“Estamos amputando constantemente”: las consecuencias de la diabetes en la población hispana de San Antonio
La comunidad hispana en San Antonio (Texas) hace frente a una crisis provocada por la elevada incidencia de la diabetes en la ciudad. Los expertos consideran que el impacto que tiene esta enfermedad entre los latinos se debe a una combinación de varios factores como el estilo de vida, la dieta, la cultura, la genética, los obstáculos socioeconómicos o el a la atención sanitaria. Esta situación impacta sobre todo en los hombres, según explica The New York Times en un reportaje publicado este miércoles.
“Estamos amputando constantemente”, explica Michael Sobolevsky, podólogo del Texas Diabetes Institute, gestionado por University Health, al diario neoyorquino. Este médico considera que las consecuencias de la diabetes tipo 2 en San Antonio –con una mayoría de población mexicano-estadounidense– “es un problema enorme”. “Me atrevería a decir que es la capital mundial del pie diabético, en lo que respecta a las complicaciones [de la enfermedad]”, añade.
Texas tiene una de las tasas más elevadas del país con amputaciones relacionadas con la diabetes, alrededor de 52 por cada 100,000 ingresos hospitalarios, según los registros citados por The New York Times. Comparando por géneros, la prevalencia es más mayor entre los hombres que entre las mujeres, de acuerdo al artículo publicado por este periódico.
“La comunidad hispana es la población más importante y creciente de Estados Unidos, y los individuos hispanos corren un alto riesgo de padecer diabetes. Muchos factores, como las barreras educativas, socioeconómicas, culturales y lingüísticas, el estilo de vida, el a la atención sanitaria, una mayor resistencia a la insulina y la susceptibilidad genética a la obesidad, conducen al desarrollo de la diabetes en la comunidad hispana”, explica un equipo de investigadores del Texas Tech University Health Sciences Center en un estudio publicado en 2023 en el International Journal of Molecular Sciences.
La diabetes ha ido en aumento en todo el mundo, y las comunidades latinas de Estados Unidos se han visto especialmente afectadas, tal y como sostiene el citado medio. En Estados Unidos, 136 millones de personas conviven diariamente con la diabetes o la prediabetes, según los últimos datos publicados por el indios americanos y nativos de Alaska (13,6%), seguidos de los negros no hispanos (12,1%), la población de origen hispana (11,7%), población asiática no hispana (9,1%) y los adultos blancos no hispanos (6,9%).
Además de la resistencia a la insulina y de “genes” que predisponen al páncreas de los latinos y los nativos americanos a “producir insulina insuficiente”, el doctor Ralph DeFronzo, explica a The New York Times que la cocina “tex-mex de San Antonio -que a menudo es rica en aceites grasos y carne roja, e incluye productos como tortillas de harina y dulces ricos en carbohidratos procesados- puede causar estragos en el organismo”.
Más allá de estas cifras y de la prevalencia de la diabetes entre “las minorías raciales y étnicas”, un equipo de Emory University (Atlanta) explica que los pacientes que provienen de estos entornos “tienen menos probabilidades de recibir cuidados preventivos”, “como las pruebas de hemoglobina A1c (HbA1c), el cribado anual del colesterol y los exámenes de retina”, tal y como recoge el estudio publicado en 2022 en Current Diabetes Reports sobre las complicaciones de la diabetes entre las minorías étnicas de Estados Unidos.
76% de la población de San Antonio tiene sobrepeso
El origen de esta enfermedad está vinculado a “factores relacionados con el estilo de vida”, como “una dieta poco saludable”, escaso ejercicio físico, estrés u obesidad, añaden los investigadores de la University Health. Las cifras que cita The New York Times apuntan que el 76% de la población adulta en San Antonio es obesa o tiene sobrepeso.
En San Antonio esta enfermedad tiene un impacto directo en la sociedad. “Si se analizara a toda la población [de la zona], se descubriría que probablemente una de cada dos personas mayores de 40 años padece diabetes", indica DeFronzo al medio neoyorquino.
En 1999 se abrió el Texas Diabetes Institute en la parte oeste de la ciudad, una zona hispana, con menos recursos sanitarios que otras áreas más ricas del municipio, tal y como afirma el citado periódico. Este emplazamiento asiste actualmente a 80,000 personas.
En estos últimos meses, el instituto se ha centrado en los efectos “desproporcionados”, asegura The New York Times, que ha tenido esta enfermedad entre los hombres y, en una última etapa, en los niños. En este último año, las hospitalizaciones de los varones menores de 18 años aumentó un 36%.
Para Julius Hunter, coordinador del programa de Prevención y Control de la Diabetes en San Antonio, la incidencia de esta enfermedad entre los hombres podría atribuirse a “la cultura”, apunta al citado medio. Considera que una educación dirigida a la población masculina, centrada en resistir e ignorar las heridas, ha provocado que no presten atención a los primeros síntomas de la enfermedad. De hecho, añade que a los talleres y las formaciones sobre diabetes casi siempre acuden mujeres.