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Leche de fórmula

Cuando la leche materna no es una opción: por qué la fórmula es necesaria para algunos bebés

La escasez de la leche de fórmula para bebés ha llamado la atención hacia la necesidad del producto, especialmente para los pequeños que no pueden ingerirla.
Publicado 19 May 2022 – 10:13 PM EDT | Actualizado 19 May 2022 – 10:13 PM EDT
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“El pecho es lo mejor” es el mantra que repiten especialistas y las principales entidades médicas, como la Organización Mundial de la Salud. Pero el hecho es que la lactancia materna no funciona para todos y en plena escasez de leche de fórmula, el estrés aumenta para estas madres.

Morgan Fabry es una de ellas. “Me molestan las personas que me dicen: ‘Oh, solo amamanta’”, comenta, al explicar que no es tan sencillo.

La escasez de fórmula para bebés, motivada en gran parte por los problemas para reabrir Ley de Producción de Defensa y a permitir más importaciones de otros países. ¿En qué escenarios la lactancia queda también descartada? Existen varios factores, así como continúa el estigma contra las madres que no pueden producir leche materna o que, por diversas razones, no pueden dar lactancia a sus hijos.

La capacidad de producir leche

No todas las madres tienen la capacidad de producir la leche necesaria para sus bebés.

Corryn Chini tuvo problemas para alimentar a su primer bebé, nacido en 2018, y dice que el hecho de que su cuerpo no produjera suficiente leche materna la llenó de “culpa”.

“Me costó mucho trabajo producir leche materna y sentí una inmensa culpa por no tener éxito”, explicó Chini. “Al final, nunca pude producir lo suficiente, y tuvimos un diagnóstico tardío de frenillo lingual [en el bebé]… fue un desastre. Cuando tuve un segundo, pensé: ‘Puedo hacer esto’ y, de nuevo, simplemente no funcionó". Su hija menor, Evangeline, nació hace tres meses y Chini la alimenta con fórmula.

Estrés y enfermedades

Hay varias barreras para amamantar, incluidos problemas médicos para el bebé o la madre y las condiciones laborales y de vida.

La doctora Lori Feldman-Winter, presidenta del grupo de lactancia de la Academia Estadounidense de Pediatría, explicó que la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses es recomendada y segura para la mayoría de los bebés, pero cumplir con las recomendaciones puede ser “muy desafiante” porque muchas madres también son trabajadoras.

Los bebés con una afección poco común llamada galactosemia clásica no pueden metabolizar el azúcar en la leche materna y necesitan ser alimentados con fórmula, afirmó Feldman-Winter.

Algunas condiciones médicas dificultan que las mujeres amamanten, y no se recomienda para las personas con VIH o que se someten a un tratamiento contra el cáncer. Y la lactancia materna exclusiva es difícil para las mujeres que trabajan, que tienen que bombear repetidamente a lo largo del día.

“Hay barreras aún mayores en áreas desatendidas, mujeres que trabajan por salarios por hora en trabajos mal pagados. Esas mujeres tienden a tener incluso menos apoyos para poder seguir amamantando”. El estrés, además, libera una hormona que dificulta la producción de leche, dijo.

No todos los bebés responden igual a la fórmula

Millones de bebés en Estados Unidos dependen de la fórmula, que es la única fuente de nutrición recomendada para los bebés que no son amamantados exclusivamente. La escasez ha obligado a algunos padres a cambiar de fórmula, lo que, según los médicos, está bien en la mayoría de los casos.

Pero una fórmula separada. Un niño fue dado de alta el martes, mientras que el otro permaneció en el hospital en condición estable. Los dos recibieron líquidos por vía intravenosa y nutrición suplementaria.

Falta de información y estigmas

Cuando Isabel Ramos dio a luz en febrero, trabajó duro para tratar de amamantar a su hijo, creyendo que sería beneficioso para su sistema inmunológico y mejoraría la conexión madre-hijo. Intentó bombear y trabajó con asesores de lactancia, pero el bebé no se aferró a su pecho.

“Te sientes como un fracaso porque no puedes darle a tu bebé lo que necesita y lo que quiere”, dijo la madre primeriza de Lawrenceville, Georgia. Debido al estigma, le tomó un tiempo decirle a la gente que no estaba amamantando.

Ella está luchando con esos sentimientos nuevamente porque sigue escuchando cosas de parientes y extraños en línea, como que debería esforzarse más por amamantar debido a la escasez de fórmula. “Muchos hombres tienen opiniones al respecto. Lo siento, ¿están tratando de amamantar? No. Entonces, déjenme en paz”, afirmó Ramos.

Ana Rodney, quien dirige MOMCares, una organización de Baltimore que brinda suministros para bebés y apoyo a las nuevas madres en la comunidad negra de la ciudad, dijo que la escasez ha afectado duramente a muchas familias allí. La alimentación con fórmula suele ser más común entre las mujeres negras, a menudo porque no reciben el estímulo o el apoyo de la comunidad médica blanca para amamantar, dijo Rodney.

La lactancia materna requiere tiempo, “poder sentarse con su bebé, poder vincularse con su bebé y trabajar en su suministro de leche, no poder volver a trabajar”, dijo. “No es tan fácil para algunas de nosotras, incluso si queremos”.

Problemas médicos del bebé

La bebé de Callie Salaymeh, Hazel, tenía solo un par de semanas cuando Salaymeh encontró sangre en su pañal y la llevó a la sala de emergencias de Chicago.

La pequeña tenía intolerancia a algunas de las proteínas de la leche materna de Salaymeh, y eliminar los alimentos de la dieta de Salaymeh no ayudó. Hazel tuvo que cambiarse a una fórmula de prescripción especial para bebés con afecciones gastrointestinales.

“Sentimos que la escasez nos golpeó antes de que afectara al público en general”, dijo Salaymeh, cuando su farmacia llamó para decir que la fórmula recetada no estaba disponible.

Cuando solo les quedaba una lata, Salaymeh comenzó a mezclar la fórmula recetada con una fórmula de venta libre para bebés con estómagos sensibles hasta que se pudo encontrar más fórmula recetada. Mezclaron fórmulas durante unas tres semanas, con la esperanza de que la pequeña Hazel no se enfermara.

Por suerte, Hazel parecía estar bien con la mezcla, y Salaymeh espera que pronto pueda superar la intolerancia a los alimentos, como le ocurre a la mayoría de los bebés.

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