EEUU destruyó su arsenal de armas químicas: te explicamos su inmenso y peligroso poder aniquilador
Estados Unidos finalizó la destrucción de la totalidad de su arsenal de armas químicas.
El Ejército de EEUU destruyó sus últimos proyectiles de artillería de gas mostaza, algunos de ellos de más de 70 años de antigüedad, que mantenía almacenados en depósitos especiales para su destrucción ubicados en Colorado y en Kentucky, finalizando décadas de desmantelamiento de su arsenal químico.
Estados Unidos había comenzado a acumular lo que llegó a ser un enorme arsenal de armas químicas en 1917 durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial y no dejó de hacerlo hasta 1968.
Sin embargo, no fue hasta 1997, después de la ratificación de la Convención de Armás Químicas (OPAQ), que Estados Unidos puso fecha a la destrucción completa de su arsenal de armas químicas.
Qué son las armas químicas
Según los términos de la convención, las armas químicas son “ municiones y dispositivos diseñados específicamente para causar la muerte u otros daños a través de las propiedades tóxicas de los productos que se liberan como resultado de su empleo”.
La definición también incluye “cualquier equipo específicamente diseñado para usarse directamente en relación con el empleo de esas municiones y dispositivos”, los químicos tóxicos en sí mismos y los utilizados en su producción, a menos que no sean destinados a fines bélicos.
El arsenal de armas químicas de Estados Unidos
Entre 1917 y 1968, Estados Unidos produjo una gran cantidad de armas químicas como medida disuasoria contra el uso de armas similares por parte de otros países.
Al final de ese periodo, Estados Unidos había amasado alrededor de 40,000 toneladas de armas químicas, almacenadas en nueve sitios en todo el país.
Estados Unidos nunca empleó armas químicas. Sin embargo, durante la Guerra de Vietnam sí que usó extensivamente el herbicida agente naranja, que según la Cleveland Clinic causa cáncer, trastornos congénitos de nacimiento y problemas de salud potencialmente mortales, exponiendo a cerca de tres millones de soldados estadounidenses y a tres millones de vietnamitas.
Entre 1967 y 1970, Estados Unidos se deshizo de miles de toneladas de armas químicas deterioradas y obsoletas, cargándolas en barcos viejos que fueron hundidos intencionalmente en el mar, lo que fue prohibido por ley a partir de 1972.
Una ley promulgada en 1986, ordenó la destrucción de todas las reservas de armas químicas estadounidenses, las cuales en ese momento estaban estimadas en 30,500 toneladas distribuidas más de 200 sitios.
Esto permitió la ratificación de la Convención de Armás Químicas en 1993, el tratado internacional por el que asumió el compromiso de destruir la totalidad de sus armas químicas, compuestas principalmente gas mostaza y agentes nerviosos, para el 29 de abril de 2007.
Esta fecha límite fue excedida en poco más de 16 años por problemas técnicos y las dificultades que suponía la destrucción de sustancias químicas extremadamente tóxicas.
Qué tipo de armas químicas tenía Estados Unidos y que daños podían causar
Los principales agentes de guerra química en el arsenal estadounidense eran el gas mostaza, también conocido como mostaza de azufre y agentes nerviosos como el gas sarín o GB y el VX.
Mostaza de azufre puede ser liberado en forma de gaseosa para ser respirada por el enemigo o como líquido en forma de aerosol para causar daño inmediato al o con la piel, mientras que los agentes nerviosos suelen ser liberados en forma de gas.
Al ser respirado, el gas mostaza puede causar irritación de garganta, dolor de senos paranasales y fuertes ataques de tos, mientras que grandes cantidades del gas pueden provocar importantes daños pulmonares.
Al o con la piel, el gas mostaza causa irritación, enrojecimiento y el desarrollo de ampollas si es cubierta por grandes cantidades del producto. También puede causar irritación en los ojos, y enrojecimiento e hinchazón de los párpados.
Los síntomas de envenenamiento con gas mostaza pueden tardar entre cuatro a ocho horas en aparecer y son tratados de manera tópica con lociones calmantes, gotas para los ojos, analgésicos y antibióticos, cuando se desarrollan infecciones.
La exposición a agentes nerviosos puede ser mucho más dañina. Una pequeña cantidad de vapor puede atenuar o nublar la visión, causar dolor en los ojos, secreciones nasales y dificultades respiratorias.
Cantidades moderadas del vapor pueden causar debilidad muscular, náuseas, vómitos y diarrea, mientras que la exposición a grandes cantidades de gases de agentes nerviosos puede causar un paro respiratorio, debilidad muscular, pérdida del conocimiento, convulsiones y hasta la muerte.
El agente nervioso sarín es especialmente tóxico. Generalmente es inodoro e insípido y puede causar la muerte en minutos. Una fracción de onza (1 a 10 ml) de sarín en la piel puede ser fatal.
Los efectos de los agentes nerviosos aparecen segundos o minutos después de que el gas es respirado por la víctima, las cuales suelen ser tratadas con medicamentos como atropina o pralidoxima.
A las personas que creen haber sido expuestas a armas químicas se les recomienda deshacerse de las ropas que vestían y ponerlas en una bolsa plástica sellada y tomar una ducha helada usando mucho jabón.