Tres de cada cuatro bebés cuya madre tuvo zika durante el embarazo en Estados Unidos no fueron examinados con un encefalograma al nacer, y uno de cada tres tampoco recibió otro tipo de análisis para detectar posibles defectos neurológicos. Las alarmantes estadísticas provienen del más reciente reporte de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), basado en data recopilada entre el 15 de enero y el 27 de diciembre de 2016.