Corte Suprema también revisará caso electoral: defensores del voto advierten que podría desatar un "caos"
La Corte Suprema de Justicia accedió esta semana a revisar un caso que podría implicar un parteaguas en la forma en la que se regulan las elecciones presidenciales y del Congreso de EEUU. Defensores del voto advierten que el fallo podría dar un grave golpe a la democracia estadounidense.
Al menos cuatro jueces acordaron escuchar un caso de Carolina del Norte que evalúa cuánto poder tienen los legisladores estatales sobre las elecciones federales. En otras palabras, van a revisar si las cortes en el estado pueden intervenir en el proceso de redibujar los distritos del Congreso (redistritación) e introducir cambios en las elecciones federales; o si la autoridad recae únicamente sobre las legislaturas estatales. Actualmente, las cortes y otras agencias pueden intervenir si se determina que hay una violación a la constitución estatal.
"Este caso podría alterar profundamente el balance de poder en los estados y prevenir que cortes estatales y agencias ofrezcan protecciones al derecho al voto de la gente", señaló Rick Hasen, profesor de derecho en la Universidad de California, Irvine, citado por la agencia AP. "Hay muchas formas en las que la Corte podría tomar una decisión en este caso. En un punto extremo, implicaría un reajuste radical del sistema con el cual hacemos elecciones".
Expertos han alertado que, dependiendo del fallo, los legisladores estatales podrían cambiar las leyes electorales para favorecer a sus partidos políticos, sin que, por ejemplo, el gobernador tenga autoridad para vetar la ley o los tribunales puedan intervenir para proteger a los votantes. Las cortes estatales han intervenido en múltiples casos para evitar la manipulación de mapas electorales y el avance de leyes que dificultan el voto. Las legislasturas también podrían introducir restricciones en las elecciones legislativas nacionales o la selección de los electores que luego eligen al presidente del país.
De acuerdo con la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, los republicanos controlan 30 de los cuerpos legislativos estatales. Los demócratas, 17.
La Corte Suprema, conformada actualmente por seis de nueve jueces de tendencia conservadora, decidió tomar el caso Moore vs. Harper, poco después de que derogara Roe vs. Wade y dejara la regulación del aborto en manos de los estados. El diario The Washington Post destaca que también opta por considerar el caso cuando el comité encargado de investigar el asalto al Congreso el 6 de enero de 2021 obtuvo evidencia que sugiere que el presidente Donald Trump, en un intentó por alterar los resultados de las elecciones presidenciales, buscó socavar el conteo de votos electorales para que las legislatura estatales enviaran electores alternativos.
¿De qué se trata la "teoría de la legislatura independiente"?
Con el caso de Carolina del Norte el máximo tribunal consideraría una controversial idea conocida como "teoría de la legislatura independiente", impulsada por grupos conservadores que hasta ahora habían permanecido al margen, según la cual las legislaturas estatales tienen el control de las elecciones federales.
"Creemos que es una noción peligrosa y que ocasionaría un caos en nuestra leyes electorales si se mantiene esa noción", le dijo a reporteros Michael Waldman, presidente del Brennan Center for Justice de la Universidad de Nueva York, de acuerdo con NBC News. "Sería una toma de poder extraordinaria por parte de actores políticos si la corte confirma su validez, y haría mucho, mucho más difícil o imposible que las cortes estatales defiendan el derecho al voto, combatan la manipulación política al momento de redibujar los distritos congresionales o defender en general los derechos electorales de los ciudadanos".
En Carolina del Norte, las cortes pararon un plan de redistritación de la Asamblea General que parecía favorecer a candidatos republicanos en 10 de los 14 distritos congresionales del estado. En otros estados, los tribunales estatales han también intervenido para frenar los planes de las legislaturas republicanas. El rol de las cortes estatales es todavía más crucial luego de que en 2019, la Corte Suprema decidiera que las cortes federales no tienen jurisdicción sobre denuncias de manipulación política de los distritos.
Suenan las alarmas
El abogado especializado en el derecho al voto y afiliado al Partido Demócrata, Marc Elias, le dijo a The Washington Post que el caso podría llevar a que las legislaturas tomaran control de los electores encargados de decidir las elecciones presidenciales.
"Si crees en la forma más fuerte (de esa teoría) entonces los legisladores pueden hacer lo que quieran y no hay supervisión judicial", señaló Elias, según el medio. "Como yo lo veo, los republicanos intentaron subvertir las elecciones del 2020, pero fueron torpes y ahora están aprendiendo de eso cuáles son los puntos de presión y las vulnerabilidades de nuestros sistemas electorales, y refinando sus tácticas".
Por otro lado, Jason Torchinsky, un abogado republicano que intercedió ante la Corte Suprema para que tomara el caso, le dijo a la agencia AP que es absurdo pensar que el máximo tribunal permitirá que las legislaturas tengan un control ilimitado sobre los comicios federales. Argumentó que en 2015, el supremo determinó que las legislaturas no tienen poder absoluto sobre las elecciones, al dejar que una comisión de redistritación de Arizona le quitara autoridad a los legisladores para dibujar los límites de los distritos congresionales. Sin embargo, fue una victoria cerrada para la comisión y la composición de la corte ha variado.
El abogado David B. Rivkin Jr., quien formó parte de la istración de Ronald Reagan y George W. Bush y ha avanzado la idea del poder de la legislatura sobre las elecciones federales, rechazó en entrevista con el Washington Post que la teoría pueda abrir la puerta para que las legislaturas manipulen las elecciones, o dejen de presentarse demandas basadas en discriminación racial u otros aspectos amparados bajo la Constitución.
Sin embargo, grupos que defienden el derecho al voto han sonado las alarmas.
"En sus formas más extremas, (la teoría) llevaría a un caos en la gestión de las elecciones al anular decenas de leyes electorales que los votantes han aprobado en referendos, que están incorporadas en constituciones estatales y que han sido promulgadas en regulaciones istrativas, como el registro de votantes, el voto por correo y el derecho al voto secreto", escribió Eliza Sweren-Becker, abogada del Brennan Center for Justice, en un artículo. "Y la teoría retiraría muchos controles sobre los legisladores estatales, desatando a los mismos cuerpos que han aprobado leyes que dificultan el voto, particularmente para estadounidenses de color, y haría más fácil la interferencia en los resultados electorales".
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