Spas Médicos (AMSpa por sus siglas en inglés) explica en su web que la mayoría de los tratamientos que se reciben en un spa médico como láser, fillers, bótox, microneedling y ultrasonidos, se consideran terapias médicas por la mayoría de los estados y, como tales, deben ser realizadas por un profesional licensiado para hacerlo, sea el propio médico, una enfermera practicante ( nurse practitioner) o asistente de médico ( physician assistant), aclara a Univision Noticias Patrick Armstrong O’Brien, Coordinador Legal de esa organización. “Como guía, cualquier cosa con agujas o bisturí debe ser realizada como mínimo una enfermera registrada”, dicen en su web.
Lo primero: una evaluación médica
Los spas médicos respetables siempre te pedirán que hagas una cita donde se te evalúe y un profesional determine que seas un buen candidato para el procedimiento. “Si visitas un spa por primera vez y te permiten recibir el tratamiento sin antes ser evaluado por un médico o enfermera, es una señal de alerta”, advierte la Asociación Estadounidense de Spas Médicos. Pregunta por el médico y no caigas en el juego de aceptar excusas de por qué no necesitas verlo. “Son falsas y poco seguras”, recalcan.
Si parece sospechoso, es sospechoso
“Si algo te da mala espina, sea lo que sea, no accedas al tratamiento”, recomienda Sobel reiterando que estos procedimientos médicos estéticos son opcionales y que el paciente siempre debe sentirse seguro y no ser coaccionado a recibirlos de ninguna forma. También hay que mantener suma cautela ante promesas que suenan “demasiado buenas para ser verdad”.
No pagues muy poco por el tratamiento
El hecho de que sea sumamente económico, en comparación con otros lugares, habla de que hay una reducción de costos en la aplicación del tratamiento que podrían alterar su efectividad y su seguridad.
“Los buenos proveedores invierten mucho tiempo y dinero en entrenamiento, educación y licencias que son necesarias para ofrecer estos servicios”, explica Armstrong O'Brien y advierte que hay que tener cuidado con centros que ofrecen grandes descuentos y precios demasiado buenos para ser verdad. “Que se ofrezca una promoción u oferta es legítimo y válido; sin embargo, realizar estos procedimientos de forma segura implica ciertos costos, por eso, los mejores y más calificados spas médicos nunca van a ser los más económicos”, insiste.
Pregunta, pregunta y pregunta
Sobre el tratamiento, los riesgos y el profesional que te va a tratar. Sobel insiste en que no hay pregunta tonta y en que los pacientes no deben temer preguntarle al médico sobre su capacitación. “El médico debe estar orgulloso de hablar sobre su trayectoria, su educación y de todo lo que hace para atender bien a sus pacientes”, asegura. Siempre debe explicarte con detenimiento la terapia, los materiales o técnicas utilizadas y los posibles efectos secundarios -de haberlos-.
Revisa la experiencia del médico en el procedimiento específico que vas a hacerte. El área cosmética abarca muchos procedimientos y áreas del cuerpo. Que sea certificado por un ente colegiado ayuda, pero de por sí no es un aval de que sea un experto en determinado procedimiento.
Estas preguntas y otras disponibles en este link pueden ser un buen punto de partida:
- ¿Cómo te entrenaste en el procedimiento que estoy considerando?
- ¿Cuántos años llevas haciéndolo? ¿Cuántas veces lo has hecho?
- ¿Soy un buen candidato para este procedimiento?
- ¿Cuáles son los riesgos y beneficios?
- ¿Este centro es acreditado? ¿Qué acreditación tiene?
Investiga
En una industria tan diversa y con estándares no siempre uniformes, lo mejor que puedes hacer es informarte bien. Revisa cuánto tiempo tiene ese lugar operando, indaga en la trayectoria del dueño y el equipo médico, así como el tratamiento. Las páginas web de las oficinas de salud del estado tienen directorios donde puedes buscar al proveedor y revisar si ha tenido demandas legales o violaciones a su licencia.
Los reviews de Internet pueden ser útiles, aunque no siempre completamente fiables, advierte la Asociación Nacional de Spa Médicos que recomienda preguntar entre personas conocidas o hacer la búsqueda en sitios como Better Business Bureu.
Las apariencias importan (pero no te dejes engañar)
Si bien muchos spas, lucen impecables y tienen una atmósfera tipo hotel, Sobel aclara que el lugar donde se realice el procedimiento médico debe lucir como eso: una oficina médica con superficies esterilizadas y todo el equipamiento necesario.
Pedir que te muestren el medicamento o la etiqueta del producto que te colocarán no siempre valdrá la pena porque “igual podrían engañarte mostrándote una falsa o vieja”, por eso la acreditación es la mejor manera de tener garantías en ese sentido ya que se exige que haya un inventario y un registro detallado.