Liz Truss renuncia como primera ministra de Reino Unido 45 días después de haber asumido el cargo
Liz Truss renunció a su puesto como primera ministra de Reino Unido a poco más de un mes de haber asumido el cargo, profundizando la crisis política histórica que vive el país.
"Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador", dijo Truss al dimitir en un breve discurso este jueves frente a la casa de gobierno en Downing Street.
Truss se convierte así en la jefa del gobierno británico que menos tiempo pasó en el mando. La conservadora estaba acorralada por su propio partido, por la opinión pública y la oposición en medio de un mandato desordenado de apenas seis semanas.
Sus políticas provocaron turbulencias en los mercados financieros y una rebelión en su partido destruyó su autoridad.
Solo un día antes, Truss había prometido permanecer en el poder y dijo que era "una luchadora y no una renunciante". Pero Truss no pudo aguantar la presión después de que una ministra de alto perfil de su gobierno renunció con un aluvión de críticas.
La salida de Truss deja a un Partido Conservador dividido que busca un líder que pueda unificar sus facciones.
Piden elecciones generales en Reino Unido
Poco después del anuncio de la dimisión, el jefe de la oposición británica, el laborista Keir Starmer, pidió la celebración inmediata de elecciones.
"Los tories (conservadores) no pueden responder a su último descalabro simplemente chasqueando los dedos y modificando a los líderes sin el consentimiento del pueblo británico. Necesitamos unas elecciones generales (...) ahora", dijo el líder de la oposición en un comunicado.
Pero la saliente líder dijo: "Permaneceré como primer ministro hasta que se elija un sucesor".
Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante.
Una crisis política en Reino Unido que tiene dimensiones históricas
El fin de Truss se produjo después de que su plan presentado el mes pasado desencadenara una crisis política y financiera y pedidos de renuncia a Truss.
Los índices de inflación históricos, la caída de la libra frente al dólar, los problemas energéticos a consecuencia de los altos precios del petróleo y su respuesta impopular a ello, desencadenaron su caída.
El principal responsable de su dimisión fue el plan de rebajas fiscales a todos los contribuyentes británicos, sin respaldo fiscal, para hacer frente a la inflación. Pero el hecho de que los más ricos también se beneficiaban, generó el rechazo público y, lo peor, una reacción negativa en los mercados. A pesar de que decidió cancelarlo casi por completo, no tuvo impacto en la creciente oposición a la premier británica.
En las últimas 24 horas, el caso se agravó. Este miércoles, una funcionaria clave, la ministra del Interior Suella Braverman, renunció aparentemente a pedido de Truss.
El miércoles por la noche, muchos parlamentarios conservadores se rebelaron por una importante votación en escenas caóticas en la Cámara de los Comunes. Este jueves, más de una docena de conservadores habían instado públicamente a Truss a renunciar.
Los acontecimientos llegaron a un punto crítico que el tabloide derechista británico The Sun llamó "un día de caos extraordinario".
Truss había llegado al poder luego de vencer al exministro de finanzas Rishi Sunak en la carrera por el liderazgo después de que Boris Johnson anunciara su renuncia en julio.
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