Por criticar a Donald Trump, Liz Cheney se prepara para una derrota (pero tiene un as bajo la manga)
Es probable que las críticas de Liz Cheney al expresidente Donald Trump hayan perjudicado sus opciones de reelección en su estado, Wyoming. Pero hay quienes apuntan que la vicepresidenta del de la Cámara Baja que investiga el asalto al Capitolio pudo haber perdido apoyo en su estado pero que ha ganado una importante proyección a nivel nacional.
La congresista, que tiene con su apellido la estirpe republicana herencia de su padre, el vicepresidente de George W. Bush, Dick Cheney, fue una de las más feroces críticas de Trump en especial por su rol de azuzar a sus seguidores con mentiras sobre fraudes electorales y el desenlance violento del 6 de enero de 2021 en Washington DC.
Esas implacables referencias de Cheney a Trump desde su sitio en la investigación del asalto al Capitolio fueron pieza central de una estrategia de campaña para seguir representando al estado en el único escaño que tiene en la Cámara Baja que fue poco convencional y bien podría conducir a su desaparición política, al menos a corto plazo.
Pero muchos aliados de Cheney están preparados para una derrota en las primarias republicanas del 16 de agosto en Wyoming contra la retadora respaldada por Trump, Harriet Hageman.
Pero a medida que se acerca el día de las primarias, también hay una sospecha generalizada de que esta estrategia poco ortodoxa de 'resignarse' a un resultado avderso en las elecciones de Wyoming en 2022 puede terminar por colocarla en una posición más sólida a nivel nacional para una potencial contienda presidencial para 2024.
Liz Cheney ahora tiene gran alcance nacional
El feroz mensaje anti-Trump de Cheney ha fortalecido su marca nacional al mismo tiempo que amplió una red nacional de donantes de campaña y críticos de Trump en ambos partidos que podrían impulsar una posible candidatura de la representante a la Casa Blanca.
Cheney aún no ha tomado ninguna decisión sobre 2024, pero no ha descartado una candidatura presidencial como republicana o independiente.
“Lo más importante es proteger a la nación de Donald Trump”, dijo en una entrevista con ABC News días atrás, añadiendo que tomaría una decisión en el futuro.
Los partidarios de Cheney entienden la paradoja política que enfrenta en Wyoming, el estado donde Trump obtuvo su mayor margen de victoria, de 43 puntos porcentuales, hace menos de dos años.
"Ella sabía que se estaba disparando políticamente en el pie (en Wyoming) y que iba a andar cojeando por el resto de su vida. Pero pude ver que esto se convertía en algo más grande", dijo Landon Brown, representante del estado de Wyoming y aliado de Cheney, sobre la inquebrantable postura de Cheney sobre las acciones de Trump.
Cheney, la cara más visible de los republicanos que dicen "no" a Trump
Cheney, la hija de 55 años del exvicepresidente Dick Cheney, es quizás la más conocida entre el pequeño grupo de los republicanos opuestos a Trump que evalúan las candidaturas presidenciales para 2024. Incluyen al gobernador de Maryland, Larry Hogan, y el único colega republicano de Cheney en la comisión del 6 de enero, el representante Adam Kinzinger, republicano por Illinois, quien optó por no buscar la reelección este otoño.
Trump probablemente dominaría un gran campo de oponentes en las primarias presidenciales si se presentara nuevamente, como ha dicho que lo hará. Pero también hay un grupo notable de votantes republicanos ansiosos por superar a Trump.
Aún así, pocos creen que un crítico abierto de Trump podría finalmente prevalecer en una primaria presidencial republicana. La gran mayoría de los votantes republicanos todavía aprueban a Trump.
Amenazas de muerte y presiones a las que Cheney no cedió
Aunque sus aliados pueden ser optimistas sobre su futuro a largo plazo, a Cheney ciertamente le gustaría evitar una gran derrota en su estado natal.
Al enfrentarse a amenazas de muerte constantes en su estado, se ha visto obligada a abandonar las campañas tradicionales, cambiando los mítines públicos y los cabildos abiertos por eventos privados en los que su presencia a menudo se revela al público solo después de su conclusión.
Además, el Partido Republicano de Wyoming votó el año pasado para censurar a Cheney antes de decidir dejar de reconocerla como republicana por completo.
Las oficinas locales del Partido Republicano ofrecen letreros de jardín para la oponente de Cheney, Hageman, y muchos otros republicanos en la boleta electoral, pero no para ella
Con pocas opciones, recurrió a los demócratas en busca de ayuda. El sitio web de su campaña incluye un enlace a un formulario que permite a los votantes cambiar su afiliación partidaria para participar en las primarias republicanas.
Cheney ha resistido la presión privada de algunos aliados para alejarse de su mensaje anti-Trump. Muchos republicanos en la boleta electoral de este año que criticaron a Trump después del 6 de enero han tratado desde entonces de eludir la controversia centrándose en problemas locales en sus distritos, el presidente Joe Biden o la inflación.
Pero Cheney no cedió a la presión.
En su video de anuncio de la campaña de reelección en mayo, prometió “rechazar las mentiras” sin rendirse “a la presión o intimidación”.
Mientras tanto, Trump ha hecho de la derrota de Cheney una prioridad principal.
Él la llamó un “ser humano despreciable” y en mayo, Trump viajó a Casper, la segunda ciudad más grande de Wyoming, para reunir apoyo para Harriet Hageman, quien ha arrasado en el estado cortejando a pequeñas multitudes rurales circulando libremente por Wyoming.
La Policía del Capitolio asignó a Cheney un destacamento de seguridad personal en agosto pasado, una medida que se toma solo cuando los del Congreso enfrentan amenazas de seguridad creíbles.