¿Le conviene a Trump enfrentarse a DeSantis y los demás candidatos en el primer debate republicano?
A pesar de haber sido imputado penalmente en tres casos, y de afirmar que fue notificado por el fiscal especial Jack Smith que es objeto de una investigación criminal por sus esfuerzos para anular las elecciones de 2020, Trump domina las encuestas y la recaudación de fondos entre votantes republicanos.
Ante la posibilidad de que el favorito para los votantes republicanos no se presente al debate, la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, lo exhortó públicamente a participar.
“Creo que él debe estar en el escenario. Quiero en el escenario todos los que califiquen, obviamente”, dijo McDaniel a Fox News, y aunque aseguró haber conversado con el exmandatario sobre el tema, no aportó detalles sobre el diálogo.
“Esta es una oportunidad para nosotros contrastar nuestras ideas respecto a las demócratas. No se trata solamente de las primarias, también se trata de la elección general, porque necesitaremos votantes independientes y otros para ganar la Casa Blanca”, explicó McDaniel.
Pero Trump parece que se inclina hacia otra dirección.
¿Por qué Trump no quiere ir al debate?
“Me gusta debatir. Probablemente estoy aquí debido a los debates”, le dijo Trump a la televisora Fox News en junio.
“Pero cuando tienes 40 puntos de ventaja, ¿por qué permitiré a esas personas (los demás candidatos) que me critiquen?”, agregó, refiriéndose a la amplia ventaja que le otorgan las encuestas.
Aunque el promedio de encuestas actualizado por la página web fivethirtyeight.com muestra a Trump con menos ventaja de la que afirmaba tener, tiene unos considerables 30 puntos porcentuales por encima del gobernador de Florida, Ron DeSantis, considerado su rival más fuerte.
El argumento de Trump de no permitir a otros que usen su plataforma para proyectarse es muy usado en política, sin embargo, por las características de su situación particular, con varios procesos legales abiertos, tiene sus riesgos.
Algunos estiman que su ausencia del podio del primer debate permitiría a sus rivales aprovechar la ocasión para presentar un argumento convincente de por qué el Partido Republicano debe alejarse de Trump.
“Si él no está en ese escenario, las otras personas en ese escenario no harán otra cosa sino criticar a la persona que no está”, dijo al diario The Hill David Urban, excolaborador de Trump en sus dos campañas electorales previas. “Y lo criticarán y dirán cosas, y él no podrá responderles”.
Trump no va al debate y le quita audiencia
La reticencia de Trump hacia los debates no es nueva.
Durante la campaña electoral de 2016, Trump se ausentó del último debate republicano antes del caucus en Iowa y celebró justo a esa hora un evento electoral, con lo que succionó mucha de la atención que esperaba tener el careo entre aspirantes republicanos.
Este año parece que repetirá la receta, a juzgar porque Trump explora conceder una entrevista al programa en Twitter del comentarista Tucker Carlson a la misma hora del debate, según la revista Vanity Fair.
Así, lograría no solamente disputarle el protagonismo de la noche a los otros precandidatos presidenciales de su partido, sino hacerlo con un presentador como Carlson, bastante más complaciente con él que los presentadores del debate, Bret Baier y Martha MacCallum.
Una oportunidad para Tucker Carlson de "vengarse" de Fox
Trump ha reiterado críticas sobre la cobertura que recibe en Fox News, especialmente después de que esa televisora declarara ganador en 2020 a Biden en Arizona, un claro indicio de la derrota que sufriría Trump.
La agencia AP reportó que Fox News no entrevistó a Trump en vivo desde fines de septiembre de 2022 a finales de marzo de 2023.
Por otra parte, entrevistar a Trump a la misma hora del debate le permitiría a Carlson demostrar su influencia en el ecosistema conservador estadounidense, incluso después de que Fox News lo despidiera en abril.
Para Carlson sería una posibilidad de venganza con la cadena de la que que la demandaba por perjudicarla difundiendo a sabiendas noticias falsas sobre el también ficticio fraude electoral del 2020 del que se sigue quejando Trump.
El problema de Trump con el formato de los debates (de todo tipo)
Las reticencias de Trump no solo se han presentado en debates republicanos. Las tiene incluso con los presidenciales que organiza la Comisión para Debates Presidenciales, un ente sin filiación partidista encargada de organizar estos careos, que son una sagrada costumbre en los procesos electorales estadounidenses.
En todos los procesos electorales en los que ha competido, Trump y su equipo de campaña han acusado a la comisión, sin ninguna clase de pruebas, de favorecer a los candidatos demócratas y ha asegurado que sus directivos son de tendencia liberal.
En 2020, Trump se retiró del segundo debate previsto contra el demócrata Joe Biden después de que la comisión propuso convertirlo en un evento virtual debido a la pandemia del coronavirus. Trump había contraído el virus poco antes.
Reince Priebus, ex jefe de gabinete de Trump, cree que el expresidente sí asistirá al debate de Milwaukee.
“Si él piensa que le va a ir bien en un debate, y él ya sabe que más de 20 millones de personas lo mirarán, creo que será muy difícil que él diga que no”, dijo Priebus a la televisora CBS.
Lo que le dicen a Trump De Santis y otros
Hay otras exhortaciones para que Trump participe que no son tan cordiales, como la crítica que recibió de DeSantis tras sugerir que se ausentaría del debate.
“Nadie tiene garantizada esta nominación” del Partido Republicano, dijo DeSantis al presentador radial Howie Carr. “Tienes que ganarte la nominación, y asistir a eventos como Family Leader en Iowa, hacer cosas como estos debates. Son partes importantes del proceso”.
El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, fue más duros con el expresidente, a quien tildó de “mentiroso y cobarde”.
“Vamos, Donald, sube al escenario y defiende tu legado”, dijo Christie a la televisora ABC. “Si quieres ser el nominado, necesitas defender tu legado”.
Christie apoyó la primera candidatura de Trump en 2016 e incluso encabezó el equipo de transición después de las elecciones, pero aumentó sus críticas contra el magnate neoyorquino a raíz del asalto perpetrado contra el Capitolio el 6 de enero de 2021.
¿Quiénes sí participarán en el debate?
El Comité Nacional Republicano estableció en junio los requisitos necesarios para debatir el 23 de agosto: los candidatos deben obtener al menos 1% de apoyo en tres encuestas nacionales o 1% en dos encuestas nacionales y 1% en dos encuestas estatales.
También deberán reunir al menos 40,000 donantes únicos, con al menos 200 donantes únicos por estado; y comprometerse por escrito a apoyar a quien obtenga la nominación republicana.
Según el diario USA Today, los candidatos que parecen reunir todas las condiciones para participar además de Trump, son DeSantis, Christie, la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley; el empresario de biotecnología Vivek Ramaswany; y el senador por Carolina del Sur, Tim Scott.
Los candidatos que aún no reúnen los requisitos incluyen al exrepresentante por Texas, Will Hurd; el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum; el exgobernador de Arkansas, Asa Hutchinson; el inversionista texano Ryan Binkley; el alcalde de Miami, Francis Suárez; el comentarista conservador Larry Elder.
En ese grupo está el exvicepresidente Mike Pence, uno de los que se ha alejado de Trump y ha criticado su manera divisiva de hacer política.