"Me torturaron, me golpearon": los emotivos testimonios de policías durante la audiencia sobre el asalto al Capitolio
Con el poderoso y emotivo testimonio de cuatro oficiales de policía que intentaron detener la turba de simpatizantes de asaltó el edifico del Capitolio de Washington DC el 6 de enero, empezó sus funciones el comité selecto de la Cámara de Representantes encargado de investigar los sucesos de aquel día.
En la sesión de esta martes, los oficiales explicaron cómo se vieron desbordados por la violencia de la turba, parte de la cual había salido de un mitin que poco antes había ofrecido el entonces presidente a las afueras de la Joe Biden en las elecciones de noviembre.
Pese a la presencia de dos representantes republicanos: Liz Cheney, de Wisconsin, y Adam Kinzinger, de Illinois, Nancy Pelosi, de aceptar algunos de los nombres que proponían los republicanos para ocupar los cinco puestos que tenían asignados.
Aunque la crítica republicana es que la comisión carece de independencia y que su único fin es culpar a Trump de los eventos de aquel día. Los demócratas responsabilizan al entonces presidente de haber difundido la "Gran Mentira" de que había perdido las elecciones por culpa de un inexistente fraude y que eso contribuyó a movilizar la ira de sus simpatizantes.
En la sesión del martes, el comité escuchó el testimonio de dos agentes de la policía del Capitolio -Harry Dunn y el sargento Aquilino Gonell-, y dos oficiales de la Policía Metropolitana de Washington DC -Michael Fanone y Daniel Hodges.
Gonell empezó la audiencia ofreciendo el recuento más emotivo de cómo se desarrollaron los violentos eventos. En su testimonio, el sargento recordó a los congresistas su experiencia como militar en Irak y su condición de inmigrante venido de República Dominicana, y cómo fue llamado traidor por los insurrectos y hasta escuchó cómo algunos decían que debía ser ejecutado.
La estrategia de iniciar labores con el relato de los policías neutraliza las críticas conservadoras y, sobre todo, confronta a los republicanos que suelen presentarse como defensores de los uniformados, lo que les dificultaría en este caso cuestionar la validez de los testimonios y el sufrimiento de los agentes.