La temperatura 'más alta' jamás registrada en el Círculo Polar Ártico: el polo se calienta entre incendios y plagas

Un pequeño pueblo en Siberia, en el Círculo Polar Ártico ruso, ha registrado lo que parece ser un nuevo récord de calor en medio de una ola altas temperaturas.
El servicio meteorológico ruso dijo que la temperatura en Verkhoyansk llegó a 100.4 grados Farenheit (38 grados centígrados) el sábado. La población se encuentra sobre el Círculo Ártico en la República de Sakha, unas 2,895 millas (4,660 kilómetros) al noreste de la capiral de Rusia, Moscú.
Verkhoyansky es considerado uno de los enclaves con mayor amplitud de temperatura del mundo. Y este nuevo récord en medio de una ola de calor que está generando desajustes en el ecosistema naturalmente helado de la región.
El pueblo de 1,300 habitantes, había registrado anteriormente sus temperaturas más extremas, con una baja de 154.4 grados Farenheit (68 centígrados) bajo cero y una alta de 98.6 grados Farenheit (37,2 centígrados).
El calor en verano no es tan sorpresivo en esta región del Círculo Polar Ártico, pero en los últimos meses se ha observado temperaturas anormalmente altas ago que preocupa a científicos y meteorólogos.
"La mayoría de los científicos está de acuerdo en que en los últimos 30 años, el Ártico se ha calentado a una tasa del doble del promedio mundial", señala un artículo de ciencia de la cadena BBC. Aún deben aguardar por la constatación del récord, añadió el medio.
Entre incendios y plagas
Después de un invierno templado y una primavera cálida, Siberia experimenta, además de temperaturas calientes, bosques ardiendo por incendios forestales y la invasión de una plaga.
Siberia, un territorio de más de 10 millones de km2 al este de los Urales, conocido por sus duros inviernos, se encuentra en primera línea de los modelos de cambio climático.
"En Siberia el invierno (2019-2020) fue el más cálido desde que comenzaron los registros hace 130 años, con temperaturas medias de hasta 6°C por encima de lo normal", explica a AFP Marina Makarova, meteoróloga jefa de Rosguidromet, la agencia meteorológica rusa. "La primavera llegó mucho antes, en abril, con temperaturas que superan fácilmente (a veces) los 86°F 30°C", añade.
En el norte de Siberia el derretimiento precoz del manto de nieve deja una vegetación y un suelo secos, donde los incendios pueden propagarse más fácilmente, según Alexei Yaroshenko, quien dirige la sección forestal en Greenpeace Rusia.
Hasta mayo, los incendios asolaron 4,8 millones de hectáreas en Siberia, incluidos 1,1 millones de bosques boreales, de acuerdo al último estudio de la organización. Según Greenpeace, el área quemada en lo que va del 2020 equivale a la superficia de Grecia. Estas mismas zonas ya fueron diezmadas por incendios en el verano de 2019.
"El calentamiento global hace que se multipliquen los incendios forestales, se han duplicado en diez años", declaró a AFP Viacheslav Kharuk, jefe del laboratorio de vigilancia forestal. Estos incendios pueden reducir la capacidad de los bosques boreales para retener el dióxido de carbono y el metano, lo que contribuiría al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y al cambio climático.
Las temperaturas templadas también provocaron una explosión de orugas de una especie de mariposa siberiana, el Dendrolimus sibiricus, muy devastadora. Esta polilla ataca a los árboles. Una colonia puede devorar el follaje de un pino gigante en cuestión de horas, haciendo que el bosque sea aún más vulnerable a los incendios.
El calor inusual ha ayudado a acelerar su ciclo de vida. La especie ya "ha avanzado 150 km hacia el norte con relación a su entorno habitual, y esto debido al calentamiento global", según expertos citados por la agencia.