Restos de un cohete de Elon Musk 'fuera de control' va rumbo a chocar contra la Luna
Un trozo de un cohete de Elon Musk, fabricado por su empresa SpaceX que despegó hace siete años y fue abandonado en el espacio después de completar su misión, va rumbo a estrellarse contra la Luna, según indican expertos.
El cohete salió de la Tierra en 2015 y se usó para poner en órbita un satélite de la agencia espacial NASA llamado Observatorio Climático del Espacio Profundo ( Deep Space Climate Observatory, en inglés. Conocido con las siglas: DSCOVR).
Desde entonces el propulsor del cohete ha estado flotando en lo que los matemáticos llaman una "órbita caótica".
El propulsor pasó cerca de la Luna en enero en un encuentro que alteró su órbita, explicó el astrónomo Bill Gray a la agencia AFP. Gray fue quien calculó el nuevo curso de colisión de la basura espacial contra la Luna.
Gray es el responsable del Proyecto Plutón, un software que permite calcular trayectorias de asteroides y otros objetos, utilizado por programas de observación financiados por la NASA.
El experto pudo volver a observar los restos del cohete y calculó que se estrellarán contra la cara oculta de la Luna el 4 de marzo. El aparato golpeará la superficie lunar a más de 5,600 millas por hora (unos 9,000 kilómetros por hora). Los datos fueron confirmados por una comunidad de astrónomos aficionados.
El cohete de Elon Musk
La hora y el lugar aún podrían cambiar debido al efecto que tiene la luz solar sobre este cilindro hueco, que es difícilmente predecible. El objeto podrá ser observado nuevamente a principios de febrero y la estimación se ajustará, pero la colisión es segura.
El cohete de Elon Musk, Falcon 9, despegó de Cabo Cañaveral, en Florida, el 11 de febrero de 2015. Cuatro meses después, el satélite DSCOVR llegó a su destino a unas 620,000 millas de nuestro planeta donde continúa enviando imágenes.
La mayoría de los cohetes de SpaceX se separan de la segunda parte a menor distancia, lo que generalmente permite que esta vuelva a ingresar a la atmósfera de la Tierra, donde se desintegra sobre el océano.
Sin embargo, estos impactos lunares no planificados podrían multiplicarse en el futuro, según Gray, sobre todo con el aumento del tráfico espacial.
La compañía de Elon Musk desarrolla actualmente el módulo de aterrizaje que debería permitir a la NASA enviar estadounidenses de regreso a la Luna como pronto en 2025.