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De vuelta al progreso con Clinton-Rosselló

“Los líderes actuales en la isla, desde mi perspectiva, han fracasado en canalizar y transformar la actual crisis en una oportunidad para el pueblo de Puerto Rico”.
Opinión
Presidente del Caucus Hispano de la Juventud Demócrata de Estados Unidos y abogado en Puerto Rico
2016-05-09T12:11:45-04:00
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Seguidor de Clinton en San Juan, Puerto Rico, durante las primarias de 2008 Crédito: Justin Sullivan/Getty Images

La época de 1992-2000, quizá representó para muchos en la isla de Puerto Rico lo que pudiésemos llamar la época dorada (o de progreso) en nuestra economía (y la de Estados Unidos). Para otros, los más jóvenes, que no tuvieron la dicha de vivirla, tratare de dar un pequeño trasfondo. Dos apellidos lideraron tanto en la isla y en los Estados Unidos: el exp residente demócrata Bill Clinton y el exgobernador demócrata Pedro Rosselló González.

Para ese entonces, el joven Ricardo Rosselló (hoy candidato a la gobernación de Puerto Rico), tuvo el privilegio de vivir y experimentar de cerca la época dorada para la economía de Estados Unidos y Puerto Rico bajo la gobernación de su padre, el exgobernador Pedro Rosselló, y el expresidente Bill Clinton.

Muchos quizá no recuerdan la relación tan cercana que tenían el exgobernador Rosselló y el expresidente Clinton, pero probablemente desde los tiempos de Luis Muñoz Marín, quien fue el primer gobernador electo por los puertorriqueños, y el expresidente John F. Kennedy no veíamos tal cosa en la isla. El exgobernador trabajó muy de cerca del expresidente Clinton, logrando lazos importantes que al día de hoy perduran y son muy valiosos para lograr los avances en Washington que Puerto Rico necesita para salir de la crisis actua l. Su trabajo como gobernador creó una crisis importante que logró que los ojos de Washington miraran de cerca a la isla.

En el año 2000, al concluir las istraciones Clinton y Rosselló por primera vez desde mayo de 1968, la tasa mensual de desempleo en Puerto Rico se redujo a un solo dígito cuando se registró un 9.8% en septiembre, con un promedio de 10.2% durante los primeros 11 meses del año; un logro no alcanzado desde 1969, cuando la tasa de desempleo registró 10.0% en el mismo periodo de 11 meses. La esfuerzos del exgobernador Rosselló con el expresidente Clinton dieron paso además al establecimiento mediante la Orden Ejecutiva 13183 del histórico Grupo de Trabajo Especial para el Estatus de Puerto Rico. Siendo esta la primera vez en la historia de Estados Unidos que una istración presidencial enfocaba sus esfuerzos en Puerto Rico de tal manera. Además, el exgobernador Rosselló fue reconocido por su liderato en múltiples ocasiones por halagos del expresidente Clinton, quizá el más notable, aquella cena de la Asociación de Gobernadores Demócratas en 1998.

Hoy, 24 años más tarde, la historia y el destino nos han puesto en el camino de la isla y de los Estados Unidos nuevamente los apellidos Clinton y Rosselló.

Y es que sin ser planeado y por pura coincidencia la ex Primera Dama, exsenadora, y ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, y el hijo del exgobernador, hoy Dr. Ricardo Rosselló, coinciden en un momento histórico en elecciones similares en donde la ciudadanía y la economía piden a gritos regresar a esa época dorada de progreso de sus antecesores.

Las plataforma de las istraciones Clinton -Rosselló de 1992-2000 estuvieron guiadas por los pilares básicos de fortalecer la clase media, reducir impuestos a la ciudadanía, fomentar el emprendedurismo y el trabajo, que cada cual pague contribuciones en proporción a su poder adquisitivo, reducir el desempleo y la criminalidad, y crear cientos de miles de empleos invirtiendo en la economía local.

Las plataformas de Hillary Clinton-Rosselló (hijo) Plan para Puerto Rico 2016 tienen la peculiaridad de tomar como base el éxito precisamente de esas políticas de las década de 1990 y atemperarlas a los tiempos actuales. Plataformas caracterizadas por la participación ciudadana y el pueblo como centro, que dejan a un lado los intereses opuestos al bienestar de la gente; crean economías prosperas a base de la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías; transforman nuestro sistema educativo asegurando una educación accesible a todos; fomentan una cultura de igual paga por igual trabajo para la mujer; promueven los pequeños y medianos comerciantes y reconocen que el cambio climático es real, y que necesitamos movernos hacia una economía autosostenible que esté a la vanguardia tomando en cuenta la energía renovable y, sobre todo, como en la década de 1990 en el caso de la isla, priorizar el resolver con acciones claras y contundentes el centenario dilema del estatus de Puerto Rico.

Los líderes actuales en la isla, desde mi perspectiva, han fracasado en canalizar y transformar la actual crisis en una oportunidad para el pueblo de Puerto Rico. El propio gobernador de Puerto Rico, Hon. Alejandro Garcia Padilla, hace unos años y antes que saliera a relucir la crisis actual de la isla, ante las críticas y fuertes degradaciones al crédito del gobierno de Puerto Rico dijo: “Si las casas acreditadoras, Moody’s, Standards & Poor’s y Fitch están contentas conmigo o no, como diría el grupo musical Maná: Me vale... Si ellos quieren gobernar a Puerto Rico, que se postulen”.

El próximo 5 de junio, en las primarias locales en la isla los puertorriqueños tendrán la oportunidad de regresar a esa época de progreso eligiendo a los únicos candidatos que aseguran implementar las mismas políticas de avanzada que nos llevaron a la prosperidad económica en la década de 1990. Los únicos candidatos con la visión correcta que lograrán más por la isla, sin despedir empleados públicos, sin aumentar los impuestos al pueblo, reduciendo el desempleo, la criminalidad y expandiendo nuestra economía.

Puerto Rico necesita un equipo que reme en la misma dirección desde la isla hacia Washington para regresar a la ruta del progreso. Sobre todo, Puerto Rico necesita un gobernador que pueda aprovechar una verdadera crisis como en la década de 1990 para lograr que Washington actúe de nuevo a favor de los 3.4 millones de ciudadanos americanos en la isla. Puerto Rico necesita además, una aliada en la Casa Blanca que pueda convertir esa atención y necesidad en resultados concretos en favor de las familias puertorriqueñas.

Con Hillary Clinton en la Casa Blanca y el Dr. Ricardo Rosselló como gobernador, Puerto Rico tendrá un verdadero equipo tanto en la isla como en Washington, que transformará la crisis de la isla en una oportunidad para todos. Llegó el momento de la verdad para los puertorriqueños. Por eso, para regresar a esa ruta del progreso en la isla el próximo 5 de junio, tanto en la primaria demócrata local a la Presidencia de los Estados Unidos como en la primaria para la Gobernación de Puerto Rico, para que los puertorriqueños tengan una mano amiga en la Casa Blanca y un aliado del pueblo en la Fortaleza (mansión del gobernador), en la isla, debes votar por Hillary Clinton y Ricardo Rosselló. Porque son nuestra mejor alternativa, como puertorriqueño yo estaré con ellos y espero que con tu voto el próximo 5 de junio, tú también lo estés.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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