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Cartel de Sinaloa

El discreto secuestro que el Cartel de Sinaloa realizó en los bancos Chase y Wells Fargo de California

Un hombre que robó 86,000 dólares de una cuenta bancaria que recibía dinero del cartel fue llevado por la fuerza a dos instituciones financieras en la ciudad fronteriza de El Centro. Agentes del FBI lograron rescatar a esta víctima y a su tío cuando se advirtió que sicarios de Tijuana se acercaban a ellos.
Publicado 14 May 2023 – 02:25 PM EDT | Actualizado 15 May 2023 – 07:06 AM EDT
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Una violenta célula criminal que usó empresas ficticias para lavar al menos 16.5 millones de dólares del Cartel de Sinaloa, también secuestró a una persona que les debía dinero y la llevó con amenazas a dos bancos de California para retirar miles de dólares, describen documentos judiciales.

Los detalles de este discreto rapto se desvelan en un informe del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que es parte de la acusación contra lavadores de dinero que operaban en la ciudad fronteriza de El Centro, California, y cuyo líder regional era Cristian Amaya Nava, de 37 años, quien fue sentenciado en una corte federal de San Diego a cinco años de prisión por extorsión y blanqueo de capitales.

De acuerdo con el FBI, Amaya Nava reclutó en el otoño de 2020 a Robin Swift Macías para abrir y operar cuentas en bancos a cambio de un pago. Le afirmó que allí depositaría las ganancias generadas por el cambio de divisas y le pedía transferir fondos a México. Abrió además una empresa a su nombre. Pero cuando comenzó a recibir “grandes sumas de dinero” sospechó que estaba relacionado con el narco.

Dos cuentas de esa compañía recibieron depósitos en efectivo por 158,000 dólares y le pidieron que enviara esa suma a México. Tentado por el dinero sucio que le llegaba constantemente, Swift Macías robó unos 56,000 dólares y una maniobra para tratar de devolverlo empeoró las cosas. Él y su tío, Emmanuel Macías Barreras, planearon robar otros 30,000 dólares para comprar una máquina que hacía tortillas, venderla y pagar el adeudo con lo que ganaran. Pero nadie se las compró.

Eso lo metió en serios problemas con el cartel. La mañana del 16 de febrero de 2021, Amaya Nava fue a la casa de Swift Macías y le cobró los 86,000 dólares que había sacado de las cuentas bancarias sin su permiso. Le pidió que subiera a su vehículo, le quitó el celular y le advirtió que tenía una pistola debajo de su asiento y que la usaría si no le devolvía lo que había robado.

El jefe de Amaya Nava, a través de una llamada telefónica, le advirtió a Swift Macías que había sicarios afuera de su apartamento y que sabía dónde vivía su familia. “Swift creía que su vida y la de su familia corrían peligro”, indica una declaración jurada del FBI.

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Un secuestro del narco en Chase y Wells Fargo

Por temor a que algo le hicieran algo malo a sus seres queridos, este hombre aceptó ir con Amaya Nava a una sucursal del banco Chase en El Centro a las 9:20 am, para retirar unos 12,600 dólares, que era el saldo restante de la cuenta de la empresa ficticia a su nombre. Los fiscales dicen que tienen el video de vigilancia de la institución como evidencia de que se hizo la transacción.

Veinte minutos después, ambos acudieron a un banco Wells Fargo en la misma ciudad. En esa acción el rapto fue todavía más descarado. Swift Macías hizo, con la ayuda de un empleado de dicha institución, una transferencia de fondos a otra cuenta, mientras Amaya Nava “permaneció detrás de él durante toda la transacción”, señala el documento redactado por el FBI.

Chase y Wells Fargo declinaron pronunciarse sobre este incidente, tras recibir una solicitud de comentario por parte de Univision Noticias.


La acusación menciona que Amaya Nava le exigió a la víctima que llamara a su tío, Emmanuel Macías, y luego les ordenó que manejaran a San Diego, a 113 millas de distancia, para que obtuvieran el resto del dinero que le debían. Su plan era pedirle dinero prestado al socio de uno de ellos.

Un hombre apodado ‘Güero’ les dijo por teléfono que varios sicarios de Tijuana iban camino al banco en dos camionetas “y que, si hacían alguna tontería, los tipos se encargarían de ellos”, indica el FBI.

A eso de las 3:40 pm, ‘Güero’ fijó un plazo bastante corto: si el adeudo no estaba saldado para las 5:00 pm “tomaría medidas” contra ambos, es decir, los mataría.

Esa misma tarde el FBI rescató a estos hombres. Un informante llamó a la dependencia para reportar lo que estaba pasando y de inmediato rastrearon a las víctimas y a Amaya Nava. A solicitud del FBI, elementos de la unidad Antipandillas de la Policía de National City, en el condado de San Diego, detuvieron a las 4:12 pm el auto en el que viajaban y arrestaron al operador del cartel.

Agentes del FBI lo interrogaron dos veces, esa tarde y al día siguiente. Primero negó todo y después dijo una versión imprecisa: que ambos “me robaron dinero y me dijeron que fuera con ellos para que me pagaran. Eso es todo”. Afirmó, además, que un hombre apodado ‘Gordo’ le pidió cobrar la deuda.

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Así operaba esta red de lavadores del cartel

El Departamento de Justicia señala que la célula de Amaya Nava era parte de una organización de lavadores de dinero más grande que estaba a cargo del sinaloense Enrique Daan Esparragoza Rosas, de 37 años. Este sujeto radicado en Culiacán está prófugo.

Según el gobierno, Esparragoza Rosas usó una red de compañías ficticias en Wyoming para lavar millones de dólares del Cartel de Sinaloa. Otro de sus cómplices, Luis Ramírez, quien vive en Arizona, creó y supervisó dichas empresas.

Ambos dirigían a varias personas que se encargaban de viajar a varias ciudades del país a recoger las ganancias por la venta de narcóticos, incluyendo Chicago, Omaha, Boston, Nueva York, Baltimore, Charlotte y Philadelphia. Movían hasta $200,000 a la vez.


En el transcurso de la investigación, el FBI y la agencia antinarcóticos DEA les decomisaron un millón de dólares en cuentas bancarias, $197,000 en efectivo, 368 libras de metanfetamina y 22 libras de cocaína. Parte del dinero que recibieron lo usaron para comprar un camión de carga que fue confiscado cerca de Las Vegas, Nevada, así como un avión y motores de aeronaves que pretendían enviar a México.

Los fiscales afirman que Esparragoza Rosas ordenó que amenazaran y secuestraran a Swift Macías y al tío de éste. Él mismo les llamó para advertirles que sicarios los matarían si no pagaban a tiempo.

“Los cárteles mexicanos de la droga no pueden tener éxito sin lavadores de dinero”, dijo sobre este caso el fiscal federal Randy Grossman, en un comunicado.

“Nuestra oficina enjuiciará no solo a quienes trafican con drogas, sino también a quienes habilitan a los narcotraficantes a través de sofisticadas corporaciones ficticias y múltiples cuentas bancarias”, agregó.

Un total de 12 personas, incluyendo Amaya Nava, Esparragoza Rosas y Ramírez, enfrentan cargos de conspiración para lavar dinero. Casi todos se encuentran tras las rejas.

Amaya Nava ya purga su sentencia en el Centro Metropolitano de Detención (MCC) de San Diego. El Buró de Prisiones (BOP) indica que su fecha de liberación es “desconocida”.

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