En enero de 1656, el galeón Nuestra Señora de las Maravillas que transportaba en sus entrañas un invaluable tesoro se hundió tras chocar con otro barco de su flota y estrellarse contra un arrecife de coral frente a Las Bahamas. El barco era capaz de transportar 891 toneladas; sin embargo, en ese recorrido desde Cuba a Sevilla, España, llevaba más carga de la habitual. Crédito: Cortesía Museo Marítimo de las Bahamas.
Además de su carga, el galeón transportaba otro tesoro que había sido recuperado de otro barco hundido dos años antes. Su carga estaba reservada, en parte, como impuesto real para el entonces rey de España, Felipe IV. Entre los objetos que iban abordo se encontraban plata, monedas de oro, anillos con perlas, dijes con esmeraldas, crucifijos y una cadena de filigrana de oro. Crédito: Cortesía Museo Marítimo de las Bahamas.
En la imagen, un dije de oro que contiene una esmeralda colombiana al centro, una docena de esmeraldas más pequeñas alrededor, que se cree que pueden representar a los 12 apóstoles de Cristo, y al centro con una cruz de St. James. La pieza perteneció a la Orden de Santiago, una orden religiosa y militar con siglos de antigüedad. Crédito: Cortesía Museo Marítimo de las Bahamas.
En el pasado ya se habían realizado esfuerzos para recuperar los tesoros del galeón, uno de ellos ocurrió en 1990. Fue en el año 2020 cuando la empresa Allen Exploration reactivó la expedición para investigar los 13 kilómetros de fondo marino donde se creía que se encontraban los restos del barco. Crédito: Cortesía Museo Marítimo de las Bahamas.
Los investigadores cuantificaron en tres millones de objetos los que fueron recuperados a lo largo del tiempo. Mediante el uso de tecnología de sensor remoto, como el sonar y los magnetómetros, Allen Exploration rastreó "un largo y sinuoso rastro de restos", aseguró Carl Allen, fundador de la empresa, en un comunicado. Crédito: Cortesía Museo Marítimo de las Bahamas.
Los objetos descubiertos por el equipo de Allen se exhiben de forma permanente en el Museo Marítimo de las Bahamas en la ciudad de Freeport. Entre ellos se encuentra esta pieza única en la imagen, una cadena de filigrana de oro de 176 centímetros (69 pulgadas). Crédito: Cortesía Museo Marítimo de las Bahamas.
"Cuando sacamos a relucir el dije ovalado de esmeralda y oro, sentí como el aire se me iba", aseguró Allen. "Cómo sobrevivieron estos pequeños colgantes en estas duras aguas, y cómo conseguimos encontrarlos, es el milagro de las Maravillas". Crédito: Cortesía Museo Marítimo de las Bahamas.
Otros objetos recuperados arrojan luz sobre la vida cotidiana en el galeón Nuestra Señora de las Maravillas, que navegó durante el "Siglo de Oro español", incluyendo jarras de porcelana china y de aceitunas, como la que se aprecia en la imagen y era usada para transportar alimentos. Crédito: Cortesía Museo Marítimo de las Bahamas.