Qué son las armas nucleares tácticas con las que Putin amenaza a Ucrania
La amenaza del peligro nuclear sobrevuela otra vez la guerra en Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha insistido en decir que su país está dispuesto a usar “todos los medios disponibles” para “defender” su territorio, incluidas regiones ucranianas recientemente “anexadas”.
Aunque no ofreció más detalles, hizo seguidamente una velada alusión al “precedente” del uso de armas atómicas durante la II Guerra Mundial.
" Estados Unidos es el único país del mundo que alguna vez usó armas nucleares. Destruyeron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Por cierto, eso creó un precedente", dijo durante una ceremonia para declarar la anexión de cuatro territorios ucranianos.
Eso fue el viernes. Unos días antes, Putin había advertido que en caso de "una amenaza a la integridad territorial" de Rusia, haría uso "de todos los sistemas de armas disponibles". " No estoy fanfarroneando", agregó.
Y el fin de semana, el líder checheno Ramzan Kadyrov, dijo que Putin debería considerar "medidas más drásticas" en la guerra, incluidas leyes marciales y el uso de "armas nucleares de bajo rendimiento" en Ucrania.
Y aunque no es la primera vez desde el inicio de la guerra que Putin u otros oficiales prorrusos hacen amenazas veladas del potencial uso de armamento atómico, numerosos expertos y oficiales de inteligencia han alertado que, si bien no existen indicios de que Rusia se esté preparando para hacerlo, la posibilidad ahora de un conflicto nuclear es el mayor que ha vivido la humanidad desde la crisis de los misiles en Cuba en 1962.
“No creo que sea todavía muy probable el uso de estas armas, pero hay que tomar en serio estas amenazas: no haces amenazas de este tipo a menos que estés preparado para cumplirlas”, dice a Univision Noticias John Erath, director principal de Políticas del Centro para el Control de Armas y la No Proliferación en Washington.
De acuerdo con el experto, los señalamientos del Kremlin tienen lugar en un momento de desesperación para el presidente ruso, luego de decretar una masiva movilización de reservistas y ante la pérdida de territorio conquistado por las tropas del Kremlin en Ucrania, así como el descontento creciente de la población rusa con la guerra.
“En este contexto, hay personas que piensan que Putin puede hacer cualquier cosa. Yo prefiero pensar que los líderes rusos siguen siendo racionales y evitarán un conflicto nuclear. Pero hay que estar preparado para cualquier posibilidad”, asegura Erath.
El problema está en que, como le dijo a CNN el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en este asunto "no hay quien ejerza control sobre Putin". "Ya tomó la decisión irresponsable de invadir Ucrania, podría tomar otra. Pero no veo nada que me haga pensar que ya tomó la decisión, agregó.
¿Qué son las ojivas nucleares tácticas?
Según estimaciones de la Federación de Científicos Estadounidenses, el Kremlin cuenta con unas 4,477 ojivas nucleares, ya sea desplegadas o en reserva.
De ellas, unas 1,900 son consideradas ojivas "no estratégicas", que son también conocidas en el lenguaje militar como “armas nucleares tácticas”, de menor tamaño y poder destructivo, están diseñadas para ser lanzadas desde misiles terrestres, aviones o buques de guerra.
“La palabra táctica generalmente significa la forma en que podrían ser utilizadas”, explica Erath.
“La mayoría de las armas nucleares son consideradas estratégicas, o sea, están destinadas a disuadir a un adversario de usar armas nucleares contra un determinado país. Mientras, un arma no estratégica, en teoría, se utilizaría para objetivos tácticos, como capturar un lugar en un campo de batalla, inutilizar una base militar o eliminar un batallón”, explica.
La Federación de Científicos Estadounidenses señala que la consideración de un “uso táctico” detrás de este tipo de armamento estuvo dado por tener en su diseño un potencial destructivo “menor” que el de las estratégicas.
¿Cuál es su potencial destructivo?
El potencial destructivo de las armas nucleares estratégicas es tal que lo único garantizado es la destrucción mutua. Es por eso que el presidente Joe Biden y tantos otros insisten en hablar de "una guerra que no se puede ganar".
Esas armas tienen un rendimiento explosivo que puede oscilar entre los 500 a 800 kilotones, por lo que son capaces de destruir ciudades enteras.
En el caso de las "tácticas", generalmente son ojivas con un rendimiento explosivo inferior y muy variable, desde una fracción de kilotón de dinamita a los 50 o más.
Sin embargo, no se puede desdeñar su potencial destructivo. Hay que recordar que la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima tenía un rendimiento explosivo de unos 16 kilotones y la de Nagasaki unos 21.
“En la práctica, pronto se comprendió que las armas nucleares estratégicas no son realmente utilizables, porque como cualquier otra arma nuclear son tremendamente destructivas”, agrega.
Es por eso que militares y expertos en no proliferación aseguran que realmente las diferencias entre ambos tipos de armas nucleares son difíciles de definir y el uso de cualquiera de ellas supondría un cambio en la dinámica de cualquier guerra.
"No creo que exista tal cosa como un 'arma nuclear táctica'", dijo el exsecretario de Defensa de EEUU James Mattis en el Congreso en 2018.
"Cualquier arma nuclear utilizada en cualquier momento es un cambio de juego estratégico", agregó.
A diferencia de los numerosos acuerdos internacionales sobre armas estratégicas, no existe ningún tratado que limite las tácticas, aunque en el entonces presidente George H. W. Bush y el líder soviético Mijaíl Gorbachov acordaron en 1991 retirar voluntariamente gran parte de ese arsenal.
¿Qué puede implicar su uso?
De acuerdo con Erath, el impacto que podrían tener estos armamentos difiere de su tamaño, de su capacidad destructiva, del terreno e incluso de si explotan en el aire o si tocan tierra.
"Nadie ha usado un arma nuclear desde 1945 por muy buenas razones. Son tremendamente destructivas, con una enorme cantidad de sufrimiento e implicaciones para la salud a largo plazo, así como consecuencias ambientales", dice.
De acuerdo con el experto, el Kremlin, en caso de utilizarlas, no estaría ajeno a posibles efectos negativos, dado que los vientos pueden llevar la radiación al otro lado de la frontera ucraniana y los soldados rusos que crucen por la zona también podrían sufrir las consecuencias.
Ya durante el accidente nuclear de Chernóbil en 1986, los vientos hicieron que Bielorrusia y Rusia se vieran duramente afectadas.
Según la Union of Concerned Scientists, una ONG de científicos internacionales, la utilización de este tipo de armas puede considerarse una decisión "errónea y peligrosa" por las implicaciones que puede tener, incluidas las políticas.
"Las armas nucleares tácticas introducen una mayor ambigüedad (en los conflictos), aumentando la posibilidad de que un país piense que puede salirse con la suya con un ataque limitado", explica la organización en sitio web.
Rusia, por demás, le sería más difícil obtener apoyo de otros países que le han extendido la mano durante la guerra, como India o China.
¿Qué respuestas conllevaría?
Erath señala que, dado que nunca se han utilizado, es difícil imaginar cuál puede ser la respuesta internacional ante un ataque con armas nucleares tácticas.
Sin embargo, cree que pondría a EEUU y a otros de la OTAN en una peligrosa disyuntiva: si responder con armas convencionales o incluso, con armamento equivalente.
“Esto iniciaría unas discusiones serias sobre si los países con poder nuclear necesitan usar un arma atómica contra Rusia para evitar que siga utilizándolas, lo cual pone al mundo entero en una escalada muy peligrosa”, opina.
La respuesta tendría que hacer equilibrismo entre evitar una escalada nuclear, algo que no desean EEUU y sus aliados, y ser lo suficientemente contundente como para establecer que el "chantaje nuclear", la amenaza y uso de armas nucleares, no es una táctica exitosa.
En entrevista con CBS, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo hace unos días que el Estados Unidos y sus aliados actuarían "decisivamente" si Rusia usa un arma nuclear táctica en Ucrania.
“Hemos comunicado directamente, en privado y en niveles muy altos al Kremlin que cualquier uso de armas nucleares tendrá consecuencias catastróficas para Rusia, que Estados Unidos y nuestros aliados responderán de manera decisiva, y hemos sido claros y específicos sobre lo que eso implicaría”, dijo.
Al respecto, David Petraeus, general de cuatro estrellas retirado y exdirector de la CIA, dijo en una reciente entrevista con ABC News que, aunque no ha hablado con Sullivan sobre lo que le dijo a los rusos, cómo hipótesis, bien pudo ser que EEUU puede responder liderando un esfuerzo colectivo de la OTAN que elimine todas las fuerzas rusas que pueda detectar en el campo de batalla en Ucrania, en Crimea y cualquier barco del mar de Azov.
“Algo tan horrible que no puede quedar sin respuesta, pero no tiene por qué ser nuclear, no quieres entrar en una escalada nuclear”, agregó.
Además, en opinión de Erath, un paso de este tipo también supondría que la proliferación nuclear pueda alcanzar niveles nunca antes imaginados.
“Si Rusia usara un arma nuclear y considerara que logra sus objetivos, sería un incentivo adicional para que más países adquieran armas nucleares, ya sea para usarlas contra sus enemigos potenciales o para evitar que los enemigos las usen contra ellos”, considera.
Pero de acuerdo con el analista, más allá de si Putin utiliza o no armas nucleares tácticas en Ucrania está el hecho de que ya las ha comenzado a utilizar de cierta manera: como amenaza.
“Es otro peligro que es muy grave. Si Rusia ve que este tipo de presión da resultados y el mundo deja de apoyar a Ucrania por temor a un conflicto nuclear, estas amenazas atómicas van a continuar y se van a multiplicar”, dice.
“Estamos en un nuevo terreno en el que si Rusia consigue sus objetivos con estas estrategias, nos topamos con un futuro en el que la amenaza nuclear se convertirá en el primer recurso de una guerra y no en el último. Y así, la idea de fingir que atacarás con un arma nuclear a alguien que no está de acuerdo contigo se convertirá en una herramienta habitual del arte de gobernar”, añade.