El fracaso de Andrew Yang en Nueva York: ni la celebridad ni la promesa de dinero gratis fueron suficiente
la alcaldía de la ciudad de Nueva York en enero como el aspirante a vencer.
El año anterior, el exejecutuvo de empresas tecnológicas había construido una imagen nacional como aspirante a la nominación presidencial demócrata por su estilo relajado, su renuencia a usar corbatas y, sobre todo, por su propuesta para dar $1,000 a los ciudadanos bajo el concepto de ingresos básicos universales.
Pero la noche del martes, a pocas horas de terminar la votación de las elecciones primarias de la ciudad, Yang reconoció su derrota desde un hotel en Hell's Kitchen, el barrio en medio de Manhattan donde vive con su esposa Evelyn y sus dos hijos.
Había quedado en cuarto lugar en el recuento inicial de los votos que fueron emitidos usando un nuevo sistema que permitió a los votantes clasificar en orden de preferencia al menos cinco candidatos. Obtuvo el 11,7% de los votos emitidos, mientras que Eric Adams, el presidente de Brooklyn, se colocó a la cabeza con el 31.7%, según datos de la agencia de AP.
Aunque los resultados no son los definitivos, se deberá esperar hasta el 29 de junio para terminar de contar los votos bajo el nuevo sistema electoral, Yang reconoció ante sus seguidores: “No voy a ser el próximo alcalde de la ciudad de Nueva York basado en los números que han llegado esta noche".
Yang se mantuvo a la cabeza la mayor parte de la campaña de las elecciones primarias en las que se presentaba como un innovador que reconstruiría la economía de la ciudad golpeada por la pandemia y su manejo para que funcionara para sus habitantes, según la página de campaña.
El programa de ingreso básico universal, el mismo que promovió como precandidato presidencial, era una de sus cartas claves que contemplaba poner dinero en los bolsillos de la población de más bajos ingresos, incluyendo los inmigrantes indocumentados.
“Creo que soy un neoyorquino de sentido común que ve qué podemos hacer que nuestra ciudad funcione mejor y resolver problemas.”, dijo Yang en una entrevista con Univision Noticias en abril, donde señaló que aceptaba que lo describieron como “progresista racional” en una de las ciudades más progresistas del país.
Su suerte empezó a cambiar a finales de mayo, a un mes de las elecciones primarias, y cuando la campaña por Zoom había llegado a su fin y los candidatos empezaron a recorrer barrios, estaciones de metro e iglesias.
Para entonces, una serie de encuestas mostraron que estaba perdiendo ventaja frente a Adams, expolicía que también sirvió en el Senado estatal, y la excomisionada de sanidad de la ciudad, Kathryn Garcia, dos candidatos con gran experiencia cargos públicos de la ciudad.
"Creo que el apoyo que Yang mostró al comienzo de la campaña fue humo y espejos", dijo al medio Crain 's New York George Arzt, un consultor político que trabajaba para la campaña del ex ejecutivo de Citi Ray McGuire, quien también compitió para lograr la nominación demócrata por la alcaldía de la ciudad.
“Tenía una gran personalidad, era divertido y le gustaba a la gente, pero ahí es donde terminó", agregó.
Una ciudad en crisis
La caída del Yang y el aumento de la popularidad de Adams coincidió con un aumento de incidentes de delincuencia en el metro de la ciudad, una crisis de salud mental de personas sin hogar agravada por la pandemia y tiroteos en Times Square.
En mayo también se agudizaron las críticas de sus oponentes por la supuesta falta de conocimiento sobre la ciudad, aprovechando algunos deslices del mismo Yang.
En una conferencia de prensa para habla de la reforma policial, se mostró poco familiarizado con una ley que había sido derogada recientemente y que protegía los registros disciplinarios de los oficiales del público.
En otra conferencia de prensa anunció que quitaría al estado el control de la Autoridad de Transporte Metropolitano, conocida como MTA, que se encarga de los sistemas de metro, autobús y trenes de Nueva York, sin poder explicar cómo lo haría.
Luego, en un foro virtual sobre personas sin hogar, propuso que la ciudad debería crear refugios para víctimas de violencia doméstica, al tiempo que moderador de debate explicaba que ya existen.
Yang es neoyorquino. Nació en Schenectady, una ciudad del estado a más de tres horas de Nueva York. Ha vivido por 25 años en esa ciudad, donde conoció a su esposa y con quien tiene dos hijos. Sin embargo su vínculo con Nueva York fue constantemente cuestionado.
Le llovieron las críticas cuando dijo que viviendo en un apartamento de dos habitaciones, en el barrio de clase media de Hell's Kitchen, debía trabajar y ayudar a sus hijos en la escuela, cuando los neoyorquinos en medio de la pandemia estaban encerrados en sus apartamentos, la mayoría de los cuales con seguridad son más pequeños que los del excandidato.
En otro tuit, escribió el mensaje “NYC ama sus bodegas” junto con un video en un establecimiento espacioso y de pasillos anchos y bastante surtido de productos que no asemejaba a la tradicional bodega, que son tiendas pequeña que ofrece productos básicos como papas fritas, dulces, leche y boletos de lotería.
O cuando dijo que su estación de metro favorita era Times Square, el simbólico centro neoyorquino que es muy popular con turistas del mundo entero pero al que los 'verdaderos neyorquinos' nunca van. Ese desliz remató las críticas de 'forastero' que le hacían sus contrincantes
Sin apoyo en sectores clave
Los resultados preliminares de las elecciones primarias muestran que la caída de Yang obtuvo un bajo apoyo en las urnas en comunidades claves, como negros y latinos.
Una caída notable, considerando que el emprendedor neoyorquino se mantuvo en las dos encuestas realizadas por Univision Noticias como el favorito entre los votantes hispanos que representan casi el 30% de la población de la ciudad, según el Censo de Estados Unidos.
“Me gustaría que la comunidad latina me recordara como el alcalde que se encargó de que los latinos fueran tratados exactamente igual que cualquier otro neoyorquino. Si pudiera ser recordado de esa manera, sería un logro asombroso”, dijo a Univision Noticias durante la campaña.
Según un mapa del diario The New York Times, Adams es quien habría logrado el apoyo de la comunidad hispana y negra.
En tanto, Yang obtuvo el apoyo de la comunidad asiática -- con quienes se unió en las últimas semanas contra los ataques registrados contra sus , especialmente por parte de personas con problemas mentales
También logró un gran apoyo de los judíos ortodoxos que se vieron atraídos por su posición de no intervenir en las yeshivas, los centros educativos a los que se les ha criticado por la falta de rigurosidad académica tradicional.
Pero claramente, las matemáticas no dieron, como diría el propio Yang, y su proyecto para dirigir la ciudad más compleja de EEUU no pudo concretarse.