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Sin educación, la paz será imposible en Colombia

“La responsabilidad del gobierno colombiano, el actual y los que vienen, es mayúscula en una etapa posconflicto, pues tiene el reto de ofrecer un plan educativo tan efectivo como que es el mayor reto para lograr de verdad una paz duradera”.
Opinión
Escritor y editor en el noticiero nacional de Univision.
2016-10-21T09:25:44-04:00
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Manifestante por el sí a la paz en Colombia, el 12 de octubre de 2016 Crédito: Luis Robayo/AFP/Getty Images

En alguna oportunidad cuando el doctor Antanas Mockus se lanzó por primera vez como candidato a la presidencia de Colombia, después de hacerle una entrevista para la radio en la que yo trabajaba, junto con el presidente de la emisora, le hicimos una invitación a él y a su esposa a un partido de béisbol de los Marlins en Miami. Era la primera vez que él y su joven esposa asistían a un juego de este deporte y, a la fuerza, Mockus tuvo el peor maestro de béisbol pues mis conocimientos eran muy limitados y él lo preguntaba todo detrás de cada jugada.

Pero lo que más recuerdo de aquel encuentro es que, en el intercambio de palabras en el estadio, le pregunté algo que se me había pasado en la entrevista radial ¿cuál era su propuesta para lograr la paz en Colombia? En ese entonces no se trataba solamente de guerrilla sino también de la violencia del narcotráfico, la que azotaba al país.

“Mi propuesta es algo imposible de lograr”, me respondió. “Habría que desaparecer una generación de colombianos, quizás dos. Y educar como debe ser a quienes los reemplazarían”. ¿Se da cuenta que es imposible?, me dijo.

Nunca olvido su comentario con gran contenido de sabiduría, ironía, desconsuelo, impotencia. Provenía de un intelectual que cambió las aulas por la política y a quien millones de colombianos siguen irando y creyendo.

Su comentario, mientras la pelota iba de primera a segunda base, quedó grabado en mi mente para siempre. Lo he digerido en múltiples ocasiones, y me doy cuenta de que hoy la responsabilidad del gobierno colombiano, el actual y los que vienen, es mayúscula en una etapa posconflicto, pues tiene el reto de, sin desaparecer a ninguna generación, ofrecer un plan educativo tan efectivo como que es el mayor reto para lograr de verdad una paz duradera.

Son miles y miles los escenarios que podremos encontrar cuando 17.000 hombres y mujeres se incorporen a la vida civil sin haber recibido más educación que la de manejar un fusil, un machete, una granada o cultivar drogas ilícitas.

Colombia ya vivió esa experiencia pero en menor escala. Entre los años 2002 y 2016 han sido 57,923 los reinsertados, según cifras del mismo gobierno (Agencia Colombiana para la Reintegración – ACR). La mayoría de ellos provenientes de las autodefensas. Y en el pasado se han desmovilizado guerrilleros de grupos armados como el M-19, EPL, Quintín Lame, el Partido Revolucionario de los Trabajadores y la Corriente de Renovación Socialista. Con niveles educativos muy bajos, analfabetas o que tan solo han ido a la escuela primaria, aunque los hay con nivel universitario, pero muy pocos. Según estadísticas, el nivel educativo de los exguerrileros en Colombia indica que el 46.3% no ha culminado la escuela primaria.

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, dijo el expresidente sudafricano Nelson Mandela. Y en eso coincide con Antanas Mockus. Y ese es el factor más importante que Colombia entera debe tener en cuenta para cambiar los fusiles por lápices y cuadernos.

En un trabajo investigativo del diario La Patria de Manizales (Julio 6, 2016) encontré algunas respuestas al interrogante de si está lista la educación colombiana para recibir a los reinsertados de las FARC. Y la respuesta podría ser positiva en la medida en que en el plan de paz del gobierno se destacan siete estrategias que en resumen son:


  1. Alfabetización
  2. Educación para Jóvenes y Adultos
  3. Modelo de Formación para la Reintegración
  4. Modelo Educativo de Perdón y Reconciliación
  5. Modelo a Crecer
  6. Modelo de Servicio de Educación Rural
  7. Modelo Etnoeducativo

Cuando entramos en detalle en esta estrategia podemos ver que se ha avanzado, pero aun falta mucho, muchísimo por calcular. La educación especial no deberá ser tan solo para los reinsertados sino también para los millones de desplazados y luego para el pueblo en general que tendrá que estar preparado para el no rechazo, para la no venganza, para evitar manifestaciones de odio, para aceptar. La educación será necesaria también para las fuerzas armadas, para funcionarios del gobierno a toda escala, e irónicamente hasta para los mismos educadores.
Colombia no debería crear escuelas o colegios exclusivos para guerrilleros. Pero ¿querrán los colombianos enviar a sus hijos a escuelas o colegios donde van exguerrilleros? El dilema ha sido analizado por expertos del gobierno, pero no compartido suficientemente con el pueblo.

Existe aun mucha tela de donde cortar, pero lo que sí puedo asegurar, sin el más mínimo temor a equivocarme, es que: “Sin educación, la paz será imposible en Colombia”.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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