Sismo en Tennessee hace temblar a Georgia: ¿por qué los terremotos del este de EEUU 'viajan' más lejos que los del oeste?
Un sismo de magnitud preliminar de 4.1 reportado este sábado por la mañana en Tennessee, llegó a sentirse tan al sur como en la ciudad de Atlanta, Georgia, el oeste de Carolina del Norte y otras zonas sureñas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) e informes locales.
El sitio web del USGS indicó que el sismo se originó poco después de las 9:00 am ET, a unos 20 kilómetros (12 millas) de Greenback, Tennessee, que se encuentra a unos 48 kilómetros (30 millas) al sur de Knoxville. Meteorólogos de estaciones de noticias de televisión que operan en Georgia y Carolina del Norte también informaron haber sentido los temblores.
El USGS recibió más de 23,000 reportes del público en la primera hora después del sismo, según informó la portavoz del USGS, Ayesha Davis, a la agencia AP.
Una habitante de Braselton, Georgia, al noreste de Atlanta, Gabriela Reilly, contó a la agencia que estaba haciendo waffles con su esposo cuando sintieron que toda su casa temblaba. “Nuestro ventilador de techo empezó a temblar durante unos 10 segundos”, dijo. “Pensé que una avioneta gigante había volado a baja altura sobre el vecindario, pero mi esposo dijo: ‘¡No, definitivamente fue un terremoto!’”.
Los terremotos del este de EEUU se expanden más que los del oeste: ¿por qué?
Los terremotos son comunes en la región. La zona sísmica del este de Tennessee es una de las más activas del sureste y se extiende por partes de Tennessee, Georgia y Alabama. Sin embargo los sismos en el este de Estados Unidos se comportan diferentes que los reportados en California y el oeste del país. En el este se sienten a mayores distancias que los del oeste debido a diferencias geológicas.
¿Por qué? El sitio web de USGS explica que la corteza terrestre en el este de Estados Unidos es más antigua, fría y densa, formada hace cientos de millones de años. Estas rocas han sido sometidas a altas presiones y temperaturas, lo que las hace más duras y homogéneas. Y esta estructura permite que las ondas sísmicas viajen más lejos sin perder tanta energía.
En contraste, la corteza en el oeste es más joven y está fragmentada por numerosas fallas activas, lo que hace que la energía sísmica se disipe más rápidamente y no alcance distancias tan grandes.
Un ejemplo notable es el terremoto de magnitud 5.8 en Virginia en 2011, que se sintió hasta 600 millas del epicentro, mientras que un sismo de 6.0 en Napa, California, en 2014, solo se sintió a 250 millas, a pesar de haber liberado más energía.
Las estructuras en el este, especialmente las construidas antes de los años 70, son más vulnerables a los daños porque no fueron diseñadas para resistir terremotos, a diferencia del oeste, donde las edificaciones están mejor preparadas para sacudidas fuertes.
Además, en áreas con capas de sedimentos blandos, como Washington DC, la energía sísmica puede amplificarse, provocando sacudidas más intensas que en zonas con roca sólida, un fenómeno que también se ha observado en otras ciudades del este.
Dos temblores se produjeron en diciembre de 2018. Uno fue un terremoto de magnitud 4.4 con epicentro en Decatur, Tennessee. Sacudió casas en lugares tan lejanos como Atlanta. Otro terremoto se produjo unos días después con una magnitud de 3.0. Su epicentro se ubicó a unas dos millas (cuatro kilómetros) al sureste de Mascot, cerca de Knoxville. También se sintió en partes de Georgia, Kentucky y Carolina del Norte.
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