Una mujer es la segunda persona "curada" de VIH sin tratamiento o trasplante de médula ósea
Una noche de marzo de 2020, un médico salió a toda velocidad de un hospital de la ciudad argentina de Esperanza con una hielera en mano. Afuera, entregó el paquete a un hombre que ya lo esperaba en un automóvil. El contenedor transportaba la placenta de una mujer que acababa de dar a luz y con ella cientos de millones de células de una singular paciente que este lunes, casi dos años después, se dio a conocer que quedó libre del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida.
El hombre se enfiló a su destino, un instituto de investigación biomédica ubicado a 300 millas en la ciudad de Buenos Aires con su carga. No obstante, la placenta de la paciente y sus más de 500 millones de células, tenía una hora de caducidad para seguir siendo útiles para su análisis: la medianoche.
Desde que se conoció el caso de la mujer, hoy de 30 años, fue uno bastante singular para los investigadores.
Siete años atrás, en 2013, había sido diagnosticada como portadora del VIH, pero, curiosamente, no había mostrado signo alguno de la enfermedad por lo que no recibió ningún tratamiento regular para su infección.
Y no solo eso, en todo el tiempo posterior a conocer su diagnóstico, las pruebas que se le realizaron no arrojaron evidencia alguna de que el virus estuviera vivo y se replicara en su cuerpo.
La mujer fue considerada como una rara "controladora de élite" del virus.
La paciente recibió análisis frecuentes
A partir de 2017, investigadores en Massachusetts estuvieron recolectando muestras de sangre de la paciente escaneando meticulosamente el ADN de más de mil millones de células, buscando señales de que el virus aún se escondía, inactivo, pero listo para cobrar vida si las condiciones eran las adecuadas, pero no fue así.
Al momento de conocer que la mujer estaba embarazada, los científicos se interesaron por la placenta del bebé, que está cargada de células inmunitarias maternas, un entorno rico para extraer virus furtivos.
Aquella noche de marzo de 2020, el hombre llegó al instituto de investigación biomédica a tiempo, a pesar de las restricciones de movilidad que en ese momento se habían impuesto por la pandemia de covid-19 en el país. La placenta fue analizada y, sorprendentemente, no fue hallado ningún rastro del virus.
Este lunes, en un artículo publicado en la revista Annals of Internal Medicine, los investigadores informaron que la “Paciente de Esperanza”, como ha sido identificada, parece haber erradicado el virus mortal de su cuerpo sin la ayuda de medicamentos o un trasplante de médula ósea —un procedimiento con el que ya se han curado dos personas— lo que la convertiría en la segunda persona que se habría curado del VIH, sin medicamentos ni ningún otro tratamiento. La otra paciente fue Loreen Willenberg, de 67 años.
Esperanza para otros pacientes con VIH
"Esto nos da la esperanza de que el sistema inmunológico humano sea lo suficientemente poderoso como para controlar el VIH y eliminar todos los virus funcionales", dijo Xu Yu, inmunólogo del Instituto Ragon de MGH, MIT y Harvard y autor principal del nuevo informe al sitio de noticias de salud Stat. "El tiempo lo dirá, pero creemos que ha alcanzado una cura esterilizante".
El descubrimiento se anunció previamente en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas de marzo pasado, y se sabe que podría ayudar a identificar posibles tratamientos para alcanzar la cura del VIH, virus con el que viven alrededor de 38 millones de personas en todo el mundo y por el que unas 690,000 personas perdieron la vida por enfermedades relacionadas con el sida durante el 2020.
Solo dos veces en la historia los médicos han curado eficazmente el VIH, en los años 90 con “el Paciente de Berlín” y en 2019 Adam Castillejo, conocido como “el Paciente de Londres”.
Los dos casos demostraron que la cura era factible, pero los trasplantes son costosos y peligrosos y es difícil encontrar donantes.
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