Titán | Así son los viajes de $250,000 para descender al Titanic en sumergibles como el que desapareció el fin de semana
Una amplia operación de búsqueda en una zona a 900 millas de la costa de Massachusetts fue puesta en marcha con el fin de encontrar el sumergible Titán, que desapareció el domingo mientras desarrollaba una expedición al fondo del océano para ver los restos del Titanic.
En la operación de búsqueda del Titán, que desapareció con un piloto y cuatro turistas a bordo, se desplegaron equipos de Estados Unidos y Canadá.
El sumergible, capaz de descender a una profundidad de 3,800 metros, pertenece a la compañía OceanGate Expeditions, fundada en el estado de Washington en 2009 por el aventurero estadounidense y ex banquero de inversiones Stockton Rush.
El Titán se ha usado para fines de exploración, industria e investigación. Pero, desde el año pasado, OceanGate ofreció la posibilidad de que turistas, pagando 250,000 dólares, pudiesen descender en el sumergible hasta los restos del Titanic, que se hundió en 1912 tras colisionar con un iceberg y se encuentra a una distancia de aproximadamente 397.6 millas (640 kilómetros) de la isla canadiense de Terranova, y a unos 12,500 pies (3.5 kilómetros) en el fondo del océano.
"Tras el éxito de las expediciones a los restos del naufragio en 2021 y 2022, OceanGate Expeditions continuará regresando anualmente para seguir documentando el Titanic y su ritmo de descomposición", dice un folleto de la compañía.
Los pasajeros del sumergible Titán son considerados "especialistas de misión"
Stockton Rush advirtió en 2017 al diario británico The Independent que los integrantes de las excursiones submarinas necesitan un trabajo de preparación. "No es sencillo: formas parte de la tripulación", advertía.
Una misión del Titán dura 10 días, incluidos ocho jornadas en el mar, según un folleto turístico.
De acuerdo con OceanGate Expeditions, Titán tiene un sistema para monitoreo en tiempo real de los cambios de presión y la integridad de la nave que alerta al piloto con tiempo suficiente para que pueda abortar la inmersión y regresar a la superficie en caso de que sea necesario. Sin embargo, eso no parece haber sucedido esta vez.
La embarcación, fabricada en fibra de carbono y titanio, fue diseñada en colaboración con la NASA para proporcionar una experiencia segura a esa profundidad. Utiliza el sistema de comunicaciones por satélite Starlink de SpaceX cuando está en el mar.
La compañía afirma que la presión del aire en el interior del sumergible "permanece constante e igual a la que la del nivel del mar, eliminando la necesidad de descompresión durante el ascenso".
"Los exploradores cualificados tienen la oportunidad de unirse a la expedición como de la tripulación de especialistas de misión, cuyas tasas de formación y apoyo a la misión sufragan el viaje, la participación del equipo científico y su propia formación", indica el folleto de la compañía.
Una latina descendió en el sumergible hasta pecio del Titanic
Una vez en el fondo, las cámaras del Titán proporcionan una vista en directo al Titanic que los de la tripulación pueden ver en una gran pantalla a bordo o en sus propias tabletas.
El visor del Titán es "el mayor de cualquier sumergible de inmersión profunda" y su tecnología proporciona una "visión sin igual" de las profundidades oceánicas, explica la compañía.
En 2022, se realizaron varias misiones al Titanic donde los pasajeros pudieron ver de cerca el naufragio más famoso del mundo.
Renata Rojas, una de las pasajeras de la expedición de 2022, declaró entonces a The Independent que ver de cerca el Titanic era cumplir el sueño de su vida.
"Te sientes abrumada todo el tiempo, no solo por el hecho de estar allí... cuando nos acercábamos al naufragio, me quedé asombrada. Esa fue la sensación", dijo.
David Pogue, corresponsal de Sunday Mornings de CBS, viajó el verano pasado en el sumergible y lo describió como una embarcación única en su tipo.
Pogue señaló que el espacio dentro del submarino era similar al interior de una minivan y, con solo un botón y un controlador de videojuegos para dirigirlo, dijo que la embarcación le parecía "improvisada".
Antes de la inmersión, Pogue firmó documentos que señalaban que "Titán es una embarcación experimental que no ha sido aprobada ni certificada por ningún organismo regulador y podría provocar lesiones físicas, traumas emocionales o la muerte", según publicó CBS.
Pogue dijo que durante su viaje, el submarino se perdió por varias horas debido a que es guiado por el barco de superficie mediante mensajes de texto, pero en ocasiones las comunicaciones se interrumpen.
Otras inmersiones para ver el fondo del mar
Tras las expediciones a los restos del naufragio en 2021 y 2022, OceanGate Expeditions afirmó que continuaría regresando anualmente para seguir documentando el Titanic y su ritmo de descomposición.
"Dada la enorme escala del naufragio y el campo de escombros, se requerirán múltiples misiones realizadas durante varios años para documentar y modelar completamente el sitio del naufragio. Este estudio longitudinal para recoger imágenes, vídeos y datos de láser y sonar permitirá evaluar objetivamente el ritmo de descomposición y documentar el proceso", dice el boletín de la empresa.
Aparte de sus viajes al Titanic, el sitio web de OceanGate citas varias expediciones que sus sumergibles han llevado a cabo en los últimos años.
Hasta el otoño de este año, la compañía se proponía llevar a cabo una expedición para documentar los restos de cuatro submarinos históricos en el océano Atlántico, frente a la costa de Rhode Island, incluido un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial.
Antes de las misiones para bajar al Titanic, OceanGate ha llevado a antiguos escaladores del Everest, cineastas y arqueólogos náuticos en excursiones submarinas.
El pasajero de más edad tenía 92 años y el más joven 12, en embarcaciones de cuatro o cinco personas.