Idioma, trabajo, familia: lo qué hace que inmigrantes arriesguen sus vidas para ir de Francia a Reino Unido
La tragedia de los 27 inmigrantes muertos el miércoles al naufragar el bote inflable en que trataban de llegar a la costa británica desde Francia es el incidente que dejó la mayor pérdida de vidas en el Canal de la Mancha desde que se comenzaron los registros en 2014, según la Organización Internacional para las Migraciones.
Solo hubo dos sobrevivientes, un somalí y un iraquí. De los fallecidos se sabe poco más allá de que había una mujer embarazada y tres niños, y que en su mayoría debían ser kurdos de Irak e Irán, y uno de Afganistán.
Todos se lanzaron en un pequeño bote inflable a una de las rutas marítimas más concurridas y peligrosas del mundo para cambiar Francia por Reino Unido.
Y el número de inmigrantes haciendo lo mismo, navegando entre enormes cargueros y petroleros, se ha duplicado en un año. Se calcula que se han aventurado a cruzar el canal más de 20,000 personas.
Así que es inevitable preguntarse por qué. Es decir, por qué se juegan la vida cruzando el peligroso Canal de la Mancha en esos frágiles barquitos si ya están en Francia, en la Unión Europea.
El peligroso Canal de la Mancha
La respuesta está en una combinación de factores, pero el más obvio, como pasa con mexicanos, centroamericanos y sudamericanos tratando de llegar a Estados Unidos, es que no tienen una alternativa realista que sea legal y segura para llegar a su destino.
“Desde un punto de vista práctico, no hay manera legal de viajar, así que las únicas alternativas son arriesgar la vida en un botecito o escondido en un camión”, le dijo a Euronews Clare Mosely, fundadora de la ONG Care4Calais.
Desde hace años, son miles los que llegan al puerto de Calais, en el norte de Francia, con la intención de cruzar al territorio británico. Y las autoridades de Londres y París han venido cooperando en impedirlo.
Durante mucho tiempo, los inmigrantes cruzaban fundamentalmente escondidos en los camiones que atravesaban el túnel submarino que une el norte de Francia con el sur de Inglaterra.
Y aquello no estaba exento de riesgos: hay que recordar que hace poco más de dos años, 39 vietnamitas fallecieron dentro de un camión refrigerado.
Pero con el aumento de la seguridad en el puerto de Calais, especialmente desde 2018, cuando se instalaron enormes vallas y escáneres de alta tecnología en la entrada del túnel los inmigrantes comenzaron a buscar una alternativa en el mar.
Por qué ir a Reino Unido
Sobre cuál es el atractivo de Reino Unido para que tantos sean los que están dispuestos a arriesgarlo todo para llegar allí hay pocos estudios en profundidad.
Un trabajo de Médicos Sin Fronteras publicado en International Health Journal en 2017, encontró que, de los inmigrantes acampados en lo que se conoció como la Jungla de Calais, el 82% tenía como destino el territorio británico. Solo poco más la mitad tenía familia en Reino Unido.
La cuestión es por qué jugarse la vida cuando ya están en territorio europeo, donde se supone que están más seguros o tienen más oportunidades que en sus países de origen.
“Tienen una conexión al Reino Unido, hablan algo de inglés, tienen familia, amigos, redes de os. Quieren venir y reconstruir sus vidas”, le dijo a la BBC Enver Solomon, director ejecutivo de la ONG Refugee Council.
La respuesta, para el gobierno de Francia, está en lo que considera un efecto llamada del mercado de trabajo británico, demasiado permisivo con la mano de obra ilegal.
“Todo el mundo sabe que hay más de un millón de inmigrantes ilegales en Reino Unido y que los empleadores ingleses usan esa mano de obra”, le dijo a la radio RTL el ministro del Interior francés, Gerald Darmanin.
El ministro ya había lanzado esta idea a principios de mes, cuando en un solo día 1,000 personas cruzaron ilegalmente el Canal de la Mancha.
“El mercado británico funciona, en muchos sentidos (…) con trabajadores irregulares”, dijo entonces.
Pero Marley Morris, un experto en inmigración del centro de estudios británico Instituto de Investigaciones de Políticas Públicas (IPPR, por sus siglas en inglés), expresó sus discrepancias con las afirmaciones del ministro galo.
Morris le dijo a la BBC que su país ha aprobado medidas que han dificultado mucho el trabajar de forma ilegal. “A las empresas les ponen multas por tener empleados sin derecho a trabajar”, aseguró Morris.