Hizo $80 millones vendiéndole celulares con tecnología encriptada al cartel de Sinaloa y tendrá que pagarlos

El director ejecutivo de una empresa de tecnología que vendió dispositivos y servicios de comunicación encriptados a narcotraficantes mexicanos fue sentenciado esta semana a nueve años de prisión. Un juez también le ordenó devolver al gobierno estadounidense los 80 millones de dólares que obtuvo por esta actividad ilícita.
Esta es la primera vez que se lleva ante la justicia al encargado de una compañía que aceptó haber facilitado las comunicaciones secretas del cartel de Sinaloa, informó la Fiscalía federal.
Vincent Ramos, director ejecutivo de Phantom Secure, con sede en Canadá, pagará la millonaria sanción entregando sus cuentas bancarias, así como bienes raíces, cuentas de criptomoneda y monedas de oro.
Las autoridades aseguran que gracias a los dispositivos Blackberry encriptados y servicios de Phantom Secure, el cartel de Sinaloa, liderado ahora por Ismael 'El Mayo' Zambada, pudo distribuir droga a granel en este país y hasta coordinar asesinatos. Sus sistemas de comunicación eran tan efectivos que el gobierno de EEUU no pudo descifrar los mensajes que se enviaban los contrabandistas.
"Los clientes de Ramos utilizaron sus productos con efectos devastadores y, en ocasiones, mortales; y Ramos utilizó esto para comercializar sus servicios de encriptación a los delincuentes de todo el mundo", señala la Fiscalía en un comunicado.
Alias 'CEO' y 'Business' promovía su empresa con un asesinato que ocurrió el 5 de marzo de 2014 en una zona plagada de pandillas, en una ciudad no identificada. Ramos distribuía el artículo sobre el crimen celebrando que la investigación se vio frustrada porque los homicidas usaron sus dispositivos.
"Esta es la mejor confirmación de lo que hemos estado diciendo: (es un sistema) probado y efectivo por más de nueve años. Es el más alto nivel de autoridad que confirma nuestra efectividad. No puede ser mejor que eso", dijo Ramos sobre su equipo, según documentos judiciales.
También afirmaba que no había una agencia del orden del mundo que pudiera realizar escuchas telefónicas o registros a través de terceros en sus aparatos. Cuando se enteraba que estos ya estaban en manos de las autoridades, su equipo destruía las conversaciones que habían quedado registradas. Para cuidarse aún más las espaldas solía eliminar todo contenido de manera rutinaria.
Pero no siempre fue tan cauteloso. Estos correos electrónicos que usó para estar en o con sus clientes lo delataron: The.cartel@freedomsecure.me y Elchapo66@lockedpgp.com
El servicio que ofrecía Ramos era similar al que llevó a cabo Christian Rodríguez, un técnico que vendió un avanzado sistema operativo que Emma Coronel.
Rodríguez es ahora un testigo protegido del gobierno estadounidense, quien además conservó el millonario pago que le entregó la organización de Guzmán y la jugosa recompensa del FBI por servir como su informante.
Ramos, sin embargo, no obtuvo ninguna concesión. Él fue arrestado por agentes federales en octubre de 2018 y su caso se investigó a fondo, hasta descubrir registros de comunicaciones con sus empleados relatando que recién había cerrado un trato con el cartel de Sinaloa.
Para ponerlo bajo custodia tuvieron que unir fuerzas el FBI, la istración para el Control de Drogas (DEA), la Policía federal de Australia y el Departamento de Justicia de Canadá. Además colaboraron agencias del orden de Panamá, Hong Kong y Tailandia.
"Vincent Ramos irá a la cárcel porque le brindó a las organizaciones violentas de narcotráfico una herramienta de alta tecnología que les permitió coordinar sus delitos mientras permanecían en la sombra", dijo el fiscal federal Robert Brewer.
"El sistema de Ramos ha sido eliminado de manera permanente, él ha perdido su riqueza y va a ir a prisión por casi una década", agregó el funcionario.
Uno de los clientes de Ramos, Owen Hanson, quien fue condenado previamente a 21 años de prisión, utilizó seis dispositivos Phantom Secure para coordinar el transporte de más de una tonelada de cocaína desde México y hacia EEUU, Canadá y Australia.
El FBI estima que al menos 7,000 dispositivos de esta empresa estaban en uso cuando lo detuvieron.
"Este caso demuestra que no importa la actividad ilegal peligrosa o la tecnología avanzada utilizada por estas sofisticadas empresas criminales, el FBI seguirá el ritmo para infiltrarse y desmantelar las organizaciones que, en el mundo actual, operan a nivel nacional e internacional", advirtió Scott Brunner, agente especial en la oficina del FBI en San Diego.
Cuatro cómplices de Ramos están prófugos y enfrentan cargos relacionados con el narcotráfico.