Cómo el incendio de Pacific Palisades se convirtió en el más destructivo en la historia de Los Ángeles
"Estamos haciendo todo lo necesario para contener estos incendios y asegurarnos de que se vuelva a la normalidad. Será un camino largo. Tomará tiempo", dijo Joe Biden este miércoles desde una estación de bomberos en Los Ángeles.
El presidente de Estados Unidos fue claro al describir la magnitud de los devastadores incendios que azotan esta región, y que ya dejaron al menos cinco personas muertas, destruyeron comunidades enteras y obligaron a evacuar a decenas de miles de personas.
De hecho, según Wildfire Alliance —una asociación entre el departamento de bomberos de la ciudad y MySafe:LA —, el incendio de Pacific Palisades es ya considerado el más destructivo en la historia del condado de Los Ángeles al haber destruido más de 1,000 viviendas y edificios.
Así, este barrio entre las montañas de Santa Mónica y la costa del Pacífico, cerca de Santa Mónica y Malibú, está siendo el gran afectado con al menos 15,800 acres quemados por un fuego que continúa completamente fuera de control.
¿Cómo afectó el fuego a Pacific Palisades?
Fue el pasado martes cuando se inició el fuego en la comunidad costera de Pacific Palisades, una de las más acaudaladas de Los Angeles, donde viven muchas celebridades y estrellas de cine.
Las imágenes que los medios comenzaron a reportar desde la zona eran dantescas, con residentes huyendo de sus hogares en llamas entre grandes nubes de humo y feroces vientos. Multitud de vehículos y viviendas quedaron totalmente calcinados.
El atasco de tráfico en Palisades Drive impedía el paso de los vehículos de emergencia, por lo que una excavadora fue llevada hasta el lugar para empujar los coches abandonados a un lado y abrir el camino.
Un video a lo largo de la Pacific Coast Highway mostraba una destrucción generalizada de viviendas y negocios a lo largo de la famosa carretera.
Kelsey Trainor, residente de Pacific Palisades, dijo a la agencia AP que la única carretera de entrada y salida de su vecindario estaba bloqueada. La ceniza caía a su alrededor mientras ardían incendios a ambos lados de la carretera.
"Miramos hacia el otro lado y el fuego había saltado de un lado de la carretera al otro", dijo Trainor. "La gente salía de los coches con sus perros, bebés y bolsos, lloraban y gritaban".
Arlinda Henderson, una mujer de 76 años, reside con su marido en Pacific Palisades desde 1984. Había pasado por algunas evacuaciones, pero asegura que "esta vez fue diferente".
"El fuego bajó muy rápido por la colina por causa del viento. Nunca había visto algo así", le contó a la agencia AFP.
"Empaqué unas cajas con fotos familiares. Tuve tres hijos y eso es lo que realmente es valioso para mí. Luego agarramos el gato y nos fuimos".
"Creo que nuestra casa desapareció. He tratado de llamar a un par de vecinos, pero no repica", agregó.
"No puedo creer que Los Ángeles está rodeada de incendios", comentó. "Es realmente impresionante".
Escenarios de terror en Los Ángeles
Junto al de Palisades, otros fuegos se desataron en las últimas 24 horas en otras zonas de Los Ángeles: el incendio Eaton entre Pasadena y Altadena; Hurts originado en Sylmar, cerca de Santa Clarita; y Tyer, en el área de Coachella. También el incendio Sunset se originó al final del miércoles en las icónicas Hollywood Hills, cerca de Runyon Canyon.
Pese al trabajo de bomberos y servicios de emergencia, su nivel de contención es aún mínimo. No ayudan los vientos con fuerza de huracán que predominan en la zona, donde se llegaron a registrar rachas de cerca de 100 mph.
El gobernador de California, Gavin Newsom, decretó el estado de emergencia. Más de 1.5 millones de personas se llegaron a quedar sin servicio eléctrico dese el inicio de los fuegos.
El escenario de terror llevó a decenas de miles de personas a ser evacuadas, lo que dejó escenas de pánico y atascos en carretera.
Las causas exactas del fuego aún se investigan, pero los incendios se desataron al tiempo que soplaban con fuerza inusual los llamados vientos de Santa Ana, que aunque son característicos de California en esta época del año, alcanzaron la mayor intensidad de una década, de acuerdo con especialistas.
"Es difícil pensar que esto no está relacionado con lo que ocurre en el planeta", dijo a AFP Martin Sansing, quien abandonó su casa junto a su esposa con apenas una bolsa de plástico azul llena de ropa.
"Estamos en una zona bastante urbana, no en una colina", dijo el hombre, quien compró su casa hace 15 años pensando que estaría a salvo de este tipo de incidentes.
"Nunca imaginé que nos afectaría". Pero “estas cosas parecen ser más frecuentes y más intensas", reconoció.
Pérdidas millonarias por los incendios de California
Los devastadores incendios podrían dejar pérdidas económicas de entre $52,000 y $57,000 millones, según un análisis de la empresa de información meteorológica AccuWeather.
El informe aborda los costes directos e indirectos de los incendios y tiene en cuenta pérdidas en todo tipo de aspectos como propiedades, salarios, cultivos, infraestructuras, viajes, gastos médicos y gestión de emergencias.
“Este ya es uno de los peores incendios forestales en la historia de California”, dijo Jonathan Porter, meteorólogo jefe de AccuWeather, en un comunicado compartido por el medio The Hill.
En Pasadena, por ejemplo, una capa espesa de humo y ceniza caía este miércoles desde el cielo anaranjado y gris que cubría el centro de la ciudad.
Apenas un par de transeúntes y vehículos deambulaban por las principales calles de la ciudad. A los lados de las calles y carreteras se acumulaban ramas enteras caídas por los fuertes vientos que siguen azotando con virulencia la zona.
La autovía que conecta Pasadena con el norte de la ciudad de Los Ángeles suele estar repleta de tráfico por las mañanas, pero este miércoles apenas circulaban coches, algunos de los cuales quedaron abandonados en medio de las calles.
Más de 700 de personas ocupaban el Centro de Convenciones de Pasadena a la espera de poder volver a sus casas o, al menos, saber el estado en el que se encuentra.
Aunque el incendio se produjo durante el atardecer del martes, el volumen de gente comenzó a aumentar a partir de las 3:00 a.m. del miércoles, cuando los fuertes vientos esparcieron el fuego y los bomberos comenzaron a llamar puerta por puerta para evacuar.
Desde entonces sigue llegando gente, algunos de ellos con maletas, insumos, juguetes y provisiones, mientras que otros no han corrido con la suerte de poder llevarse sus pertenencias y tuvieron que huir en cuestión de minutos.
"No puedo aceptar la realidad", le dijo a la agencia Efe Hugo Zavala, un hombre de 46 años que perdió su casa tras ser alcanzada el martes por el incendio Eaton.
Dos vecinos le han mandado fotografías de su hogar que "ya no existe" en Altadena.
En cuanto vio el fuego acercarse a su hogar, propiedad del Gobierno de California, salió con lo puesto, llevando solo una pequeña mochila negra y su teléfono, y estuvo esperando unas tres horas en medio de la carretera a que lo viniese a recoger un vehículo de emergencia.
“No sé donde voy a ir esta noche”, reconoció.
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