Es falso que haya un “plan sospechoso” detrás de los nombres de las variantes del coronavirus y las ondas cerebrales

Es falso que exista algún tipo de relación o coincidencia sospechosa entre las covid-19 y las ondas cerebrales porque tienen nombres iguales, como apunta un mensaje que se ha repetido en Facebook y Twitter. La desinformación sugiere que habría un "plan oculto: detrás de esa nomenclatura.
Para clasificarlas a ambas se utiliza el alfabeto griego, pero eso no indica ningún vínculo entre ellas.
Además, otras disciplinas sin relación directa con la virología o la neurología, como la astronomía y la matemática, también usan este alfabeto, como comprobamos en elDetector.
Las ondas cerebrales se clasifican utilizando letras griegas por una cuestión práctica, como apuntan los expertos en neurología consultados por elDetector.
Pero no se usan de forma ordenada para los cinco tipos de ondas cerebrales que existen - gamma, beta, alpha, theta y delta -, como sí se hizo con las primeras variantes del coronavirus que usaron ese alfabeto: la alpha, beta, gamma y delta (variantes de preocupación).
Las otras variantes nombradas con letras griegas por la OMS son la lambda y mu (variantes de interés).
La variantes del coronavirus, para facilitar su reconocimiento y evitar el estigma de que se relacionen con el país donde fueron detectadas por primera vez.
Variantes del covid-19, de alpha a mu
El pasado 31 de mayo la OMS informó en su página web de la decisión de “ asignar etiquetas simples, fáciles de decir y recordar para variantes clave del SARS-CoV-2, el virus que causa covid-19, utilizando letras del alfabeto griego”. Y se nombran en otro orden.
El organismo decidió nombrar así a las variantes después de convocar a expertos de todo el mundo y revisar muchos posibles sistemas de clasificación.
Según ese comunicado, las letras griegas “ no reemplazan a los nombres científicos existentes, que transmiten información científica importante y seguirán utilizándose en la investigación”, pero “pueden ser difíciles de pronunciar y recordar, y son propensos a ser informados erróneamente”.
Según la OMS, estas dificultades han dado “como resultado” que las personas “suelen llamar a las variantes por los lugares donde son detectadas, lo que resulta estigmatizante y discriminatorio”.
Las variantes que primero pasaron a nombrarse con el alfabeto griego fueron alfa, beta, gamma y delta (India ). Siguen el orden de la primeras letras de ese abecedario. Están dentro del grupo de las “variantes de preocupación”, según la OMS, pues han demostrado un “aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología del covid-19”, como explica el organismo.
Las otras dos variantes con letras griegas son la lambda y la mu, que son “variantes de interés”, es decir, causantes “una transmisión comunitaria significativa o de múltiples grupos de covid-19” en varios países, con una prevalencia y un número de casos que crecen a lo largo del tiempo, según la OMS.
Ondas cerebrales, de gamma a delta
“Las ondas cerebrales se clasificaron con el alfabeto griego, como se podrían haber clasificado por otro sistema (numérico o alfabético) , y eso no significa que haya una relación [con las variantes del coronavirus]”, sostienen en la oficina de prensa de la Sociedad Española de Neurología (SEN), desde donde respondieron vía email a elDetector.
Estas ondas se dividen en cinco tipos según su frecuencia, y cada una de ellas se reconoce con una letra del alfabeto griego que no sigue el orden de ese abecedario: gamma, beta, alpha, theta y delta.
Creer que los nombres de las ondas cerebrales y las variantes del coronavirus tienen un vínculo sospechoso, dijeron, “es como pensar que un cable USB tipo B (que conecta impresoras con la computadora) tiene algo que ver con el permiso de conducción tipo B (el que permite la conducción de automóviles en España). Es decir, aunque las dos cosas sean ‘del tipo B’ no tienen nada que ver”, defienden.
En el caso que estamos analizando, afirman, “ocurre lo mismo”.
Las ondas cerebrales, explican desde la SEN, miden el número de impulsos eléctricos por segundo con el que las neuronas se comunican en el cerebro, su frecuencia.
“Como la frecuencia se mide en herzios (Hz), y los Hz designan los ciclos u ondas que se producen por segundo, se denominan a estos impulsos ondas cerebrales”, especifican.
En la astronomía también se usa el alfabeto griego
Otro de los campos en el que se utiliza el alfabeto griego es el de la astronomía.
Su uso para denominar “tanto variables como secuencias es típico de todas las disciplinas científicas y se remonta al menos al Renacimiento [hacia el siglo XV], si no antes en algunos casos”, dijeron a elDetector, vía correo electrónico, desde el equipo de prensa de la Sociedad Española de Astronomía (SEA).
La aplicación del alfabeto griego, señalan, “aparece en primer lugar en la representación simbólica de variables o de magnitudes físicas”, como puede ser, por ejemplo, el uso de la letra Pi en matemáticas para reconocer el número primo 3.1416...
El otro “uso habitual” del alfabeto griego en la ciencia es la definición de secuencias, apuntan desde la SEA.
“Así alpha sería el primer término, beta el segundo, gamma el tercero y así sucesivamente", escribieron en el correo electrónico.
"En astronomía empleamos esa nomenclatura para denominar la primera estrella de una constelación, la más brillante. Así alpha Orionis sería la estrella más brillante de Orión (Betelgeuse) y beta Orionis (Rigel) la segunda más brillante, etcétera. Esta nomenclatura fue introducida en 1603 por Johann Bayer en su obra Uranometría”, continuaron.
Además, añaden, “el alfabeto griego tiene la enorme ventaja de que evita confusiones con palabras que existan en nuestro idioma, de forma que deja muy claro al lector que están representando un concepto matemático”.
A menudo, explican desde la SEA, la presencia de una gran cantidad de variables, por ejemplo en una fórmula matemática o física, “hacía necesario recurrir a un alfabeto diferente del latino”.
Conclusión
Es falso que exista alguna relación entre las variantes del covid-19 y las ondas cerebrales o algún "plan oculto" por la coincidencia de sus nombres, que tienen letras del alfabeto griego. La OMS informó el 31 de mayo que nombra las variantes con estas letras para facilitar la comprensión del público y evitar el estigma que suponía para los países donde se detectaron. Las ondas cerebrales se clasifican con este alfabeto por una cuestión práctica, y no en orden como las primeras variantes del covid-19. La definición de secuencias con letras griegas en las ciencias, incluidas la astronomía o la matemáticas, se viene haciendo desde hace más de 400 años. Lee aquí cómo escogemos y asignamos nuestras etiquetas en elDetector.
Fuentes
Univision Noticias. La OMS cambia por letras griegas los nombres de las cuatro grandes variantes del covid-19. 1 junio de 2021.
ElDetector de Univision. No existe una “variante colombiana” del nuevo coronavirus y te contamos cuáles sí lo son. 6 de julio de 2021.
Prensa de la Sociedad Española de Neurología (SEN). [email protected].
Prensa de la Sociedad Española de Astronomía (SEA). [email protected].
Clínica Mayo. Variantes de la COVID-19: ¿son causa de preocupación?
BBC Mundo. La OMS renombra las variantes del virus de covid-19 con letras griegas. 1 de junio de 2021.
BBC Mundo. Qué números usaban los antiguos griegos cuando hacían sus asombrosos descubrimientos. 10 de enero de 2021.
Clínica Alevia. ¿Qué son las ondas cerebrales?
Sinha Clinic. ¿Qué son las ondas cerebrales?
Instituto tecnológico de Massachussets (MIT). Ondas cerebrales reflejan diferentes tipos de aprendizaje.
Xataka Ciencia. El nombre de las estrellas. 22 de mayo de 2008.
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