Por qué hay que recordar el vínculo del que nadie quiere hablar entre alcohol y cáncer de mama
“No puedes controlar cosas como el hecho de haber nacido mujer, o tus genes, o el momento en que tuviste la menstruación, cosas que aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama. Pero sí puedes controlar cuánto bebes. Así que, ¿por qué no controlar lo que sí puedes?" sostiene Drink Less for Your Breasts (“Bebe menos para tus senos”), una campaña con fondos del Programa de Investigación del Cáncer de Mama de California para concienciar, este mes de octubre, sobre los efectos del alcohol en el cáncer de mama y criticar el “lavado rosa”, la práctica comercial usada por algunas compañías que venden alcohol de incluir en sus productos un lacito rosa para incrementar sus ventas.
Respondemos dudas básicas sobre el impacto del alcohol en la salud de las mujeres y recomendamos hábitos beneficiosos para minimizarlo:
¿Hay una cantidad considerada segura?
El alcohol representa riesgos para la salud desde la primera gota: no hace falta emborracharse. Estudio tras estudio muestra que no hay un consumo considerado como seguro. “La importancia del consumo de alcohol como un factor que contribuye al problema del cáncer es a menudo subestimada”, señala uno de los principales estudios sobre el tema elaborado por la Sociedad Americana de Oncología (ASCO, por sus siglas en inglés), una organización que representa a muchos de los principales especialistas en cáncer del país.
¿Cuánto es, exactamente, una bebida?
La definición de una bebida es 14 gramos de alcohol, lo que suele significar una cerveza de 12 onzas, un vaso de vino de 5 onzas o un chupito de 1,5 onzas de licor, como ginebra o whisky. Una cerveza artesanal más fuerte o un trago más fuerte cuentan como más de una bebida.
“El alcohol es el alcohol es el alcohol. El tipo no importa. Lo que sí importa es saber cuánto estás bebiendo. Y no sólo contar el número de tragos que tomas, sino también fijarte en el contenido de alcohol de lo que estás bebiendo”, dice la campaña. “Así que la próxima vez que estés en el supermercado, o salgas con tus amigos, o disfrutes de una bebida en casa, mira la etiqueta”, apuntan.
"El alcohol deja una impresión duradera. Independientemente de la cantidad o el tipo de alcohol que bebas, si has nacido mujer, el alcohol aumenta el riesgo de cáncer de mama. Aunque bebas pequeñas cantidades", señala este tuit.
¿Por qué impacta tanto a las mujeres?
Las investigaciones demuestran que el riesgo de cáncer aumenta con el consumo excesivo de alcohol, incluso para las mujeres que no beben todos los días. El consumo excesivo de alcohol -cuatro o más bebidas de una sola vez- se asocia, por sí mismo, a un mayor riesgo de cáncer de mama.
El alcohol aumenta los niveles de estrógeno, una hormona importante para el sistema reproductor femenino. El estrógeno puede favorecer el crecimiento y la multiplicación de las células mamarias, lo que puede provocar un aumento de la densidad mamaria, y se sabe que una mayor densidad mamaria aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. El alcohol también
reduce los niveles de folato, importante para la formación y el mantenimiento del ADN.
¿Afecta solo a las mujeres?
Hombres y mujeres sufren sus efectos, pero el cáncer de seno es el más diagnosticado en las mujeres; se calcula que una de cada ocho tendrá un cáncer de mama en algún momento de su vida. Entre otras cosas, el alcohol aumenta el peligro de recaídas de cáncer de mama. En comparación con las mujeres que no beben, las mujeres que consumen tres bebidas alcohólicas por semana tienen un riesgo de un 15% más alto de padecer cáncer de mama. Ese riesgo aumenta otro 10% por cada trago adicional que las mujeres toman de forma regular cada día, según los expertos. (El riesgo global de una persona depende también de otros factores, por lo que ese aumento sería más significativo para una persona con antecedentes familiares de cáncer de mama).
Alrededor de 250,000 mujeres estadounidenses recibieron un diagnóstico de cáncer de mama en 2018 (la estadística más reciente), y 42.465 murieron de él. Esto hace que el cáncer de mama sea el segundo más común (después del cáncer de piel) y el segundo más mortal (después del cáncer de pulmón) en las mujeres.
Relacionados
¿Una copita de vino al día puede ser demasiado?
¿Y su vínculo con la pandemia?
Los días de consumo excesivo de alcohol entre las mujeres (así como en la población en general), definidos como cuatro o más bebidas en un par de horas, aumentaron en un 41%, según una encuesta de la Corporación RAND que comparó un sondeo de referencia realizado en la primavera de 2019 con sus respuestas durante un seguimiento en la primavera de 2020.
¿Por qué no prohibirlo, si es tan perjudicial?
A la gente le gusta beber y no le gusta escuchar las consecuencias de este hábito. El experimento de prohibición que emprendió EEUU de 1920 a 1933 (la famosa “Ley seca”) fue desastroso.
Sin embargo, la cantidad importa. Activistas y expertos en salud abogan por que las advertencias en torno al alcohol se parezcan a las del tabaco, y de hecho La Federación de Consumidores de EEUU y otras siete organizaciones de defensa (entre ellas Breast Cancer Prevention Partners y la Sociedad Americana de Oncología Clínica) solicitaron a la Oficina de Impuestos y Comercio de Alcohol y Tabaco del Departamento del Tesoro de EEUU en 2020 y de nuevo en 2021 otra advertencia: "Según el Cirujano General, el consumo de bebidas alcohólicas puede causar cáncer, incluidos los de mama y colon". El cambio tendría que ser aprobado por el Congreso.