Arranca en Oklahoma el primer juicio contra productoras de opioides acusadas de crear “la peor crisis de salud de la historia”
La gigante Johnson & Johnson, Purdue Pharma y la empresa israelí Teva Pharmaceuticals están siendo acusadas por la fiscalía estatal de Oklahoma por supuestamente mercadear poderosos productos analgésicos de manera que sobrevaloraba su efectividad y minimizaban los riesgos de adicción contribuyendo con la grave crisis de consumo de opiodes que padece el país.
El fiscal general de Oklahoma, Mike Hunter, aseguró que “la crisis (que) está devastando a Oklaoma (…) es la peor crisis de salud creada por la mano del hombre”, al presentar sus argumentos de apertura ante el tribunal de la ciudad de Norman, la tercera en importancia del estado.
Se trata del primer juicio de su tipo contra empresas farmacéuticas por su responsabilidad en la crisis de opioides, que de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), genera la muerte de 130 personas al día. De las 70,200 personas que fallecieron en 2017 por sobredosis de opioides, casi el 70% tuvo por prescripciones ilegales o accedió ilegalmente al medicamento, según CDC.
Las empresas rechazan los argumentos del estado y aseguran que la suya es una industria fuertemente regulada y supervisada a nivel federal por la Agencia de Drogas y Alimentos (FDA), y que, de acuerdo a los argumentos de la defensa, son los doctores los responsables de las prescripciones de sus productos.
Además, argumentan desde la industria, muchos de opioides consumidos son obtenidos ilegalmente, mediante robos en centros de salud o el forjamiento de recetas médicas.
Uno de los abogados del equipo que representa a Johnson & Johnson argumentó que la empresa y sus subsidiarias solor representan una pequeña parte de la inmensa cadena de comercialización y que su marca de fentanil, Duragesic, es una mínima fracción del mercado en Oklahoma, además de que no tiene problemas de abuso o venta ilegal, como otras dirgas.
Oklahoma afirma que las empresas generaron un perjuicio al público cuyo manejo costará al estado unos 17,500 millones de dólares por los próximos 20 años, aunque Johnson & Johnson estima que la figura del “perjuicio colectivo” que esgrime la fiscalía no aplican en este caso.
Purdue Pharma, fabricante de OxyCotin, y Teca Pharmaceuticals llegaron a un acuerdo con la fiscalía por un total de 350 millones de dólares tras recibir acusaciones semejantes
El caso de Oklahoma puede marcar el rumbo de centenares de acusaciones similares contra empresas farmacéuticas en el resto del país, en la medida en que puede sacar a la luz documentación sobre lo que las compañías y cómo respondieron ante las evidencias sobre la adicción que causan sus productos.